Vciente Fox

El arribo del Partido Acción Nacional a la Primera Magistratura en el año 2000, teniendo como candidato al

exgobernador de Guanajuato, Vicente Fox Quesada, fue para algunos la culminación política de la democra

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tización; mientras para otros constituyó un falso dilema considerar que la democratización debería implicar

forzosamente la derrota de determinado partido.

Lo cierto es que iniciar con tres años de anticipación la campaña hacia la Presidencia representó un capital

político importante y al parecer seguirá teniendo este significado, porque permite a la sociedad familiarizarse

con el candidato. En el pasado priísta sucedía lo contrario: “quien se movía no salía en la foto”, pero además

no obtenía los apoyos necesarios.

Al arribar un Presidente de la República de signo distinto al PRI pudieron testificarse los hechos siguientes:

- La normalidad democrática anunciada por Ernesto

Zedillo, toda vez que no aparece vetado ningún cargo

de elección popular a partido alguno.

- La experiencia de un presidente de signo distinto al

PRI.

- Las reacciones sociales ante el nuevo gobierno.

- La interlocución con gobiernos extranjeros.

- La aplicación de un modelo económico similar al de

los últimos sexenios.

- Los nuevos acuerdos y la gobernabilidad.

a) Inicio de la gestión foxista

No obstante que Vicente Fox contaba con lo que se

dio en llamar el

bono democrático;

es decir, ese capi

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tal político derivado de su asociación con la alternan

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cia, no se valoraron generalmente otros elementos

sobresalientes, como su triunfo con alrededor de 15

millones de votos, casi dos millones menos que su an

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tecesor y con un padrón electoral mayor, así como las

expectativas creadas en torno al cambio, las cuales

podrían traducirse en desencanto.

Aunado a lo anterior, pueden considerarse otros ele-

mentos notorios desde el inicio de su mandato, gene-

ralmente respaldados en la prensa y muchas de las

veces a partir de los sectores empresariales, como

son:

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