Trabajo Colaborativo Cultura Politica
Enviado por yolanda317 • 5 de Marzo de 2013 • 2.737 Palabras (11 Páginas) • 954 Visitas
INTRODUCCION
En este trabajo tratamos de interpretar las problemáticas que posee y por las que ha pasado y aún pasan en Colombia; se encuentran las identidades más corrosivas de los colombianos y la inequidad de las riquezas, los orígenes de la violencia y la perversidad de un estado y un gobierno que sirve y busca los intereses particulares y no los de la comunidad; y como a medida que pasa el tiempo crece el subdesarrollo humano, económico, político y social de una nación y una sociedad llena de cualidades
PROPUESTA BASADA EN LA PROBLEMÁTICA PLANTEADA EN EL ENSAYO “LA FRANJA AMARILLA DE WILLIAM OSPINA Y SUSTENTADA CON LOS SIGUIENTES TEMAS:
Partidos políticos
Partidos políticos en Colombia
Movimientos sociales
Otros actores políticos
Notas sobre polémicas
Símbolos políticos
Mito y Cultura Política
Ciencia, ideología, creencia e imaginario social
El Discurso político
El análisis del discurso
Realidades y Retos
Cultura política de la exclusión
La educación para la democracia
Algunas críticas a los estándares en educación y las competencias ciudadanas
Viejos y nuevos retos
Hacia una cultura política incluyente
Este ensayo “La Franja Amarilla” del autor William Ospina, se basa en la actual vivencia que desarrolla el pueblo de Colombia, en cuanto a su idiosincrasia actual, baluarte del subdesarrollo humano, económico, político y social en que vive.
Colombia ha sido un país que desde su consolidación como republica ha atravesado por los interés mezquinos de algunos pocos que por lo general son los que la gobiernan.
A lo largo de su historia los pobres han sido objeto de señalamiento y de vergüenza de esta elite; sin embargo se han aprovechado de ellos en pro de algunos votos y por qué no de demostrar afectos hacia los partidos políticos. A lo largo del escrito queda claro que si aparecen las franjas azul y roja de la bandera nacional tan solo como colores de los partidos políticos, la franja amarilla debe mostrar el cambio que sufriría el país logrando el tan anhelado proyecto nacional.
La mayoría de los habitantes del país son pobres que al ver como se menoscaban sus derechos en esta democracia han optado por alzarse en armas; procurando obtener parte de aquellos recursos que faciliten su sustento.
Para cortar con estas situaciones indeseables Colombia debe enfrentar su futuro con la ayuda de todos y cada uno de sus habitantes; partiendo de un proyecto nacional que reivindique la nación con todos los matices que la conforman; reivindicando su economía, su cultura, sus etnias y por qué no su soberanía en pro de evitar los saqueos a los recursos naturales, tal como sucede en esta época de globalización y de mercado libre.
Una pregunta puede ser no solo el desenlace de una respuesta si no suscitar muchas interrogantes, más aún cuando esta pregunta está relacionada con diferentes hechos que han tratado de tener respuesta en cada uno de nuestros hogares por generaciones; hasta llegar a una como la nuestra en la que ni siquiera nos hacemos esta clase de interrogantes…
“¿No entiendo, con el país que ustedes tienen, con el talento de sus gentes, por qué se ve Colombia tan acorralada por la crisis social; por qué vive una situación de violencia creciente tan dramática, por qué hay allí tanta injusticia, tanta inequidad, tanta impunidad. ¿Cuál es la causa de todo eso?”
Para responder a estos interrogantes el autor se ha tomado el trabajo de resumir la historia, el desangramiento del pueblo y el estado colombiano; quizá basado en que quien no conoce su pasado está destinado a repetirlo; su relato cuenta cómo desde hace siglos atrás se acostumbro a los dirigentes, a las riquezas y el poder de manejar los bienes y patrimonios del pueblo según los intereses de unos pocos; explica como cuando el pueblo teniendo todavía voz y voto (no como lo tenemos ahora que es solo un engaño para que nos sintamos menos oprimidos y menos olvidados) permitieron que ante sus ojos los gobernantes manipularan sus intereses, guiados por su retorcidos criterios.
Es doloroso como la fe y esperanza de una mejor nación estén extintos casi por completo, cada vez más en unos que en otros, y la palabra patria carezca completamente de significado, que además de esto usen a las personas que son más afectadas y a quienes más las beneficiaran cualquier tipo de reforma real, para cumplir propósitos de odio y muerte hacia quienes quieren cambiar en algo o en mucho el destino de este país, cada una de las personas que actúan en los desafortunados hechos de impunidad y maldad se mueven quizá por la falta de fuerza, amor y la supuesta pasión que ahora incentivan en el exterior, muchas personas pobres que por el mismo dinero que los burócratas reciben por vender nuestros sueños asesinan las únicas palabras de estima que quieren aclarar el camino para una democracia menos imperfecta.
El dinero indudablemente puede dañar corazones, mentes y en el caso de un país como el nuestro, el futuro sin estimar que más adelante sus hijos y nietos afrontaran las consecuencias de su felicidad y estabilidad momentánea; deben tener cegado el entendimiento para que precisamente quienes están encargados y en la capacidad de hacer algo por lo demás no quieran hacerlo, que no entiendan o entendieran la dimensión que tienen estos altibajos en la economía, el empleo y el nivel de vida a mediano y largo plazo.
Aparte de no poder en Colombia acceder a muchas zonas que podrían ser las de mayor explotación por causa de la violencia de los diferentes grupos armados al margen de la ley, tampoco hay interés para la buena utilización de todos los recursos, y los pocos explotados son vendidos a diferentes países para acumular riquezas sobre los mismos de siempre.
Llegamos a entender por medio de este libro la falta de compromiso de los jóvenes por la paz y que este es un fenómeno que no se experimenta en todos los países, pero como juzgar si el futuro para nuestros jóvenes en particular no es solo incierto sino gris obscuro, las condiciones de violencia no solo causan miedo en ellos si no en el resto de las familias, y solo los más adinerados pueden librara a sus hijos de este suplicio.
Para
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