Vensidos
Enviado por josh01 • 18 de Septiembre de 2012 • Informe • 956 Palabras (4 Páginas) • 329 Visitas
Revelación y asombro para los europeos de los siglos XVI y XVII, fueron
las crónicas, noticias y relaciones de los descubridores y conquistadores
del Nuevo Mundo. Europa –continente antiguo, poseedor de larga
historia– mostró avidez por conocer las extrañas formas de vivir de esos
"pueblos bárbaros", que sus navegantes, exploradores y conquistadores
iban "descubriendo".
Los datos aportados, con espontaneidad o con doblez, por los
"cronistas de Indias", se recibieron en Europa con el más vivo interés.
Pudieron convertirse algunas veces en tema de controversia, pero nunca
dejaron de ser objeto de reflexión. No sólo los conquistadores y los frailes
misioneros, sino también los sabios y humanistas europeos, los
historiadores reales, intentaron forjarse imágenes adecuadas de las
diversas realidades físicas y humanas existentes en el Nuevo Mundo.
Los resultados fueron diversos. Hubo "proyecciones" de viejas ideas.
Se pensó, por ejemplo, que determinados indígenas eran en realidad los
descendientes de las tribus perdidas de los judíos. Tal es el caso de fray
Diego de Durán a propósito del mundo náhuatl. Otras veces las
relaciones e historias eran una apología más o menos consciente de la
Conquista, como en el caso de Hernán Cortés. En algunas crónicas
aparecen los indígenas del Nuevo Mundo como gente bárbara, idólatras
entregados a la antropofagia y a la sodomía, mientras que en otras son
descritos como dechado de virtudes naturales.
Ruta de los conquistadores
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Aprovechando las noticias que llegaban, se escribieron luego en
Europa historias con el criterio humanista propio de la época. Bastaría
con recordar las décadas De orbe novo del célebre Pedro Mártir de
Angleria, en las que tantas veces expresa su admiración al describir las
artes y formas de vida de los indios. O el impresionante cúmulo de
información de primera mano que acerca de las Indias allegó e incorporó
en su Historia General el cronista real Antonio de Herrera. En resumen,
puede decirse que la historiografía, no ya sólo española y portuguesa,
sino también francesa, inglesa, alemana e italiana, cobraron nueva vida
al hacer objeto de su estudio las cosas naturales y humanas del Nuevo
Mundo.
Pero, frente a este innegable estupor e interés del mundo antiguo por
las cosas y los hombres de este continente, rara vez se piensa en la
admiración e interés recíproco que debió despertar en los indios la
llegada de quienes venían de un mundo igualmente desconocido.
Porque, si es atractivo estudiar las diversas formas como concibieron los
europeos a los que, por error, llamaron "indios", el problema inverso, que
lleva a ahondar en el pensamiento indígena –tan lejano y tan cercano a
nosotros– encierra igual, si no es que mayor interés. ¿Qué pensaron los
hombres del Nuevo Mundo, en particular los mesoamericanos, nahuas,
mayas y otros al ver llegar a sus costas y pueblos a los "descubridores y
conquistadores"? ¿Cuáles fueron sus primeras actitudes? ¿Qué sentido
dieron a su lucha? ¿Cómo valoraron su propia derrota?
Es cierto que estas preguntas no podrán contestarse en todos los casos.
Mas, por lo menos, habrá algunas respuestas, tratándose de las culturas
indígenas que alcanzaron mayor desarrollo. Sus textos y pinturas por
una parte, y las relaciones españolas por otra, constituirán
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