Tecuichpo Ixcaxoxhitzin

Tecuichpo Ixcaxochitzin fue una mujer nacida, aproximadamente, en 1500, la hija del Huey Tlatoani Moctezuma Xocoyotzin, quien fue una de las tantas víctimas que dejó la época de la Nueva España; fue forzada a casarse en multiples ocasiones, ser amante del conquistador, ser tomada en cuenta como no más que una pieza clave en el tablero de ajedrez llamado conquista de México, a no tener una liberta y, como si fuera poco, a olvidar de donde viene dándole un nuevo nombre, arrancando así sus raíces aztecas, todo esto en un tiempo récord de sólo cincuenta años.

Éste tema nos da para hacer una crítica al machismo existente y continuo el cual vive en la sociedad mexicana desde tiempos de la conquista, y quizá mucho antes. Isabel, como fue rebautizada Tecuichpo por Hernán Cortés, es uno de los ejemplos claros de que cuando una persona perteneciente a los grupos más vulnerables de la sociedad sufre los infortunios consecuencia de una guerra no se le hace bulla, se le apaga, minimiza o incluso ignora. Tecuichpo, aún siendo la hija del Gran Tlatoani de Tenochtitlán, no se le puso en los libros de historia, no trascendió su historia más allá de los expertos dedicados a la historia de México, no existen calles, delegaciones o estaciones del transporte público con su nombre ni toda la atención que se le da a otros involucrados (víctimas y victimarios) de la conquista de México.

Según distintas fuentes que relatan la historia, Tecuichpo fue, primero, forzada a casarse con su tío, cuando éste murió se casó con el siguiente, al morir fue amante de Hernán Cortés de quien tuvo un hijo al cual no quiso reconocer, se casó con otro de los conquistadores, con quien no tuvo hijos, para finalmente unirse con un conquistador más con quien procreó cinco críos (Dos de ellas, las fundadoras del Convento de la Concepción de la Ciudad de México) todo esto en completa subyugación de decisiones, todo a la fuerza.

Ahora bien, ¿Han cambiado las desigualdades de las que son víctimas las minorías de la sociedad? ¿Han dejado de arreglar matrimonios en nuestro país? ¿Han dejado de arrancar la cultura y las raíces de la población mexicana? ¿Se siguen minimizando e ignorando los crímenes cometidos en el país? ¿De verdad ha dado el salto evolutivo y de conciencia la sociedad mexica actual con respecto a la de hace 500 años? Preguntas con una respuesta, quizá, ambigua quedan dándonos las pautas para concluir que no ha cambiado mucho el pensamiento mexicano desde los tiempos de la conquista; seguimos viviendo en la sombra del machismo con el que sólo se ignora, se oculta y se desdeña lo que no afecte a quien tiene el poder por el momento.

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