ARGUEDAS PARA LA ETERNIDAD
Enviado por emiliofa123 • 30 de Agosto de 2012 • 2.175 Palabras (9 Páginas) • 529 Visitas
ARGUEDAS PARA LA ETERNIDAD
Jose Maria Arguedas, este año fue uno de los personajes más importantes para el Perú; este año fue reconocido y valorado por muchas personas, personas quienes antes apenas habían escuchado su nombre pero ahora se conocían toda su vida y obras.
Sin duda alguna para todas estas personas, Arguedas seguirá presente en sus vidas, y será recordado por siempre, generación tras generación lo conocerá y le dará su apreciación crítica, propia de cada una. Cada una de estas personas lo recordaran a su manera, cada persona interpretara sus obras según sus propias experiencias y según la idea que tenga de la vida; de esta e infinitas maneras, Arguedas quedara grabado para toda la eternidad como uno de los mejores escritores peruanos, máximo representante del indigenismo.
Siendo este año el Centenario de su nacimiento, todos conocemos ya parte de su vida, pasajes de su historia, el momento de su muerte; analizamos y criticamos sus obras; por esa razón creo que deberíamos intentar comprender a Arguedas, comprender sus ideas y pensamientos, y poder tratar de recibir el mensaje que dejo en cada una de sus obras.
Todas sus obras fueron espectaculares pero solo destacaremos a dos de ellas “Todas las Sangres” y ”El zorro de arriba y el zorro de abajo”.
Arguedas fue estudiado y criticado por muchos, realmente hay muchas ideas contradictorias entre lo que fue y no fue Arguedas, entre lo que el quería y lo que no, entre lo que realmente buscaba Arguedas y que no, en fin el único que puede saberlo es el mismo Arguedas, y tal vez podemos decir que es un escritor incomprendido, porque su mensaje no es exactamente claro, al leer sus obras nos damos cuenta que su lenguaje es muy complicado para muchos, y es por eso que le damos una idea equivocada y nos dejamos influenciar por muchos, pero debemos recordar que son solo opiniones y que cada uno de nosotros puede hacerse una.
Empecemos con la vida de Arguedas, el fue un niño muy abandonado, fue marginado por su propia sangre pero acogido por otra, el conoció la realidad desde muy pequeñito, tuvo que toparse muy rápido con la cruda realidad; y no solo conocerla sino vivirla. En este punto muchos creen que por esta vivencia que el tuvo, fue que pudo convertirse en el máximo representante del indigenismo y destacar entre tantos. Este pequeño pedazo de su historia es talvez el más importante en su vida, porque a partir de aquí nos lleva a pensar en la verdadera personalidad de Arguedas y a conocer sus raíces y orígenes.
José María Arguedas, cuyo espíritu estuvo atormentado y generoso, dulce e intimista, estaba profundamente identificado con lo ecológico, con los andes y en especial con los animales y el mundo mítico que ellos representan; es por eso que encontramos en su obra clásica y monumental Todas las Sangres que se inspira en toda la imaginería, tradiciones, rituales, importante historia y cultura andina del pueblo de Puquio como una experiencia vital. Los grandes músicos y danzantes andinos, especialmente los de Puquio y Huamanga se hallan representados de manera espectacular en la narrativa de Arguedas. Sobre Puquio y los comuneros de los cuatro ayllus nos dice que fue en ellos en quienes “sentí por vez primera, la fuerza y la esperanza”.
El Perú ha vivido siempre con problemas de mestizaje multicultural. Arguedas como mestizo heredero, de dos culturas que se excluían mutuamente entre sí, como son la hispánica y la india quechua se propuso reivindicar el valor de la cultura quechua (la cual amaba), y quería servir de mediador entre nuestra cultura y la cultura hispánica (dominante en el país).
Nos podemos dar cuenta una vez más que Arguedas se sentía acogido por los indios y por ese pueblo que sufría silenciosamente las injusticias de la vida y las clases sociales. Muchos critican su obra, hasta el propio Mario Vargas Llosa, que la califican de ser exagerada y a la vez piensan que su obra desunió más a las razas envés de empezar a crear lazos entre ellas.
Podemos resumir su vida: “Escritor y científico social peruano. Además de su actividad como novelista, destaco como traductor de la literatura quechua y estudioso del folclore de su país. A pesar de haberse desarrollado una oposición entre escritores de la costa y de la sierra peruana, el trabajo de Arguedas es particularmente meritorio, dado que siempre estuvo atento al desarrollo de estas dos grandes culturas (la occidental y la indígena).
Tales el caso de que, durante la década del 60, trabajo al lado del poeta Emilio Adolfo Westphalen y público muchos de sus artículos y ensayos en la revista Amaru, dirigida por este último.
Estudio en la universidad de San Marcos de Lima y publico su primera obra, Agua en 1935, una serie de cuentos. Su obra madura comprende las obras Los ríos profundos de 1956, Todas las Sangres en 1964 y El zorro de arriba y el Zorro de Abajo publicada en 1971, dos años después de su muerte.
Desencantado por los efectos de la política cultural de su país, trato de suicidarse en 1966 y al fin, el 28 de Noviembre de 1969 se disparo en la cabeza y murió cuatro días después, el 2 de diciembre.
A partir del hecho de la muerte de Arguedas, aquel suceso que termino con la vida de aquel gran escritor podemos darnos cuenta de muchas cosas. Podríamos empezar a pensar cuales fueron sus razones para quitarse la vida, pero las encontramos prácticamente en su propia obra, El zorro de arriba y el zorro de abajo, en la cual muchos comprenderán a Arguedas pero otros lo criticaran.
Algunos podemos pensar que fue un cobarde al quitarse la vida, un cobarde que estaba huyendo de la realidad, un miedoso que no podía aceptar la vida que llevaba y que no hay razón alguna para que una persona se quite la vida de un momento a otro, un insensible que no piensa en las muchas personas que lastimara y que hará sufrir a raíz de su muerte.
Todo comentario es valido, ¿pero realmente Arguedas es un hombre cobarde?
Al quitarse la vida en 1969, el autor de Agua (1935) dejó una novela inédita lista para la imprenta. Las circunstancias de su muerte y lo peculiar de su novela hicieron que la crítica se interesara en ella más como un testimonio de la vida del autor y de las circunstancias que le tocó vivir en un país convulsionado por la violencia, la pobreza, el olvido de las clases
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