VICENTE SALIAS

IMPORTANCIA DE VICENTE SALIAS

Vicente Salias representa para el venezolano de nuestro tiempo la idea de patria como sentimiento, Él encarna la identificación del pueblo con su patria desde el mismo momento que se le presenta como autor de la letra del Himno nacional y, en particular, porque los venezolanos de hoy, desde el inicio de sus jornadas al amanecer y a lo largo de todo día, escuchan por todos los medios de comunicación radial y televisivo la frase: “A continuación las gloriosas notas del Himno nacional de Venezuela, Letra de Vicente Salias y Música de Juan José Landaeta”

Se puede decir que de Vicente Salias y de su familia entera que fueron un ejemplo de participación unida en las luchas del bando patriota.

Participó en la Guerra de Independencia, con una actuación bajo perfil, sin mayores expectativas de sobresalir como dirigente político, ni como militar. Su papel estuvo centrado en la difusión de las ideas independentistas a través de la prensa, del panfleto de calle, y es por esta intervención por lo que se le acusa al final de su presidio y por la cual es fusilado.

Participó activamente como agitador y propagandista a través de la difusión de las ideas patriotas y en pro de la emancipación, así como también en difundir los acontecimientos que se sucedían en el curso de la guerra mediante la prensa de la época. Inmediatamente tras la llegada de la prensa escrita a Venezuela en 1808 se muestra su poder con gran intensidad como medio de comunicación para hacer llegar las ideas políticas a todos los sectores del pueblo para deteriorar y hacer daño al enemigo.

En adelante se habría de convertir en el publicista y propagandista de la revolución

Médico, poeta, periodista, diplomático, héroe, mártir, nacido el año 1782, Salías dejó su huella eterna en los muros del Castillo de Puerto Cabello antes de ser fusilado.

"Voy a morir por patriota, y en este instante, mi último instante ante la muerte y la eternidad, yo llenaré mi último y más grato deber".

Los tambores redoblaron el rítmico sonido del cuero golpeando con furia, tratando de silenciar la voz de aquel hombre agigantado en la plataforma del instrumento de muerte. Más fuerte, más sonora, se escuchó la voz del Prócer:

"Rodeado de mis camaradas de Valencia y celebrando el 19 de Abril cometí el delito que hoy me sienta en este banquillo. Hoy, frente a frente con la muerte, oídme. Dios Omnipotente, si en el cielo admites a los españoles, renuncio al cielo".

Se graduó de médico el año 1799 a la edad de 17 años, considerado no sólo como un caso excepcional sino como el primer mantuano de importancia que se inscribió en medicina. Prestó valiosos servicios sanitarios, escribiendo siete trabajos sobre la materia. Después abandonó el ejercicio de la medicina.

En su condición de poeta es digno de señalar su magnífica

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