Soledad Acosta

Soledad Acosta.

Soledad Acosta, nació el 17 de junio de 1888 en Hidalgo del Parral, Chihuahua México, murió el 23 de Marzo de 1984 en Chihuahua, Chihuahua México. Su madre Carmen Acosta la tuvo de un señor de buena posición económica de apellido Jurado, pero él no la quiso reconocer y su madre solo le dio su apellido.

Soledad era enfermera, trabajo en el hospital verde y en el hospital central durante la revolución, en una ocasión le preparo una limonada con acido cítrico a Venustiano Carranza ya que no había limones y atendió a varios revolucionarios heridos en batalla.

Vivió en Parral y conoció a un hombre, el General Guillermo Baca que fue el primero en repartir tierras antes que Emiliano Zapata y como estaba ganando mucho poder el general Francisco Villa mando a matarlo (según versión de la propia Soledad). Días después Villa fue a casa de Soledad para darle sus condolencias y ella salió con una escopeta y lo encañono así que su madre decidió sacarla de la ciudad porque Villa no iba a descansar hasta matarla, la mandaron en un tren de carga porque Villa asaltaba los trenes de pasajeros y llego a Chihuahua en donde conoció a Don Encarnación Castillo Márquez con quien se caso y tuvo ocho hijos, de los cuales le sobrevivieron únicamente cuatro.

A Soledad siempre le gusto mucho leer y la poesía, era una poetisa nata, una de sus novelas favoritas fue la de Don Quijote de la Mancha de Miguel de Cervantes Saavedra y su poeta favorito era Amado Nervo.

Escribió dos libros, uno se llamo ̏La verdadera historia de Francisco Villa ̋ en el que se baso en sus hechos personales y en la Revolución, y el otro fue inspirado por su pasión por la poesía que era de ̏Poemas ̋. Trato de publicarlos pero no se lo permitieron ya que uno revelaba bastantes cosas en contra del general Francisco Villa.

Murió a los casi 96 años de edad en la ciudad de Chihuahua, Chihuahua México debido a su avanzada edad de un paro cardio-respiratorio, sin embargo nunca perdió la lucidez mental y siempre gozo de excelente memoria, era una persona muy querida por todos los que la conocían.

Ella y su familia siempre pertenecieron a la religión católica romana, tradición que se fue dando por generaciones, ella le rendía homenaje a la santa cruz y todos los años armaba en su casa un altar y durante nueve días se reunían para rezar y cantar, al final de los nueve días festejaban con una cena y preparaba unas galletas especiales para ese día.

Karen Aidaly Mendoza Rosales

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