Temas Selectos De Historia De La Pedagogía Y La Educación I
Enviado por yaz_bratz • 29 de Agosto de 2013 • 1.558 Palabras (7 Páginas) • 463 Visitas
CAPITULO VIII
ES PRESISO FORMAR A LA JUVENTUD CONJUNTAMENTE EN ESCUELAS
Demostrado que las plantas de paraíso, la juventud cristiana, no puede desarrollarse de modo selvático, si no que necesitan ciudadanos
Siendo tan múltiples los hombres como los asuntos humanos, aquellos que o sepan, o puedan, o estén sin ocupaciones para entregarse a la enseñanza de los suyos, ha tiempo que con avisado propósito se estableció que personas escogidas, notables por el conocimiento de las cosas y por la ponderación de costumbres.
Josefa afirma que después del diluvio el patriarca Sem abrió la primera escuela, y es de gran interés para toda la república cristiana, no sólo conversar esta santa costumbre, sino aumentarla de tal manera en toda reunión bien ordenada de hombres se abra una escuela como educatorio común de la juventud.
CAPITULO IX
SE DEBE REUNIR EN LAS ESCUELAS A TODA LA JUVENTUD DE UNOS Y OTRO SEXO.
Todos los que han nacido hombres lo fueron con el mismo fin principal, a saber para la que sean hombres; esto es, criaturas racionales, señores de las demás criaturas imagen expresada de su creador. Todos, por lo tanto, han de ser preparados de tal modo que, instruidos sabiamente en las letras, lña virtud y la religión, puedan atravesar útilmente esta vida presente y estar dispuestos para la futura. Es también imagen de Dios, participe de su gracia y heredero de su gloria: está igualmente dotado de entendimiento ágil y capaz de la ciencia y lo mismo destinado a elevadas misiones.
Sin embargo, no se le ha de llenar de un fárrago de libros (como la juventud de otro sexo; lo que hay que deplorar que hasta ahora no haya sido más cautamente evitado), sino libros en los que, al mismo tiempo que adquieran el verdadero conocimiento de Dios y de sus obras, puedan perpetuamente aprender verdaderas virtudes y la verdadera piedad.
CAPITULO X
LA ENSEÑANZA EN LAS ESCUELAS DEBE SER UNIVERSAL.
En las escuelas hay que enseñar todo a todos. No ha de entenderse con esto que juzguemos necesario que todos tengan conocimientos (especialmente acabados y laboriosos) de todas las ciencias y artes. Esto ni es útil por su misma naturaleza ni posible dada la brevedad de la humana existencia. Ya sabemos que si se pretende conocer tan extensa como minuciosamente cualquier arte, aun a los ingenios más despiertos puede ocuparles toda la vida si han de entregarse a especulaciones y experimentos; como acaeció a Pitágoras con aritmética. El deleite que proviene de las cosas es aquella alegría de los pensamientos que experimenta el varón sabio. En todo lo que se emplea, cuanto se ofrece a su mente, todo lo que demanda su consideración, en todas partes y en todas las cosas encuentra pensamientos de tanta alegría que a menudo arrobado fuera de si se olvida de si mismo.
CAPITULO XI
HASTA AHORA HEMOS CARECIDO DE ESCUELAS QUE RESPONDAN PERFECTAMENTE A SU FIN.
Para educar a la juventud se ha seguido, generalmente, un método tan duro que las escuelas han sido vulgarmente tenidas por terror de los muchachos y destrozo de los ingenios, y la mayor parte sido vulgarmente tenidas por terror de los muchachos y destrozos de los ingenios, y la mayor parte de los discípulos, tomando horror a las letras y a los libros, se ha apresurado a acudir a los talleres de los artesanos otro cualquier género de vida.
Si nos fijamos en el estudio de la lengua latina (aunque no sea más que a la ligera y como ejemplo), ¡gran Dios, que intrincado, trabajoso y prolijo lo han hecho! Cualquier aguador, cantinero o zapatero de viejo, entre los oficios de baja condición, culinaria, militar o de cualquier otra índole, aprenden antes una lengua diferente de la suya, y aun dos o tres de los alumnos de las escuelas con gran tranquilidad y sumo esfuerzo llegan a conocer tan solo la latina.
CAPITULO XII
LAS ESCUELAS PUDEN REFORMARSE PARA MEJORARLAS
Plutarco: Nadie tiene en su mano disponer cómo han de nacer los hijos: pero la dificultad nuestra que se hagan buenos con una recta educación. Debemos fijarnos bien: dice la facultad nuestra. En verdad el arboricultor puede obtener un árbol de cualquier raíz viva si emplea racionalmente su arte en la planeación.
Es más fácil atender a los aludidos excesos y defectos del espíritu cuando son recientes. Así como en la malicia se mezclan los bisoños con los veteranos se les nada pelear bajo las mismas banderas y regirse por los mismos preceptos mientras dispuestas las tropas se desarrolla la batalla.
Cómo se puede instruir y formar una juventud de índole tan diversa;
1ro. Todos los hombres han de ir encaminados a los mismos fines de la ciencia, costumbres y santidad.
2do. Todos los hombres, sea cualquiera la diferencia que presenten en sus cualidades, tiene una única
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