TITULO QUINTO ORDENANZAS DE NUEVA ESPAÑA

1 . Siendo de la mayor importancia el que no se aventuren las vidas de losoperariosy demáspersonas, que con frecuencia deben entrar y salir en las obras subterráneas de las minas, y el que éstas se conserven con la seguridad y comodidad necesaria para el progreso de las labores, aún aquéllasque abandonan sus primeros dueños juzgándolas inúti - les, o no pudiendo habilitarlas: y no siendo posible establecer acerca de esto una regla general y absoluta; por que la variedad de circunstancias de cada mina en la mayor o menor firmeza tenacidad y adherencia de los respaldos y de la misma sustancia de la veta; su mayor o menor echado, anchura y profundi - dad de sus labores; inducen mucha diversidad en el tamaño, y frecuencia de los pilares, puentes, testeras, intermedios, y otros macizos que deben dejarse o fabricarse para sostener los respaldos; y asimismo en la disposición de las laboresnecesarias para la buena ventilación, y para el cómodo despacho de las materias, que deben extraerse de las minas: todo lo que no puede consegui rse sin una verdadera pericia práctica y conocimiento en el laborío de ellas: Se ordena y manda

 1 . Siendo de la mayor importancia el que no se aventuren las vidas de los O perarios y demás personas, que con frecuencia deben entrar y salir en lasobrassubterráneasde las M inas y el que éstas se conserven con la seguridad y comodidad necesariaspara el progreso de las labores, aún aquéllasque abandonan sus primeros dueños juzgándolas inúti - les, o no pudiendo habilitarlas, y no siendo posible establecer acerca de esto una regla general y absoluta, por que la variedad de circunstancias de cada M ina en la mayor o menor firmeza, tenacidad y adherencia de los respaldos y de la misma sustancia de la V eta, su mayor o menor echado, anchura y profundidad de sus labores, inducen mucha diversidad en el tamaño, y frecuencia de los Pi lares, Puentes, T esteras, I ntermedios, y otros macizos que deben dejarse, o fabricarse para sostener los respaldos; y asimismo en la disposición de las labores necesarias para la buena ventilación, y para el cómodo despacho de las materias, que deben extraerse de las M inas, todo lo que no puede conseguirse sin una verdadera pericia práctica y conoci - miento en el laborío de ellas, ordeno y mando.

2. Que ninguno se atreva a labrar minas sin la dirección y continua asistencia de uno de los peritos inteligentesy prácticosque en la N ueva España llaman mineros o guarda-minas, el cual haya si do examinado, cali ficado y aprobado por alguno de los ingenieros de minería, que debe haber en cada Asiento, como en adelante se dirá. Pero en los lugares muy pobres o remotos, en que por esta causa todav ía no haya ingeniero de minas, ni otro perito titulado ni examinado; se procederá con la dirección de alguno de los que hubiere más inteligentes y acreditados en el lugar, hasta tanto que éstos u otros puedan examinarse o titularse: lo que así se entienda en todos los casos en que se requiere la dirección o intervención de perito; prev iniéndose así en las diligencias judiciales, para que pueda dárseles la fe y crédito que merezcan.

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