ANALISIS ESCRITO DEL LIBRO “QUIEN SE HA LLEVADO MI QUESO”

UNIVERSIDAD MUNDO MAYA (UMMA)

TEORIAS Y MODELOS ADMINISTRATIVOS DE LA ACTUALIDAD

M. LAURO ERNESTO LÓPEZ LÓPEZ

A. RANDY AMÓS MENDOZA FLORES

-ANALISIS ESCRITO DEL LIBRO “QUIEN SE HA LLEVADO MI QUESO”-

23 DE NOVIEMBRE DEL 2022

OAXACA DE JUAREZ, OAX.

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¿QUIEN SE HA LLEVADO MI QUESO?

¿Quién se ha llevado mi queso?, esta pregunta es el título de un libro que cuenta la historia de un par de dúos enfrentándose a grandes cambios. Unos ratones optando por la intuición y la observación contra unos liliputienses que prefieren usar su inteligencia y guiarse por sus emociones. En cada parte de este, podremos darnos cuenta de todas las actitudes negativas que incluso nosotros tomamos en ocasiones. Asimismo, nos ejemplifican como se debe enfrentar el constante cambio, identificando los errores que cometemos como el temor y la negación. Para que al final, podamos aprender de ellos y prepararnos para el futuro tan inesperado.

Comenzando con el análisis, la historia nos transmite una idea muy cierta, los cambios en la vida suelen ser muy inesperados y complicados de afrontar. Nuestra responsabilidad es hacerles frente a estas variaciones para sobresalir entre el resto. Si trasladamos este contexto al mundo de los negocios, nos enfrentamos a una situación muy demandante. Como empresa, nos preparamos para acaparar todo el mercado o por lo menos competir dignamente en ellos. Nuestras estrategias influyen mucho en nuestro éxito y las maneras de enfrentar las adversidades tienen demasiada injerencia en el desarrollo que podamos obtener. Si no aprendemos a saber actuar de manera correcta ante distintos contextos, el fracaso es algo inevitable.

Nuestra historia comienza con dos especies completamente distintas, ambas con la necesidad de encontrar un queso radiante y lo suficientemente bueno como para satisfacer sus necesidades. Este queso lo podemos identificar como nuestro estado de confort, ese momento en el que nuestra empresa se encuentra en un gran momento, con un producto que exploto en popularidad de la noche a la mañana y que termina siendo nuestra fuente de vida. Si bien, esto ha pasado innumerables veces, se sabe que el éxito tiene un limite definido y si nada de este mundo es eterno, mucho menos lo será la popularidad de un producto.

Es muy importante remarcar esto, pues en la misma historia nos ejemplifican dos caras distintas enfrentando la misma situación. Por un lado, están los ratones intuitivos y poco conformistas, ejemplificando lideres que siempre están atentos a todo lo que pasa a su alrededor y como eso beneficia o afecta a los intereses empresariales. Por otro lado, se encuentran los liliputienses conformistas, personas que cuando consiguen la felicidad o incluso estabilidad, no se preocupan por los detalles que sucedan y mucho menos por el futuro que le espera. La felicidad es una sensación engañosa, si bien, sabemos que nos sentimos confortables en donde y como estamos, esto nos puede limitar y provocar que estas emociones se conviertan en distractores. Estos nos harían dejar pasar todo tipo de situaciones que podrían ser útiles para comenzar a organizar el futuro y adaptarnos a los cambios que vengan para el mañana.

Como podemos observar, ser intuitivo y no caer en relajaciones es el camino que todos los lideres deberían seguir. Como los ratones de nuestra historia, establecer una rutina balanceada, donde podamos prestar atención a cada aspecto de nuestra empresa, nos da un impulso para enfrentar futuras complicaciones. Siendo lideres, debemos saber actuar correctamente y comenzar con estas pequeñas actitudes es el primer paso para encontrar un nuevo queso cuando el que tengamos se haya terminado.

Siguiendo con la narración, nos trasladamos hacia una etapa muy conocida de un producto, la decadencia. Este momento puede ser el resultado de una falta de innovación, poca atención a la calidad o incluso a una mala administración del mismo. Para este tipo de situaciones, es importante estar atento a los detalles que poco a poco nos van mostrando indicios de esta decadencia, para así, actuar con anticipación y buscar alternativas, o simplemente entender y adaptarse al cambio venidero. Esto caso tiene en contraparte a los que descuidados que no se preocupan de los pequeños aspectos cambiantes. Cuando esto sucede, normalmente lo que vendemos ya no genera lo mismo, y hasta cuando observamos un descenso significativo nos preocupamos. Lo negativo, es que nos dimos cuenta demasiado tarde y no tenemos alternativas para solventar nuestras carencias. También, como cuenta la historia, nos aferramos al queso que alguna vez tuvimos, pensando en que regresara por sí solo, sumándole a esto una inexistente respuesta, marca el principio del final.

Como personas, tenemos muchos miedos, y temerle al cambio es uno de ellos. El sentirse satisfechos con lo que tenemos solo debe ser un aliciente para aspirar a mucho más, y diferenciar la actividad de la productividad es una manera de lograrlo. Asimismo, es tonto pensar que las cosas volverán a ser iguales si no actuamos, si no hacemos algo al respeto y nos la pasamos justificando nuestra ineficacia, en vez de observar mejoría solo veremos como todo empeora. En este mundo empresarial, el tiempo es muy importante y entre más rápido tratemos de solucionar la situación, menos impacto negativo tendrá este en nuestra empresa y mucho más rápido encontraremos el queso que previamente estábamos perdiendo.

Cuando logremos salir y adaptarnos al cambio nos espera una batalla contra las dudas. Siendo sincero, los pensamientos dudosos son un enemigo del cambio, esto porque vuelven a insertar el miedo en nuestra mentalidad. Es por esto que nuestra historia nos plantea la pregunta sobre qué haríamos si no sintiéramos miedo. La respuesta a este cuestionamiento es sencilla, no haríamos nada y seguiríamos negándonos al cambio. Suena contradictorio, pero no lo es, si bien, el miedo es un motivo para aferrarte a lo que un día fue nuestro éxito, este mismo sentimiento nos orilla a pensar en nuestra supervivencia, provocándonos limitaciones y a la vez intimidaciones que deberían ser desencadenantes de mejores actitudes y decisiones.

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