“UN MANUAL PARA SER NIÑO” Gabriel García Márquez

 “UN MANUAL PARA SER NIÑO” Gabriel García Márquez

TOMADA DEL TOMO II DE LA COLECCIÓN DOCUMENTOS DE LA MISIÓN DE CIENCIA, EDUCACIÓN Y DESARROLLO: EDUCACIÓN PARA EL DESARROLLO (PP. 115 SS.) PRESIDENCIA DE LA REPÚBLICA -CONSEJERÍA PARA EL DESARROLLO INSTITUCIONAL- COLCIENCIAS. SANTA FE DE BOGOTÁ, D.C.. 1995.

Un Manual Para Ser Niño De Gabriel García Márquez de (1995), en la época del colegio en donde nos integramos nos podemos dar cuenta que en las horas de clases nos poníamos a pensar, a arrancar hojas a dibujar y esperar a que sea la hora, para salir al descanso a jugar con nuestros amigos, a correr o jugar a la lleva u otros juegos que nos divertían mucho.

Actualmente esto se ha perdido por lo que podemos ver en esa sociedad globalizada, los niños en sus horas de descanso y horas extracurriculares, se ponen a escuchar música con sus iPod, mp4, laptops etc. Niños y niñas siguen este patrón de la nueva era de la globalización, quitándole así su imaginación, espontaneidad y su creatividad.

García Márquez, en este documento nos hace reflexionar que el arte, las letras, la creatividad son emocionales y sentimentales para los niños. Es muy importante saber que el autor nos quiere recalcar las facultades y diferentes habilidades que tienen los niños para ver más allá de la realidad de un mundo, mágico y creativo que los padres no pueden llegar a ver. A medida que el tiempo va pasando desaparecen porque ya no son necesarias para los niños. Una frase del autor que podemos resaltar es “se nace siendo escritor pintor o músico”, muy cierto esto ya que los niños nacen con una vocación solo que ellos no saben. Hay que ayudarlos en el proceso de su formación académica para así descubrir su vocación.

El autor del texto pretende que en las universidades y en los colegios se incentive más la cultura, ya que se está viendo la perdida de esta por la tecnología; este es un problema de gran diversidad que afecta a todos por igual, debido a que no pensamos en las generaciones futuras que crecerán sin conocer la cultura de sus lugares de origen.

La cultura no debiera ser centralizada si no que cada región imparta su propia cultura a las diferentes escuelas y universidades, pues ya que cada región tiene sus tradiciones, expresiones artísticas etc. Que empiece por educar a los padres y maestros para que a los niños los preparen en una escuela en donde la creatividad y la curiosidad se preserven.

La lectura y la escritura son temas que actualmente están dando mucho de qué hablar para los escritores, pues ellos ven que el futuro del mundo, los niños y la juventud, se interesan por cosas lejanas al arte de escribir y leer. Escritores como Gabriel García Márquez, José Saramago y Mauricio Pérez Abril, quienes analizando el tema desde sus perspectivas tratan de crear en las personas una conciencia artística puesto que consideran que esto una gran problemática dentro de la lectoescritura.

Gabriel García Márquez nos inquieta cuando dice "¿para qué sirve la cultura?, ¿cuánto cuesta la cultura?, ¿para quién es la cultura?, y ¿cómo se debe tomar la cultura?”. El autor nos está dejando un espacio para pensar en realidad ¿qué pasa?, si aquí en Colombia tenemos tanto paraísos naturales, tanta cultura y no la hemos aprovechado como se debe. Aquí en Colombia en los colegios y universidades se ve muy poco el incentivo hacia la cultura, así que este es un tema de gran diversidad que afecta a todos por igual, debido a que nos ponemos a pensar sobre las futuras generaciones sin cultura y recibiendo enseñanzas artificiales como son esas clases de colegio y universidades en donde ponen lecturas aburridas que en la mayoría de casos nadie quiere leer; Gabriel García Márquez, nos dice que “este problema es de la vocación y las aptitudes” ya que nuestros padres desde niños no las esconden muchas veces cortando nuestras alas de realizar nuestros deseos, de hacer lo que a uno como ser humano sociable y razonable quiere hacer. Las personas hoy en día no les gusta leer y cuando tienen esa obligación, no lo hacen de la mejor manera sino por salir del paso. Pero debemos darnos cuenta que en el entorno en que nos encontramos necesitamos comunicarnos a diario, y es la lectura quien afianza este método. Por lo que en todas las instituciones deben fortalecer estas dos técnicas que son la lectura y la escritura, para así crear ese habito en todos los estudiantes y de esta manera implantar de ellos una mejor formación académica que les sirva en el ámbito del estudio y de la vida misma. Es por eso que todas las personas debemos empezar por dejar esos pensamientos sin sentido sobre la lectura y escritura, y debemos fortalecernos en esos aspectos, ya que de esta manera nos enriquecemos de conocimientos y aprendemos cosas nuevas. Y a partir de allí, tendremos conocimientos para saber cuáles son realmente las aptitudes y habilidades que tenemos que contribuirán a elegir una vocación. En la etapa del niño en esa etapa del colegio en donde nos integrábamos en horas extracurriculares a pensar o simplemente arrancar una hoja y dibujar millones de garabatos que no le damos una explicación alguna solo el trazar rayas sin control y esperar que la profesora diera la orden de empezar clase o simplemente que saliéramos al recreo a jugar en esas horas que recuerdo con ansia alguna correr detrás del otro para pegarle la “yeba” y entrar de nuevo a clase eso es lo que solíamos hacer cuando éramos niños. Ahora ya todo es diferente la tecnología es nuestra aliada y está a nuestro alcance inmediato dejando a un lado las bellas artes de las letras. el dibujo entre otras cosas que han cambiado el patrón comportamental de los niños y siguiendo tal vez el patrón de la nueva era la ciencia que permite hacer las cosas más fáciles, los niños no salen a jugar al recreo sin su iPod o su video juego favorito quitando a si espontaneidad, imaginación, entre otras

