Teoria De Agenda Seting
Enviado por • 3 de Julio de 2014 • 3.057 Palabras (13 Páginas) • 304 Visitas
2.7.- CONDUCTAS SEXUALES FEMENINAS Y EL ALCOHOL.
El término sexualidad se refiere a las convenciones, roles y comportamientos ligados a la
cultura que suponen expresiones del deseo sexual, el poder y diversas emociones, mediadas
por el género y otros aspectos de la posición social (por ejemplo, clase, raza/grupo étnico,
etc.). Los distintos componentes de la sexualidad son la identidad sexual, el comportamiento
sexual y el deseo sexual, (KRIEGER, 2002) 12
El alcohol ha adquirido en nuestra sociedad un estatus similar al de míticos afrodisíacos, tiene
efectos estimulantes y en dosis mesuradas tiene la facultad de despertar la libido y encender el
deseo pero, si se sobrepasan los límites, el alcohol se convierte en depresor. El exceso de
alcohol produce sopor y relajamiento muscular, el abuso del alcohol incapacita, tanto a
hombres como a mujeres, para disfrutar la plenitud del placer sexual. La relación entre el
consumo de alcohol en la juventud y el comportamiento sexual, es de importancia creciente, y
puede tener implicaciones incluso graves para la vida adulta, esto se refiere tanto al uso
episódico del alcohol, como al uso o abuso habitual y al dependiente, (SANTO, 2002)
Otro de los efectos es el llamado “efecto bacardi” (código femenino local): a las personas se
les ve más bonitas físicamente, puesto que los rasgos no atractivos pasan desapercibidos,
producto de la disminución de los sentidos. La cuestión es: ¿Cómo este estado influye en las
conductas sexuales femeninas?, la mujer se siente más desinhibida, se les facilita más el
camino para llegar a una relación sexual, porque generalmente estando en sus cinco sentidos
no aceptarían una conducta de ese tipo, pues ya con el calorcito del licor comienzan a
experimentar conductas más liberadas; se les va haciendo más sencillo ceder a las caricias y
besos de su pareja. El alcohol da seguridad, hace sentir más sociable a la persona, pero si no
encuentra en otras cosas el sentirse bien, puede tomar la bebida como una dependencia, como
la única manera de estar acompañada, de tener más amigos o de atreverse a liberar sus
instintos sexuales, (SANTO, 2002)
“En primer lugar el alcohol se tiene en el concepto de que facilita que el apetito sexual se
incremente, pero esto es una apreciación equivocada, porque lo que realmente sucede es que el
licor afecta en primer lugar los centros cerebrales que intervienen en la personalidad, lo que
hace que se desinhiban y se sientan más a gusto con ellas mismas, (WATTS, 2001)”. ¿Cómo
las mujeres perciben este hecho?, ¿Perciben la existencia de riesgos? Efectivamente, las
adolescentes que abusan del alcohol, tienen actividad sexual precoz, con parejas múltiples, y
sin protección de ningún tipo con frecuencia mucho mayor que los que no abusan del alcohol,
llegando a ser hasta seis veces más frecuente en la mujer y tres veces en el hombre. El riesgo
que supone el abuso de alcohol, se incrementa cuando se dan factores familiares negativos y
sobre todo cuando coexisten trastornos de conducta y consumo de otras sustancias
(frecuentemente cannabis o estimulantes), WHITAKER et cols, (2000), citado por SANTO,
(2002). La relación entre el alcohol y la conducta sexual de riesgo, está predeterminada por
rasgos de personalidad como la impulsividad, la desinhibición y la búsqueda de novedades,
rasgos que caracterizan en general al adolescente y en particular a algunos subgrupos de tipos
de personalidad (trastornos de conducta, personalidad antisocial). En la actualidad, está
claramente establecida la asociación entre el uso del alcohol por el adolescente y la iniciación
temprana de sus relaciones sexuales, así como con el desarrollo de conductas sexuales de
riesgo, tanto para el embarazo, como para la adquisición de enfermedades de transmisión
sexual, entre ellas la infección VIH. La relación sexual del adolescente con múltiples
compañeros, incluso desconocidos, es muy facilitada por el abuso del alcohol y es uno de los
factores de riesgo sanitario más valorada en la actualidad, que se asocia y multiplica con
mucha frecuencia con la no adopción de medios protectores, como el preservativo, (SANTO,
2002)
13
Según la sexóloga Sussie Watts (2001) al iniciar una relación sexual, el alcohol va a ayudar a
propiciar esta idea, pues hará a la persona más atrevida, pero luego de un consumo mayor
inhibirá el proceso fisiológico del acto sexual; puede haber el deseo, pero no se va a poder
efectuar la acción porque el licor empezará a funcionar como un depresivo en el sistema
nervioso, por lo que la persona presenta cambios en su respuesta sexual, además de que es
muy frecuente que cualquiera, sea hombre o mujer, tenga problemas con su sexualidad
después de una noche de mucha ingesta de alcohol.
"El licor hace sentir más relajado, y no es que se tenga más fuerza o se sea más atrevido,
estamos hablando de una persona con baja autoestima, débil en algunos sentidos, que lo utiliza
sólo como una pantalla, aunque sigue siendo la misma persona, pero todo esto lo anula con un
dosis de licor para sentirse fuerte, seguro y más atractiva", (WATTS, 2001)
“Lo único que te ayuda el alcohol", "es para dar un mejor calentamiento, para calmar esos
nervios a la hora de tener una relación sexual, siempre que lo usen sólo como un estimulante,
porque con el incremento se corre el riesgo de disminuir el tiempo de excitación, la potencia, y
en el caso de los varones el control de la eyaculación puede ser más rápida”, (WATTS, 2001)
En la Encuesta sobre Comportamiento Sexual en 1998 realizada por el CONASIDA revela
que la iniciación sexual de mujeres y hombres entre 18 y 24 años es de 18,8 y 17,3
respectivamente. En cuanto a número de parejas sexuales en un total de 674 mujeres el 88,3%
tiene 1 y el 5,1% dos o más. De un total de 587 hombres, el 71,7% tiene 1 y el 19,5% posee
dos o más parejas en el periodo de los últimos 12 meses. Esto nos indica claramente que, ya
sea por una cuestión social o tradicional, los hombres se inician antes sexualmente y tienen
más parejas sexuales que las mujeres.
6.- CONCLUSIONES
La Mujer
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