ANALISIS DEL LIBRO AZUL

El LIBRO AZUL

Al intentar hacer un análisis de la lectura del Libro Azul se hace inminente las intenciones que tenía el Presidente Hugo Rafael Chávez Frías, con respecto a la necesidad de recuperar la conexión con lo originario y el subconsciente histórico del país. Este texto, escrito antes de la rebelión del 4 de Febrero de 1992, muestra la consolidación de un movimiento que, antes de pisar la calle, buscó un suelo más seguro en el pensamiento, en la lectura de los discursos de nuestros libertadores y sus maestros, y en los libros de derecho, política y filosofía.

Por esta razón, nos atrevemos a afirmar que poseemos gracias a la “desideologización” - término éste utilizado por Chávez para aludir a los pensadores contemporáneos en su inequívoca tendencia a buscar modelos en otras latitudes para importarlos e implantarlos en nuestra sociedad- , la existencia real de un modelo teórico con el cual se pueda debatir. Mientras se ha intentado mantener la idea de la “muerte de las ideologías” como mecanismo de clausura de todo espacio de discusión entre proyectos políticos alternativos, el Libro Azul –y, con él, el Plan de la Patria- no es otra cosa que la entrega transparente y clara de un proyecto de nación para Venezuela que, entre otras cosas, ofrece un espacio de apertura para la discusión teórica y el debate público entre diversos modelos de país.

En el texto se define la necesidad de recuperar la conexión con lo originario y con el subconsciente histórico. Ese originario no pretende reeditar el pasado o volver a vivirlo, sino conocerlo y comprenderlo. Y es, precisamente en este marco desideologizado que se invoca un modelo ideológico autóctono y proveniente de lo más profundo de nuestro origen y en el subconsciente histórico del ser nacional.

Por lo que en el texto se identifica claramente el pensamiento de Don Simón Rodríguez como la semilla de un proyecto de sociedad basado en la educación popular y en la creatividad. Simón Rodríguez concibe la i¬dea cónsona y optima de la República y en cierta forma modela las formas del Estado Nacional y las líneas geohistóricas de su proyección en el tiempo.

Con base en el pensamiento de Simón Rodríguez y su “disyuntiva existencial” resumida en la frase “inventamos o erramos”, se impone la acción creadora y la obligación de superar ese ir y venir de los modelos copiados. No hay alternativas: inventamos.

En este sentido, analizando un poco más a fondo el texto e intentado entender realmente la raíz filosófica del mismo, podemos ver como no solo el autor da la importancia que amerita a la historia, como elemento vital de transformación, sino que también mira lo grandioso del pasado y detecta tres elementos o raíces que servirán de motor para mostrar al mundo que, tenemos ejemplos de luchas que nos guiarán en el presente para conquistar la victoria futura, a saber: la bolivariana, la robinsoniana y la zamorana.

Una

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