Gabriel García Márquez hace precisar que las artes y las letras son emocionales y sentimentales

teniendo en el niño aptitudes y actitudes siendo estos algo que pasara inadvertidas para sus padres despistados y sus fatigados maestros. Que no les dan importancia a estos pequeños niños del mañana sabiendo que estas actitudes y aptitudes son lo que ellos reflejan para escoger tal vez su carrera profesional o su futuro de vida. Se dice que la persona nace con vocación para lo que le gusta en la vida ya sea pintor escultor arquitecto profesor esto se lleva en la sangre y se empieza a llenar con todo el esfuerzo y el aliento del niño cuando está en su etapa de crecimiento y desarrollo aquí es cuando el maestro, Amigos, padres influyan y les ayuden en lo que más puedan para que este sueño se haga realidad. Que interesante unir la vocación con la aptitud, su resultado, un artista perfecto en cualquier campo de las artes. Se dice que todo se hace con vocación a las cosas se nace con el don de hacer las cosas, pero si no hay ninguna de estas e dos es a lo que se llama una carrera inequívoca en donde se pinta sin tener inspiración, el que se canta sin tener la vocación será que los maestros están preparados para tener el valor de reconocer las actitudes y las aptitudes de aquellos niños que nos están informando que es lo que les apasiona o cual será su carrera a futuro. Tal vez pienso que no están preparados para afrontar tal responsabilidad ya que los padres por sus trabajos, o los maestros por dar una clase magistral pasan por alto tantas cosas que hay que analizar en ellos como aptitudes y actitudes que desarrollan a través de cosas como las artes. Por ello, los que logran defenderse de los adultos en el aprendizaje de las artes y las letras se ven forzados a hacerse solos y a la brava.  En pleno siglo XXI tenemos una gran colección de carreras universitarias por escoger, grandes trabajos por ejercer, pero la verdad en un 50% de estudiantes ejerce carreras escogidas por sus padres y ellos la siguen estas para no decepcionarlos y tenerlos contentos, pero ellos no se dan cuenta que obligan al niño o joven a olvidarse de abandonar el juguete favorito que llevan escondido en el corazón. También es cierto el drama de los que tienen que sentarse en el piano durante los recreos, sin aptitudes ni vocación, sólo por imposición de sus padres. Un buen maestro de música, escandalizado con la impiedad del método, dijo que el piano hay que tenerlo en la casa, pero no para que los niños lo estudien a la fuerza, sino para que jueguen con él.  No es una mentira para el mundo que los padres quieren lo mejor para nosotros, sus hijos, pero lo que no saben ellos que por hacer bien las cosas y por querer el bien para sus hijos están atrofiando tal vez a un futuro pintor, cantante, entre otros por su aptitud frente a un siglo que tiene renovación y tecnología por doquier dejan que esta atrofie su forma de pensar y ver el mundo evitando que sus hijos experimenten sanamente lo que es productivo para ellos y para su vida en el futuro. A éstos les complace sentir que se hicieron solos. Los maestros lo resienten, pero admiten que también ellos lo dirían. Tal vez lo más justo sea decir que todos tienen razón. Pues tanto los maestros como los alumnos, y en última instancia la sociedad entera, son víctimas de un sistema de enseñanza que está muy lejos de la realidad del país.  De modo que antes de pensar en la enseñanza artística, hay que definir lo más pronto posible una política cultural que no hemos tenido nunca. Que obedezca a una concepción moderna de lo que es la cultura, para qué sirve, cuánto cuesta, para quién es, y que se tome en cuenta que la educación artística no es un fin en sí misma, sino un medio para la preservación y fomento de las culturas regionales, cuya circulación natural es de la periferia hacia el centro y de abajo hacia arriba. Para nadie es un secreto que la letra siempre ha entrado con ensayos sinapsis y obligados teniendo a si en partes de ventas los resúmenes de aquellos libros que son un quebradero de cabeza, pero a qué se debe esto ¿tal vez a la falta de motivación a el estudiante? a coger un libro por sí solo y leerlo hasta el final y sacarle provecho sin tener una pauta para este ejercicio tan provechoso. Sería ideal que un niño dedicara parte de su fin de semana a leer un libro hasta donde pueda y hasta donde le guste -que es la única condición para leer un libro-, pero es criminal, para él mismo y para el libro, que lo lea a la fuerza en sus horas de juego y con la angustia de las otras tareas. Se dice que, nadie enseña a escribir, salvo los buenos libros, leídos con la aptitud y la vocación alertas. El texto es una invitación a la reflexión y a la discusión, a la vez que una prueba de la voluntad polemista del autor, presente en muchos de sus discursos y artículos periodísticos.

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