Toma De La Plaza
Enviado por jhoselin993 • 11 de Noviembre de 2012 • 523 Palabras (3 Páginas) • 512 Visitas
Toma de la Plaza
En las fiestas indígenas, sobre todo en el Inti Raymi, o Fiesta del Sol, existen las "tomas" de la plaza. Ritual que engarza el pasado y el presente y que mezcla las nociones de la historia con los contenidos de la realidad posible de hoy. Puede ser que la "toma" de la plaza recuerde a aquella ocurrida hace más de cinco siglos por los españoles, o puede ser que se remonte mucho tiempo atrás, y esté inscrita en la memoria ancestral de los pueblos que habitaron este espacio.
Comunidades indígenas se instalan en la plaza de Cotacachi, pueblo asentado en los Andes de Ecuador, dispuestos a pelear hasta morir en agradecimiento a la madre tierra por los frutos dados, una antigua tradición que incorpora cada vez más elementos de la cultura moderna.
Con gran éxtasis los grupos de hasta 200, los aborígenes, todos los varones, esperan en las esquinas cercanas a al centro del pueblo para la Toma de la Plaza de Cotacachi, punto culminante del Inti Raymi (fiesta del sol en quichua). Cada grupo, que representan a una comunidad, planifican sus estrategias para entrar a bailar al compas del san Juan, en este sitio que consideran sacro, pues en el pasado albergó templos que los conquistadores españoles derribaron para construir iglesias católicas.
Al danzar, los participantes giran en espiral, silban y cantan alrededor de dos músicos, al tiempo que blanden sus armas. Algunos son emigrantes que regresan por la festividad.
Casi todos usan zamarros y enormes sombreros negros de cartón grueso para protegerse de las piedras, los cuales adornan con símbolos como cruces, esvásticas, estrellas de David, y de la guerrilla colombiana. También camuflajes que conservan de su servicio militar.
El ritual netamente indígena coincide con las fiestas católicas de San Pedro y San Juan, aquí afloran rivalidades entre los colectivos, originándose fuertes riñas cuya cuota de sangre es el tributo a la pacha mama por las cosechas que se dan a mediados de año tras un ciclo de nueve meses.
Tiempo atrás las contiendas eran a mano limpia, pero ahora incluyen mazos de madera, piedras, látigos de acero y alambres de púas, armas corto punzantes y hasta de fuego, pero en pocas ocasiones se hacen mucho daño.
Pero los adultos de las comunidades recuerdan que "antes era más bonito", pero aunque la forma de batallar ha cambiado no ha perdido su encanto porque es una muestra casi coreográfica de las estrategias para apropiarse de la plaza.
Lo que no parece haber cambiado es el consumo de licor, que deja a algunos prácticamente en el piso tras mezclar puro, chicha, vino y cerveza.
Aunque siempre el derramamiento de sangre es accidental, los participantes saben que es una ofrenda y que, en ocasiones se han producido muertes, ninguna forma parte del ritual con el afán de agredirse. Sino de cumplir con una misión milenaria, "el derramamiento
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