Vida De Antenor Orrego
Enviado por lisa17 • 7 de Abril de 2014 • 880 Palabras (4 Páginas) • 449 Visitas
Página 1 de 6 »
Macedonio regresó a Lima en 1930 con su familia, ya larga de tres hijos, para quedarse a vivir definitivamente en su patria. En los meses siguientes –en agosto de ese año– se produjo la caída del régimen del Presidente Augusto B. Leguía y el país se halló sumido en una grave crisis económica. Mas tarde, en 1932, estallaría la revolución aprista de Trujillo que desencadenaría la prisión y persecución de los militantes de ese Partido, incluido su fundador Víctor Raúl Haya de la Torre y su hermano Agustín. Poco después de su retorno, Macedonio efectuó en los salones de la Academia Alzedo su primera exposición individual en la capital, causando sorpresa por la audacia plástica de sus obras que recogían las experiencias vanguardistas europeas. Este efecto fue mayor aún, si cabe, en un medio en el cual se había impuesto el “indigenismo”, tendencia o “escuela” conducida por su mentor y principal representante plástico el maestro cajabambino José Sabogal que impulsaba un figurativismo que rescataba y valoraba al hombre y el paisaje peruanos con especial énfasis en el universo andino. Su muestra fue expresión de una plástica muy personal que transparentaba las conquistas formales del cubismo y las peripecias iniciales del abstraccionismo. Macedonio abrió las puertas del Perú a la modernidad plástica, de la misma forma en que Ricardo Grau renovó profundamente al ambiente con sus planteamientos pictóricos al retornar al Perú –también de Francia–, y efectuar una notable exposición en la Galería “Brandes” en 1937. En esta línea de renovadores de la plástica peruana, aunque muy posterior a los mencionados, no podemos dejar de destacar a Fernando de Szyszlo, que también de regreso de París, en 1951, presentó obras de tendencia abstraccionista suscitando, como en el caso de Macedonio y Grau, reacciones y polémica. Fue esta pues una continuidad de tres décadas de aportes que vincularon, a través de estos maestros, las más poderosas corrientes contemporáneas al quehacer plástico nacional, cada uno por cierto en su medida y su carácter, y los tres bebiendo su experiencia de vanguardia en Europa, y particularmente en el París de la segunda a la cuarta década del siglo XX.
La primera exhibición en Lima de Macedonio ha sido descrita de esta forma por Juan Manuel Ugarte Eléspuru: “Fueron paisajes urbanos de lugares del viejo continente, algunos rurales y también retratos, aunque la figura humana no fue nunca motivo de su predilección ni de sus aciertos. El tratamiento de esas pinturas primigenias reflejaba naturalmente, en rasgos generales, las características importantes en la plástica europea de entreguerra: la Escuela de París y más aún las influencias de sintetismo cubistoide con reminiscencias cezannescas y del expresionismo alemán. Todo un mosaico de teorías y tendencias en procesos de amalgama de experiencias asimiladas.
...