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ANÁLISIS DE LECTURA DEL LIBRO: LOS 7 HÁBITOS DE LA GENTE ALTAMENTE EFECTIVA


Enviado por   •  25 de Noviembre de 2015  •  Apuntes  •  7.427 Palabras (30 Páginas)  •  324 Visitas

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LICENCIATURA EN ADMINISTRACIÓN DE EMRESAS

ADMINISTRACÓN ORGANIZACIONAL

ANÁLISIS DE LECTURA DEL LIBRO: LOS 7 HÁBITOS DE LA GENTE ALTAMENTE EFECTIVA

FECHA DE ENTREGA: 18 DE ABRIL DEL 2015

OBSERVACIONES:

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CAPITULO I

Casi todos los libros de más o menos los primeros ciento cincuenta años se centraban en lo que podía denominarse la << ética del carácter >> como cimiento del éxito: en cosas tales como la integridad, la humildad, la fidelidad, la mesura, el valor, la justicia, la paciencia, el esfuerzo la simplicidad, la modestia y la <>.

La etica del carácter enseñaba que existen principios básicos para vivir con efectividad, y que las personas solo pueden experimentar un verdadero éxito y una felicidad duradera cuando aprenden esos principios y los integran en su carácter.

Pero poco después de la Primera Guerra Mundial la concepción fundamental del éxito pasó de la ética del carácter a lo que podría llamarse << ética de la personalidad>>. La ética de la personalidad en lo esencial, tomo dos sendas: una, la de las técnicas de relaciones públicas y humanas, y otra, la actitud mental positiva (AMP).

Parte de esas literaturas reconocía que el carácter es un elemento del éxito, pero tendía a compartimentarlo, y no atribuirle condiciones fundacionales y catalizadoras. La referencia a la ética del carácter se hacía de manera superficial; la verdad residía en técnicas transitorias de influencia, estrategias de poder, habilidad para la comunicación y actitudes positivas. 

Grandeza primaria y secundaria.

Si no hay confianza, o hay muy poca, faltaran bases para el éxito permanente. Solamente una bondad básica puede dar vida a la técnica.

Si queremos lograr realmente el dominio de las materias o desarrollar una mente culta, lo que hay que hacer es esforzarse honestamente día tras día.

Uno hace el esfuerzo y el proceso sigue. Siempre se cosecha lo que se siembra; no hay ningún atajo. En la mayoría de las interacciones humanas breves, se puede utilizar la ética de la personalidad para salir del paso y producir impresiones favorables mediante en encanto y la habilidad, fingiendo interés en los hobbies de las otras personas.

Finalmente, si no hay una integridad profunda y una fuerza fundamental de carácter, los desafíos de la vida sacan a la superficie los verdaderos motivos, y el fracaso de las relaciones humanas reemplaza al éxito a corto plazo.

Muchas personas con “grandeza” secundaria, es decir, con reconocimiento social de sus talentos, carecen de “grandeza” primaria, o de bondad en su carácter. Hay situaciones en las que las personas tienen fuerza de carácter pero les falta habilidad para la comunicación, y ello sin duda afecta también la calidad de las relaciones. Pero los efectos siguen siendo secundarios.

Lo que somos puede transmitirse con una elocuencia mucho mayor que cualquier cosa que digamos  o hagamos.

El poder de un paradigma.

Los <> de las personas altamente efectivas materializan muchos de los principios fundamentales de la efectividad humana. Representan la interiorización de principios correctos que cimientan la felicidad y el éxito duraderos.

Antes de que podamos comprenderlos realmente, tenemos que entender nuestros propios <>.

La palabra paradigma proviene del griego. Fue originalmente un término científico, y en la actualidad se emplea por lo general en el sentido de modelo, teoría, percepción, supuesto o marco de referencia. Es la forma en la que “vemos” al mundo, como percepción, comprensión, interpretación.

Se puede trabajar sobre la propia conducta: poner más empeño, ser más diligente, duplicar la velocidad. Uno puede asimismo trabajar sobre su actitud: pensar más positivamente a cerca de lo que intenta.

Las influencias que obran en nosotros (la familia, la escuela, lo iglesia, el ambiente laboral, los amigos, los compañeros de trabajo, y los paradigmas sociales corrientes, como la ética de la personalidad) tienen un efecto silencioso e inconsciente y contribuyen a dar forma a nuestro marco de referencia, a nuestros paradigmas, a nuestros mapas.

Esto plantea uno de los defectos básicos de la ética de la personalidad. Tratar de cambiar nuestras actitudes y conductas es prácticamente inútil a largo plazo sino examinamos los paradigmas básicos de los que surgen esas actitudes y conductas.

Todos tendemos a pensar que vemos las cosas como son, que somos objetivos. Pero no es así. Vemos el mundo no como es, sino como somos nosotros o como se nos ha condicionado para que lo veamos.

Cuanta más conciencia tengamos de nuestros paradigmas, mapas, o supuestos básicos, y de la medida en que nos ha influido nuestra experiencia, en mayor grado podremos asumir la responsabilidad de tales paradigmas, examinarlos, someterlos a la prueba de la realidad, escuchar a los otros  y estar abiertos a sus percepciones, con lo cual lograremos un cuadro más amplio y una modalidad de visión mucho más objetiva.

El poder de un cambio de paradigma.

Muchas personas experimentan un cambio de pensamiento análogo y fundamental cuando afrontan una crisis que amenaza su vida y de pronto ven sus prioridades bajo una luz diferente, o cuando asumen un nuevo rol.

Según decía Thoreau “Mil cortes en las hojas del árbol del mal equivalen a uno solo en las raíces”. Podemos lograr una mejora considerable en nuestra vida si dejamos de cortar las hojas de la acritud y la conducta y trabajamos sobre la raíz, sobe los paradigmas de los que fluyen la actitud y la conducta.

El paradigma basado en principios.

Los principios, son leyes naturales que no se pueden quebrantar.

Uno de los principios es el de la rectitud, a partir del cual se desarrolla todo nuestro concepto de la equidad y la justicia. Otros principios son: la dignidad humana, el servicio, la calidad o la excelencia, el potencial, el crecimiento, la paciencia, la educación y el estímulo.

Cabe mencionar que los principios no son prácticas, una práctica es una actividad o acción específica. Los principios tampoco son valores. Los principios son directrices para la conducta humana que han demostrado tener un valor duradero, permanente. Son fundamentales. Son esencialmente indiscutibles porque son evidentes por sí mismos.

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