Trama De Yerma- Federico Garcia Lorca

YERMA- FEDERICO GARCIA LORCA

ACTO PRIMERO

CUADRO PRIMERO

La obra comienza cuando Yerma se encuentra dormida con un tabanque de costura a los pies. La escena tiene una extraña luz de sueño, un pastor sale de puntillas, mirando fijamente a Yerma. Lleva de la mano a un niño vestido de blanco, después sonó el reloj y en cuanto sale el pastor la luz azul se cambia por una alegre luz de mañana de primavera, en seguida Yerma se despierta. Se escucha una voz dentro que canta y Yerma le dice a Juan que ya es la hora a lo que él responde que allá va pero pregunta que si ya pasaron las yuntas, Yerma le responde que ya pasaron todas, él se despide y cuando va a salir Yerma le pregunta si no tomará un vaso de leche porque trabaja mucho y no tiene cuerpo para resistir los trabajos pero él le responde que cuando los hombres se quedan enjutos se ponen fuertes, como el acero, sin embargo Yerma le dice que él no, que cuando se casaron él era otro y ahora tiene la cara blanca como si no le diera el sol, le comenta que a ella le gustaría que fuera al rio, nadara y que se subiera al tejado cuando esté; y que llevan veinticuatro meses casados y él cada vez está más triste como si creciera al revés. Juan le pregunta que si ha acabado pero ella levantándose primero le dice que no lo tome a mal, pero que si ella estuviera enferma le gustaría que él la cuidara y que así es ella por eso lo cuida, Juan le dice que se lo agradece pero que no tiene nada, todas esas cosas son suposiciones pero que si trabaja mucho y que cada año se hará mas viejo, ella responde que seguirán juntos cada año, él dice que sí y bien sosegados pero que van bien pues no tienen hijos que gasten, ella repite que no tienen hijos y le pregunta si ella no lo quiere, él responde que sí, ella le dice que conoce a muchachas que han temblado y llorado antes de entrar en la cama con sus maridos, le pregunta si ella lloró la primera vez que se acostó con él, pero le responde que no, él le pide que se calle y ella dice que sí, él le dice que ya tiene demasiado trabajo con oírlo en todo momento pero ella le dice que ya no repita lo que dicen, ella ve por sus ojos que no puede ser, Juan le dice que deben esperar y ella le contesta que sí y lo besa, Juan le dice que si necesita algo que se lo diga y lo traerá pues no le gusta que salga, Yerma dice que nunca sale y Juan responde que está mejor ahí pues la calle es para la gente desocupada.

En seguida el marido sale y Yerma se dirige a la costura, se pasa la mano por el vientre, alza los brazos en un hermoso bostezo y se sienta a coser. Ella habla como si hablara con un niño, le pregunta de dónde viene, qué necesita, ella canta. Por la puerta entra María que viene con un lio de ropa, Yerma le pregunta de dónde viene y ella responde que de la tienda que ha comprado encajes, tres varas de hilo, cintas y lana de color para hacer madroños , explica que el dinero se lo ha dado su marido, Yerma le dice que se va a hacer una blusa, María va a explicar por qué pero se interrumpe para preguntarle que si sabe y Yerma pregunta que qué, ella responde que porque ya ha llegado y queda con la cabeza baja, Yerma se levanta y queda mirándola con admiración y le dice: ¡A los cinco meses!, a lo que María responde que sí , Yerma pregunta que si se ha dado cuenta, y qué siente, ella le responde que angustia, Yerma se agarra de ella y le pregunta que cuando llegó si ella estaba descuidada, a lo que le responde que si, estaba descuidada, y sigue preguntando que seguro estaría cantando, pues ella canta y le pregunta a María que si ella lo hace pero le pide que no le pregunte, que si ella no ha tenido nunca un pájaro vivo apretado en la mano y responde que si, María le dice que es lo mismo pero por dentro de la sangre, Yerma le dice que qué hermosura y la mira extraviada, María le dice que está aturdida y no sabe nada, Yerma pregunta de qué y María responde que de lo que tiene que hace pero que le preguntará a su madre, Yerma le dice que para qué si ya está vieja y ha olvidado esas cosas, que no ande mucho y cuando respire tan suave como su tuviera una rosa entre los dientes. María le dice que le han dicho que más adelante te empuja suavemente con las piernecitas y Yerma responde que es entonces cuando se le quiere mas y cuando se le llama hijo pero María dice que dentro de todo tiene vergüenza, Yerma pregunta qué le ha dicho su marido y que si la quiere y le responde que nada, pero se pone junto a él y sus ojos tiemblan como dos hojas, Yerma nuevamente pregunta que si él sabía… pero la interrumpe diciendo que si, pero le pregunta que por qué sabía a lo que ella responde que no sabe pero que la noche que se casaron se lo decía constantemente con su boca puesta en su mejilla, Yerma le dice que es dichosa y María le contesta que ella esta mas enterada de eso, Yerma dice que de qué le sirve eso y le responde que si es cierto y se pregunta por qué será si de todas las novias de su tiempo ella es la única. Yerma dice que si pero que todavía es tiempo ya que Elena tardó tres años y otras antiguas del tiempo de su madre mucho mas, pero dos años y veinte días como ella es demasiada espera, dice que piensa que no es justo que ella se consuma ahí, muchas veces sale descalza al patio para pisar la tierra y no sabe, si sigue así acabará volviéndose mala. María le llama criatura y le dice que habla como si fuera una vieja, que nadie puede quejarse de esas cosas ya que una hermana de su madre lo tuvo a los catorce años y que es una hermosura de niño. Yerma le pregunta que qué hacía y le responde que lloraba como un torito, con la fuerza de mil cigarras cantando a la vez y se les orinaba y les tiraba de las trenzas, pero que cuando lo tuvo a los cuatro meses les llenaba la cara de arañazos, en seguida Yerma se rie y dice que esas cosas no duelen que ella ha visto a su hermana dar de mamar a su niño con el pecho lleno de grietas y que le produce un gran dolor pero era un dolor fresco, necesario para la salud. María sigue diciendo que ha escuchado que con los hijos se sufre mucho pero Yerma le dice que es mentira, que eso lo dicen las madres débiles, las quejumbrosas que tener un hijo no es tener un ramo de rosas, se debe de sufrir para verlos crecer, después dice que piensa que se les va la mitad de su sangre y eso es bueno, sano, hermoso, pues cada mujer tiene sangre para cuatro o cinco hijos, y cuando no los tienen se les vuelve veneno, como cree que le va a pasar a ella, María le dice que no sabe lo que tiene y Yerma le dice que siempre ha escuchado decir que las primerizas siempre tienen susto y María tímida le dice que como ella si sabe coser bien y Yerma le dice que le cortará los trajecitos que se los lleve y María le dice que son los pañales y Yerma le dice que está bien, que entonces hasta luego, se acerca y le coge amorosamente el vientre con las manos, mas tarde

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