Sucre en el Alto Perú
Enviado por KTMN • 13 de Octubre de 2014 • Ensayo • 766 Palabras (4 Páginas) • 267 Visitas
Sucre en el Alto Perú
Casimiro Olañeta llegó al Desaguadero el 3 de febrero de 1825 donde ya estaba el mariscal Antonio José de Sucre, procedente de Cuzco. Ambos cabalgaron lado a lado rumbo a la ciudad de La Paz donde, el 9 de febrero, se promulgó el decreto en el que se basó la independencia de Bolivia. La parte considerativa del decreto dice:
Que al pasar el Desaguadero el Ejército Libertador ha tenido el solo objeto de redimir las provincias del Alto Perú de la opresión española y dejarla en posesión de sus derechos.
Que no corresponde al Ejército Libertador intervenir en los negocios domésticos de estos pueblos. Que es necesario que estas provincias dependan de un gobierno que provea a su conservación, puesto que el ejército ni quiere ni puede abandonarlas a la anarquía y al desorden.
Que el antiguo Virreinato de Buenos Aires, a quien ellas pertenecían al tiempo de la revolución de América, carece de un gobierno general que represente, completa, legal y legítimamente la autoridad de todas las provincias, y que no hay, por consiguiente, con quien entenderse para el arreglo de ellas. Que, por tanto, ese arreglo debe ser el resultado de la deliberación de las mismas provincias, y de un convenio entre los Congresos de Perú y el que se forme en el Río de la Plata.
El decreto llama a una asamblea deliberante para que las provincias del Alto Perú decidan su suerte y se establece que se nombre un diputado por cada provincia. Se señala el 10 de abril para una reunión en la ciudad de Oruro. La fecha fue pospuesta y la asamblea tuvo lugar en Chuquisaca.
Se sabe que Sucre había enviado desde Puno un borrador del decreto a Simón Bolívar quien lo recibió con desagrado, pues el propiciar la autonomía del Alto Perú era un duro golpe para su proyecto Pan - Americano. En realidad, el genio propio del Libertador veía el porvenir de América en la unión de lo que fueron las antiguas colonias españolas, en tanto que Sucre tenía una visión más apegada a la realidad y adecuada a las circunstancias políticas que se vivían en ese momento. A través de Olañeta, el mariscal de Ayacucho vio muy claro el deseo de autonomía de los altoperuanos, aspiración muy antigua, pues siempre fueron renuentes a sujetarse tanto a Lima como a Buenos Aires.
Sucre, como colombiano que era, no veía con buenos ojos el engrandecimiento del Perú, país con el que Colombia empezaba a tener grandes dificultades. La autonomía de la audiencia de Charcas era, sin duda, una carta a favor de Colombia. En esta autonomía coincidió con Casimiro Olañeta, aunque por razones muy diferentes, pues Olañeta pensaba en una nación no sujeta a los intereses foráneos como había ocurrido hasta ese momento. El historiador J. L. Roca, que estudia cuidadosamente la actitud del procer boliviano, nos dice. “Charcas pugnaba por liberarse del triple dominio español, peruano y bonaerense el cual ponía trabas
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