Terror y extinción de la democracia, herramientas utilizadas por estados totalitarios

Terror y extinción de la democracia, herramientas utilizadas por estados totalitarios.

Juan G. Caballero

Departamento de Operaciones, Armada de Chile

Redacción Argumentativa “ECO”

Jessica Opazo Lepeley

Julio 19, 2022

Los estados totalitarios se basan en la manipulación de la ley para poder hacerse del poder. En este presente ensayo se estudiará el totalitarismo abocado entre los periodos de la Primera y Segunda Guerra Mundial, pero es necesario mencionar que no fue el fin del totalitarismo hasta varios años después del conflicto.

El totalitarismo utiliza la democracia para llegar al poder. Una vez alcanzado tan anhelado trofeo, esta queda proscrita dándole el lugar al terror. Surgen algunas preguntas como ¿Cuáles son los métodos que utiliza el totalitarismo? ¿Es efectivamente el terror su principal aliado? La respuesta es que el totalitarismo difiere sustancialmente de la tiranía y dictaduras.

Los estados totalitarios de la Alemania Nazi y el Gobierno comunista de Stalin son los más estudiados durante el siglo XX. No obstante, este concepto no se aplica a todos los gobiernos comunistas ni fascistas que han utilizado el terror para que su gobierno se mantenga en la cima del país. Para Welch (Friedich, 2009), sin el afán ser exhaustivo, se pueden agregar a la lista “La República Popular China en la época de Mao, Camboya bajo la dictadura de Pol Pot, la Rumania de Caucescu, Afganistán bajo la dictadura talibán, y Corea del Norte.

Los estados totalitarios en estudio utilizaron a las masas. Luego promulgaron leyes, con el fin último de transformar a la especie humana, valiéndose del terror para lograr la ejecución de sus leyes. El terror que hoy se conoce, ataca sin provocación, es una manera silente de perseguir a sus víctimas, se dice que ya no forma parte del totalitarismo. Pero entre este período, según señala Arendet (Arendet, 1951) el es un instrumento para dominar a las masas de personas perfectamente obedientes. Como lo ocurrido con la Alemania nazi, cuando se desencadenó el terror contra los judíos, una cacería racial.

Por otro lado, la práctica rusa fue más sofisticada. En un aspecto, la arbitrariedad del terror ni siquiera está determinada por la diferenciación racial, y como las categorías de clases en ese país fueron desechadas, cualquiera podía ser víctima del poder policíaco.

Sin embargo, todo lo descrito en contra de este sistema, Aguerre (Aguerre, 2018) indica que adeptos del gobierno de Stalin han negado que este concepto pueda ser aplicarlo al período de gobierno en la Unión Soviética. Su justificación se basa en que la violencia era necesaria para la industrialización y el progreso de ese país. Para Arendet (Arendet, 1951, pág. 31) en el caso de Alemania, los judíos antes de ser las víctimas principales del terror moderno, fueron el eje de la ideología nazi. En sentido se aprueba y reitera que la población siempre fue una víctima irrefutable por parte de estos líderes.

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