Acerca de la columna de hierro de Taylor Caldwell
Enviado por Nahie Dom • 28 de Enero de 2016 • Síntesis • 8.488 Palabras (34 Páginas) • 633 Visitas
La columna de hierro de Taylor Caldwell
Derecho civil
Nahiely S. Domínguez Domínguez
1er cuatrimestre de derecho
2do parcial
Capítulo 35
A su regreso a Roma Marco iba con Quinto y su fiel sirviente Sirio cuando fueron atacados e intentaron matarlo una vez más los atacantes mataron a Sirio, y Marco termino inconsciente pero gracias a las habilidades de Quinto pudo salvarlo y logro quitarles un anillo de serpiente, que era igual o el mismo que llevaban los primeros atacantes de Marco, así que muy triste por lo ocurrido a su llegada a la casa de Ático, Marco decide redactarle una carta a Julio para decirle lo indignado y triste que se siente porque cree que esto es algo que planeo Julio junto con sus amigos
Julio se enfrenta contra todos sus amigos y les repite que Marco está bajo su protección así que es intocable, después de esto le redacta una carta a Marco para decirle que se siente muy apenado por lo que le paso y para rectificarle que él no tiene nada que ver con lo ocurrido
Capítulo 36
El pro cónsul fue a interrogar a Marco puesto que después del atentado Quinto había estado diciendo cosas por todas las tabernas y él no quería que se distribuyera el rumos de que los atacantes eran Romanos aunque Quinto así lo decía pero el siendo un Pro cónsul no quería creer en la palabra de un Militar así que intento hablar con Marco pero este no sabía nada así que lo único que pudo decir es que algún día cobraría venganza
Como le llegó la noticia de que Quinto tendría un hijo a él le entro la idea del matrimonio y más después de que su madre le mandara una carta diciéndole sobre una buena mujer llamada Tencia quien ella creía sería buena esposa para Marco
Capítulo 37
Marco y Quinto se quedaron por seis meses en casa de Ático
Marco empezó unas clases de elocuencia y retorica esto le emocionaba porque creía que él se humano siempre tenía que seguir estudiando
Le dijo a sus padres que hablaran con Tenencia porque en cuanto el regresara a Roma se casaría con ella
Un día cuando Marco estaba sentado en la terraza uno de los mercaderes llamado Anotis que lo ayudo cuando lo atacaron llego para platicar con él y se empezaron a dar cuenta que tenían muchas creencias en común
Capítulo 38
Nos dice en este capítulo que Quinto se alegra de regresar a roma después del viaje que había realizado por Grecia, Asia menor y rodas, y dijo que estaba muy ansioso por abrazar a su esposa pomponea, a ella no la había visto desde hace más de dos años. Aún que sigue advirtiendo a marco que no se casara, Quinto le dijo que cuando se casara un hombre deja de ser libre, marco le respondió que ya era hora de casarse porque ya casi tenía 32 años y él ya quería tener una esposa y tener hijos. Marco quería a su padre, pero le fascinaba que fuera tan inocente, y estaba fastidiado consigo mismo. De nuevo se le ocurrió. Pensar, como hacia a menudo para consuelo suyo, que el hombre vive solo en su triste y espantosa soledad y que nadie puede penetrar en ella para darle un poco de calor. Helvia y marco a visitar la casa amplia pero modesta de Terencia, donde esta vivía con las parientes que le hacía de carabina. Debe causarle una grande impresión inmediatamente. Es de bueno augurio que Terencia me trate ya como a una madre. Contrariamente a lo que te ha dicho julio, la verdad es que ha tenido muchos pretendientes. Tu abuelo había aprobado la elección. Terencia se parecía mucho a Helvia porque les gustaba al igual la lectura de la administración, marco beso a su madre y le dijo porque se parece a ti se ha ganado mi corazón. Aquel curioso día de finales del verano había llegado ya al crepúsculo y en el cielo se estaba amontonando nubarrones. En el atrio fueron informados de que la señora Terencia había ordenado que sus huéspedes fueran conducidos hasta el jardín, donde se habían levantado una ligera brisa. Marco quedo impresionado favorablemente por la ausencia y buen gusto de la casa y entro en el jardín con su madre.
Capítulo 39
Los esponsales se celebraron del modo más razonable y sin ninguna ilusión. Marco habría de escribir más tarde a su amigo. De acuerdo con la costumbre hizo mechos regalos a terencia. Dándole regalos sumamente especiales para que se sintieran comprometidos ya que Terencia era una mujer con un aspecto no muy común ya que tenía unas manos como un hombre. Al llegarse el día de la boda terencia no quiso que nadie le ayudara al presentarse y al casarse se hizo una celebración por el casamiento de marco por la noche se había casi acabado todo marco escucho que los últimos sirvientes ya habías salido marco penetro en su cuarto para ver a Terencia pero cuál fue su sorpresa que Terencia ya le había ganado el sueño dormía como una inocente, marco se desnudó y se metió a la cama con ella pero al momento de quererla despertar Terencia se enojó demasiado como una chiquilla cuando la despiertan ella le dijo a marco que la dejara dormir porque estaba muy cansada, marco se voltio un poco molesto pero lo volvió a intentar pero ahora tomándole un pecho ya que eran firmes. Terencia se volvió a enojar y le dijo que no insistiera que mejo mañana porque estaba demasiada cansada. Marco pensó por un momento que se había equivocado en casarse con ella, ya que le paso por la mente en disolver su matrimonio pero trato de aguantar sus reproches por unos días hasta que se sintiera mejor ya que la veía como muy inocente del cómo se comportaba.
Capítulo 40
La casa de Julio era la mansión espléndida que se había hecho construir en las afueras de Roma, abundante en fuentes, estatuas, mármoles, oro y plata, vasos alejandrinos, cobre labrado y candelabros de bronce, flores, azules estanques, alfombras relucientes, colgaduras de seda, suelos de mármol, pinturas murales y libros, así como objetos traídos de todos los países del mundo. Ambos amigos estaban juntos en el florido jardín, con fondos de un verde oscuro, sombreado por los mirtos, encinas y cipreses, bajo un cielo más puro y claro que el de la ciudad. En el centro de un cuadro de césped había una gigantesca estatua negra de metal del dios egipcio Horus, hijo de Isis, en forma de halcón con las alas extendidas, sombreando la hierba. El poderoso pico se alzaba con arrogancia y las enormes alas parecían estremecerse bajo el sol. Julio sentía debilidad por Egipto y su arte y poseía muchos objetos valiosos robados en aquel país, entre los que figuraba la sagrada serpiente que mantenía oculta en su dormitorio. Le gustaba mirar el gran halcón y observar como su sombra avanzaba sobre el suelo. En esos momentos se sentía inspirado. De repente se ha vuelto muy pálida y que cayó desmayada ante el propio fuego sagrado de Vesta hace unos días, teniéndosela que llevar en brazos sus hermanas vestales. El pueblo cree que eso es el augurio de un desastre, ya que todo el mundo conoce a Fabia, la más bella de las mujeres, la más dulce y todos juran que con sólo mirarla se sintieron mejorados de sus dolencias. Por lo tanto, el hecho de que se desmayara, inmediatamente originó comentarios
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