“ATILA Y LOS SECRETOS DEL LIDERAZGO”
Enviado por Enrique Becerril Galindo • 18 de Junio de 2020 • Documentos de Investigación • 2.388 Palabras (10 Páginas) • 196 Visitas
“ATILA Y LOS SECRETOS DEL LIDERAZGO”
Al iniciar estas líneas, comencé a pensar que a estas alturas de mi carrera mal podría estar retomando cualquier inducción en asuntos de liderazgo, pues es evidente que debiera, sino ejercerlo con suficiencia, por lo menos entenderlo ya a cabalidad. Sin embargo, al revisar la hoja previa y el volumen de la lectura - a más de las exigencias que debe contener mi análisis sobre el particular - pensé en lo mucho que había escuchado sobre el tema y lo poco que sabía de Atila.
Ha sido pues el “Rey de los Hunos” (434 – 453) , un gran ausente. No solo durante toda mi formación, especialización y paso por cuanto foro académico – serio o no – he visitado, en pro de ese cargamento de grados académicos que el Oficial de hoy está obligado a sumar, sino incluso en cursos de alto nivel, como el de Estado Mayor Conjunto - en Lima – y mi Diplomatura de Estado Mayor OTAN, en Madrid. Este último, logrado a ritmo de “premio” por el primero, y en el que a más de hablar – por instinto de supervivencia - de competencias, inteligencia emocional y del versus Líder-Jefe, para no desentonar con esa clase militar, me fue ajeno el mal llamado Azote de Dios.
Por ello este libro - en opinión de muchos, joya del análisis transaccional – además de haber contribuido a fortalecer la discusión sobre este inagotable tema, aporta en mucho a esa maraña de conceptos, interpretaciones y ejemplos que sobre el particular abundan en la Web, Intellectuals Libraries y Videos Gurú, entre otros. De hecho, la tarea de Wess Robert no ha sido fácil, pues sobre este mítico huno abundan biografías escritas - en mayoría – por sus adversarios, lo que explica de alguna manera el haber sido casi marginado de esa casta de conquistadores que han escrito con sangre y gloria la génesis del verdadero liderazgo. Por estas razones, la revisión de la obra y su análisis, han merecido mi total atención y apasionamiento, pues valoran la reconstrucción hecha de la personalidad más controversial del Siglo V: ATILA.
En busca del autor
Habría que empezar definiendo si esta valoración se centra en lo que el autor ha escrito de su personaje, o en lo que Atila representa para quienes estamos en busca de sus aportes para el Liderazgo. Ciertamente, cualquier valoración sobre lo escrito de él, debe servirse de la contrastación documentada, en el marco estrictamente académico, para no terminar mitificándolo más.
En ese sentido, aun cuando la cátedra lo ha elegido, entre las decenas de publicaciones que han hablado sobre él, en estos 15 Siglos en que su estilo - por no decir prematuramente su legado - se ha mantenido vigente, es menester de todo crítico valorar al autor, con el único afán de fortalecer los postulados de quien él ha descrito como su líder metafórico.
Y sobre Wess Roberts hay, en mi opinión, tres fortalezas que lo posicionan como uno de los escritores que - por su perfil - bien podrían representar a los críticos más ácidos que pudiera haber tenido Atila. Nacido en los EEUU, hacia 1946, Robert alcanzó un Phd. en Psicología en Utah, habiéndose dedicado a la Psicología Experimental y análisis de factores conductuales implicados en el aporte de perfiles-prototipo de liderazgo, lo que lo faculta a profundizar objetivamente en la cuestionada personalidad de Atila. Es también, un licenciado del Army de los EEUU, que alcanzó el grado de Mayor, lo que le brinda la capacidad de identificar liderazgos-fuente o desestimarlos. Finalmente, Roberts es, desde los 90, uno de los escritores del “New York Times”, hecho que evidencia sus habilidades para la investigación.
Es pues un escritor reconocido, que ha logrado que sus obras – varias sobre Atila – sean traducidas a 24 idiomas, logrando posicionarlo como personaje de su metáfora, por haber logrado agrupar y conducir precisamente esas hordas salvajes, hacia una nación poderosa. Aun, a sangre y espada, en una clara muestra de conducción. Dejando la invitación para quienes se animen a reevaluar si la literatura formal, tal cual describe esas habilidades levantadas sobre los principios de liderazgo, hubiera alcanzado entonces para lograr que esos bárbaros los siguieran, sin tener ese innegable arte de dirigir a los demás.
¿Líder o conquistador?: Lo plausible de la apuesta metafórica.
Sobre Atila, como pasa con Genghis Kan, Tamerlán y el mismo Túpac Yupanqui, entre otros, los autores difícilmente suelen ponerse de acuerdo en varios puntos. Paradigmáticamente, muchos están en la idea de romper con la imagen de Atila como un líder con cualidades positivas. Los menos - Roberts entre ellos - eligen a Atila como un ejemplo, por lo menos de sus metáforas, aunque, para ser justos, habría que decir que los postulados puestos en boca de Atila, según se evidencia a lo largo de esta obra, carecen de vigor . Probablemente, porque escasea bibliografía escrita con mayor imparcialidad, lo que pudiera haber provocado que el autor - prolijo escritor de Best Sellers - lo mida por sus resultados, atribuyéndole sentencias - a tono de parábolas – que dan por descontado debieron haber formado, necesariamente, parte de los valores con los que este guerrero vivió, creció y conoció el éxito.
En todo caso, el crédito otorgado por el autor de “Atila: Los Secretos del Liderazgo”, construido a la luz de las 18 cualidades identificadas por él, en estas 15 secciones que contiene su obra, acreditan sobradamente esa guía estructurada que debe poseer todo líder, aun cuando reconoce en él a un personaje ambiguo. De hecho, los más críticos evaluadores de Atila, lejos de cuestionar estas cualidades como tales, (lealtad, valor, deseo, resistencia emocional, resistencia física, comprensión, decisión, anticipación, oportunidad, espíritu de victoria, seguridad en sí mismo, tacto, responsabilidad, credibilidad, tenacidad, fiabilidad y organización), buscan desacreditar al mensajero.
Para ser justos entonces, diremos que probado esta que fue un gran conquistador, rey irremplazable de los hunos y, sin dudas, gran motivador, pues a saber ninguno de sus jefes subordinados compartían de inicio los sueños de Atila de conquistar el mundo y crear una patria para los hunos, lográndolos convencer, luego de que sus objeciones fueran escuchadas y superadas, aun cuando también se ha dicho que el temor por sus vidas aseguraba su lealtad, conscientes, como eran, de la lógica superior de Atila.
Esto, a pesar de que pudiera resultar método legitimo para la supervivencia en la época, resulta también cuestionable, no solo porque es sabido que el botín y no el temor, animaban sus acciones, sino porque también hay evidencias de que el Jefe de los Hunos solía mostrar el perfil de un estadista y civilizador, actuando con prudencia, emprendimiento, diplomacia y espíritu
...