The sweet trill of the cardinal
Enviado por natasha_lebrun • 8 de Septiembre de 2018 • Trabajo • 1.224 Palabras (5 Páginas) • 162 Visitas
EL DULCE TRINO DEL CARDENAL
Hace mucho tiempo atrás, según cuenta la leyenda. Cerca de una aldea había un majestuoso bosque y en lo más profundo de este, una joven bella diosa descendía para contemplar las maravillas que este poseía. El bosque era espléndido ya que en el abundaba cualquier ser vivo, planta e fruto, por lo que era una excelente zona de cacería. Una mañana fría de primavera, un joven muchacho que se adentró en el bosque para conseguir una buena presa, descubrió la existencia de la diosa. La diosa quien estaba recogiendo cualquier flor que se encontraba en la hierba, sintió la presencia de unos ojos puestos en ella. Volteo sutilmente y vio al muchacho, sus miradas se entrelazaron en ese instante, sin perder tiempo él se acercó rápidamente y le pregunto
B: ¿Quién eres? ¿Cuál es tu nombre?
Pero ella repentinamente desapareció entre una radiante luz.
El muchacho iba al bosque siempre que podía para ver si podría reencontrarse con aquella muchacha misteriosa en aquel lugar donde ella capturó su corazón.
B: ¿Ho…la? ¿Hay alguien aquí? ¿No traigo malas intenciones?
Nunca se dio por vencido hasta que se volvieron a encontrar, esta vez trato poder acercarse a ella para poder hablarle. Lo que él no sabía era que la diosa ya lo había observado desde lo lejos cuando la iba a buscar en aquel lugar, y sin querer termino interesándose por él.
B: ¡Por favor espera!, no te vayas, no te hare daño, tan solo quiero conocerte.
Ella extendió su mano y sonrió, se dio cuenta que no mentía y que sus sentimientos eran sinceros. Él se acercó a ella sin dudarlo, mientras lo hacía miraba sus ojos, ojos como la de una agua cristalina. Cuando estaba relativamente cerca ella lo empezó a rodear y soltó una bella risa
G: ¿Qué quieres de mí? Los humanos ciertamente no son tan diferentes a como nosotros
B: jeje...pero ¿tú eres uno, no?
G: jaja quisiera poder serlo, pero es mi destino ser distinto a ustedes
B: porque no te vuelves uno de nosotros entonces
Platicaron hasta el último rayo de sol que se desvaneció en el bosque, simplemente querían seguir hablando pero ya se hacía de noche. Todos los días se veían, ellos se habían cautivado el uno al otro y a la hora de despedirse no podían fácilmente, el tiempo voló tan rápido para ellos quienes estaban entrelazados por un hilo.
Una noche de luna nueva se decidieron ver, era muy obscuro y el faro no era de gran ayuda. Una luz tenue pero vivaz salió de la diosa, alumbrando su entorno, pero lo más hermoso era las proyecciones que esta emitía. Ella agarro la mano del muchacho y se dirigieron a un lago que había cerca de allí, se posaron cerca de la orilla y empezaron a contemplar las estrellas.
G: ¿mi secreto está a salvo contigo?
B: siempre lo estará, que seas una diosa no cambiara lo que siento por ti.
G: ¿las estrellas son bellas verdad?
B: si, entonces si las estrellas son bellas ¿tú eres una no?
G: Supongo *sonríe*, sabes me gusta estar a tu lado
B: igual a mí, espero siempre estar contigo siempre.
G: nunca me dejes sola ¿de acuerdo?
Agarrados de sus manos disfrutaron de aquella escena magnifica bajo las titilantes estrellas, quedándose ambos dormidos. El día siguiente era una mañana de densa niebla que iba desvaneciéndose con los rayos del sol, significado de levantarse. El chico se despide con un beso tierno en la frente de su pretendiente susurrando en su oído “volveré, espérame aquí”. Dispuesto a ir a su aldea en busca de provisiones corrió, pretendía confesarle su amor a aquella joven hermosa con presencia majestuosa de otra dimensión. La emoción lo invadió comprando toda clase de cosas para hoy su día especial, se acordó de aquel momento cuando la vio por primera vez recogiendo las flores que la rodeaban ¡CLARO FLORES QUE GENIO! Pidió las flores más bellas que había, feliz cargando el ramo más imponente que había visto, se volteaba para su regreso cuando alguien grita.
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