ANÁLISIS DE OBRA: LA RESISTENCIA
Enviado por ansil172 • 15 de Noviembre de 2014 • 1.722 Palabras (7 Páginas) • 342 Visitas
EL HUMANO QUE ERES Y EL HUMANO QUE PODRÍAS SER
Bien, en primer lugar, dirijo mi saludo a la profesora Martha Silupu y a todas ustedes compañeras.
Todas nosotras hemos leído la obra la resistencia, una fantástica obra escrita por Ernesto Sábato y de la que estoy segura ha sido de nuestro agrado. Bien, ahora formularé algunas preguntas que espero despierte la curiosidad ¿Creen ustedes que habrá alguna diferencia entre ser un animal y no ser un animal? ¿Habrá alguna diferencia entre ser un hombre o ser una mujer? ¿Habrá una diferencia entre dar abrazos o no darlos? ¿Habrá una diferencia entre el sí y el no? ¿Creen que habrá acaso alguna diferencia entre ser humanos y el no ser humano? La gran diferencia entre el ser humano o no ser humano es que nosotros los “humanos” estamos dotados de un sinfín de virtudes, valores, conocimientos, el ser humano está dotado de la razón, y por ello las preguntas nos llevan a la reflexión.
Lo primero que les voy a pedir es que se den cuenta, que todas por la misma razón estamos orientados al pensamiento. Sí, pensando, siempre estamos pensando, justo en este momento habrán muchas que estarán pensando en qué estará haciendo la mamá para el almuerzo, en que ropa me voy a poner para la fiesta de este sábado, en que van a hacer en la tarde, etc, etc. Entonces estamos pensando, pensando, pensando pero pensando en cosas que ni importancia tienen en este momento. Ahora les voy a pedir que se imaginen, y que se imaginen a un animal y a un ser humano, un animal tiene dos ojos, una nariz y una boca, ¿y el ser humano? También, un animal tiene corazón incluso sentimientos. ¿Y el ser humano? Aquí entre nuestra controversia, ¿Tendrán los animales los mismos sentimientos que los humanos?
Vemos hoy en día un sinfín de casos donde las mamás abandonan a sus hijos, donde abortar es casi el alimento diario, donde las personas pasan más tiempo viendo televisión o usando algún artefacto eléctrico que conversando o interactuando entre ellos mismos. Pues bien, la razón es la siguiente, el hombre está perdido en el dialogo con los demás y así poco a poco también está perdiendo su sentido humano, a lo que quiero llegar con esto es que casi ya no existe un contacto humano. El dialogo y los encuentros que deberían formar parte de nuestros días se van desvaneciendo poco a poco en el olvido. El diálogo y los encuentros entre nosotros mismos permiten de manera versátil el surgimiento de todo un conjunto de sensaciones y sentimientos que embriagan a uno con una felicidad casi indescriptible. Por ejemplo, a nosotros, ¿acaso nunca nos ha pasado que nos sentimos solos y tristes?, y entonces basta con que una persona, ya sea amigo o algún familiar, hasta incluso un desconocido, nos salude, nos mire o nos sonría y casi por obra de arte a uno se le hincha el pecho de felicidad y atinamos a sonreír; eso es parte de la magia de estar vivos, de ser y sentirnos humanos y parte de un mundo.
A las personas de manera inconsciente se les están cerrando los sentidos, cada vez requiere más intensidad en su vida, ¿A que nos referimos con intensidad? ¿A tirarnos de un avión sin paracaídas? No, es ilógico. Ernesto Sábato nos expone en su obra que estamos tan sumergidos en este mundo de tecnología que poco a poco y sin darnos cuenta estamos perdiendo nuestra sensibilidad, más alejados de nuestros sentidos humanos y más compenetrados o esclavizados con la tecnología, es por todas estas razones que en nosotros solo queda esa sensación de soledad, ese vacío de sentimientos, los mismos que deseamos cubrir con la presencia de artefactos como celulares, computadoras, reproductores musicales entre otros. Por ejemplo y creo que a todas nos ha pasado que es de tarde y nos encontramos solas en casa, es ahí como una extraña sensación de miedo nos invade ¿miedo a qué? Al estar solos, entonces, de manera casi inconsciente corremos a encender el televisor o computadora, ponemos la música a alto volumen y así, de esta manera anestesiamos ¿nuestro temor o nuestra soledad?
Es por eso que me atrevo a decir que es más que un hecho que el hombre, al no tener contacto con su entorno llegue a sentirse solo. Por esta razón es que por necesidad recurrimos a miles de formas de expresarnos, queriéndonos hacer sentir, vivir, ser parte de y estar con alguien que n nos deje sumidos en una soledad. Caso ejemplo de esto encontramos en el libro “¿Hay alguien ahí?” un libro que habla de distintos casos en los cuales, los adolescentes decían y revelaban que el chat era un medio para desfogar su yo interior, todo lo que guardan de su diario vivir, y muchos de estos jóvenes tenían algo en común, una frase que mucho marcó en mi “Estoy aquí porque me siento solo”.
Nosotros como seres humanos somos seres sociables y por lo mismo necesitamos siempre contar con otra persona para poder comunicarnos y relacionarnos, expresar nuestros sentimientos, nuestras emociones, nuestras actitudes y que la otra persona también exprese y sienta lo mismo. Esto debe manifestarse en las familias,
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