Violencia en el fútbol. Garantizar la seguridad en los estadios de fútbol.

Garantizar la seguridad en los estadios de fútbol.

El tema a tratar es la violencia en el futbol argentino, es un pilar fundamental en el crecimiento que podemos dar, tenemos que trabajar para que las familias vuelvan a los estadios.

Los aspectos de salud, recreación, superación y competencia que el deporte lleva implícitos, contribuyen no solo al desarrollo integral del individuo sino también al incremento de la calidad de vida.

Este deporte, es uno de los aspectos que más contribuyen al desarrollo sociocultural, abarcando distintas materias como educación, salud, asuntos sociales, utilización del ocio, etc.

Sin embargo, siempre que se atribuyan funciones a un sistema o comportamiento social surgirán inevitablemente sus disfunciones. Y esto es lo que ocurre también en el ámbito deportivo, al formar parte del entramado de fuerzas e intereses sociales. Por ello, la violencia que acontece en las canchas, estadios y cercanías impide que el derecho al deporte sea ejercido de forma natural, saludable y que permita el desarrollo integral de los individuos.

La violencia en el futbol está presente cada vez con más frecuencia en Argentina. Antes, cada domingo era pasión y alegría, hoy, violencia y peleas. Había cuestiones de la sociedad que antes no se admitían, como vulgaridades, insultos, faltas de respeto, que ahora conviven con la población y se involucran con mayor frecuencia en los estadios, así como también, en la actualidad las amenazas han disminuido para convertirse en acciones directas, no existen límites, lacapacidad de reflexión.

Cuando se habla en términos generales de violencia y deporte, se debe hacer referencia a dos aspectos bien distintos: por un lado, la violencia propia del juego, protagonizada principalmente por los deportistas, y por otro, los actos violentos que tienen lugar alrededor del espectáculo deportivo, con los espectadores, aficionados y grupos de hinchas como actores principales. Casi nunca los episodios de violencia son improvisaciones, ni consecuencia de una reacción súbita ante una circunstancia que acontece en el terreno de juego. Otros deportes más permisivos con los choques físicos y más violentos, apenas suscitan problemas entre los seguidores. Este tipo de violencia y los comportamientos que se registran se ha convertido en uno de los temas de análisis de la Sociología del Deporte en los últimos años.

El objetivo fundamental en este tema introductorio es analizar el fenómeno de la violencia en el deporte y principalmente en el futbol desde la perspectiva sociológica, en cuanto al impacto social alcanzado.

Desde el comienzo del desarrollo del fútbol en Argentina, a fines del siglo XIX, los medios consideraron a la violencia como algo marginal al acontecimiento. Así, los incidentes aparecían en las coberturas en un segundo plano respecto de las noticias deportivas. El resultado del encuentro y la fiesta deportiva eran los elementos que prevalecían en las crónicas periodísticas. Con el tiempo, la prensa tomará la cuestión de la violencia como el eje central deldeporte, dedicando más espacio a las muertes y a los incidentes graves que a los encuentros futbolísticos propiamente dichos. Sin embargo, los medios rara vez darán cuenta de su lugar como actores en el mundo de la violencia en el fútbol. Pero a la vez, mediante sus discursos construyen un imaginario en torno a los hinchas y sus conductas que circula socialmente.

La participación de los medios en la cuestión de la violencia en el fútbol argentino cobra un papel importante inicialmente en los casos de López y Munitoli (1939) y en Linker (1958), ya que los cronistas ofrecen versiones de los hechos diferentes a la postura oficial. En ambos casos, se critica la actuación policial y se responsabiliza a los agentes de seguridad por los incidentes.

Las muertes de Díaz y Páez en Santa Fe en 1976 sería un ejemplo de cómo los medios de comunicación todavía daban cuenta casi exclusivamente de las versiones oficiales y de los comunicados de los distintos actores participantes. Así es como aparecen en la prensa las palabras de los dirigentes de Talleres, de Colón, del Gobierno de Santa Fe y del de Córdoba sobre el tema lanzándose acusaciones cruzadas. En 1983, la pelea entre las “barras”, término que aún aparecía entre comillas, de River y Boca que causó la muerte de Taranto hizo que los medios por primera vez dedicaran más páginas a los hechos de violencia que al desarrollo del partido. Así como se identificaba a las “barras” como grupos organizados, los medios avanzaron lentamente

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