ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

Act Metacognicion Filosofia Etapa 1


Enviado por   •  8 de Febrero de 2017  •  Documentos de Investigación  •  1.266 Palabras (6 Páginas)  •  544 Visitas

Página 1 de 6

ANGIE

Pues veo ahora, a lo largo del tabique, unos hombres que transportan, por encima de esa pared, toda clase de utensilios y figuras de hombres o animales, trabajadas en piedra, en madera, y en toda clase de formas; y es de suponer que entre los cargadores que desfilan, unos vayan hablando y otros estarán callados. Considera ahora, prosegui, lo que les pasaría si fuese liberados de sus cadenas y curados de su error, cuando, enconsonancia con su naturaleza les ocurriera lo siguiente. Cuando uno de ellos fuera desatado, y forzado derrepente a ponerse de pie, a volver el cuello, a andar y levantar sus ojos a la luz, y cuando, al hacer esto, sintiera dolor y no pudiera por estar encadenado, contemplar aquellas cosas cuyas sombras veian antes. Ahora bien, mi querido Glaucon, prosegui, este cuadro debemos aplicarlo exactamente a lo que antes dijimos. El mundo que no es patente por la vista habra que asimilarlo al local de la prision, y la luz del fuego que hay en ella a la accion del sol. En cuanto a la subida al mundo superior y a la contemplación de las cosas de lo alto, ponlo como el camino del alma en su ascensión al mundo inteligible, y no erraras con respecto a lo que constituye mi esperanza, ya que has manifestado el deseo de oirme sobre esto. Si eso no verdadero, Dios lo sabra. En cuanto a mi, he aqui como se me da lo que me aparece como evidente: la idea del bien, que con dificultad percibimos, en el extremo límite del mundo inteligible, pero que, una vez entrevista, aparece al razonamiento como siendo en definitiva la causa universal de todo cuanto es recto y bello; en el mundo visible, es ella la generetriz de la luz y del señor de la luz, y en el inteligible a su vez, es ella misma la señora y dispensadora de la verdad y inteligencia, y que, en fin, tiene que verla quien quiera conducirse sabiamente, asi en la vida privada como en la vida pública. Lo que dices, respondio, esta muy en su punto. Pues si todo eso es verdad, prosegui, abremos de deducir de ello la siguiente conclusión: que la cultura no es lo que ciertas gentes, que hacen profesion de enseñarla, pretenden que es. Dicen ellos, en efecto, que pueden poner el saber en el alma donde no se haya, como en unos ojos ciegos pusieran la visión. Lo que, por el contrario, da a entender ahora nuestro razonamiento, esque en el alma de cada uno reside la Facultad de aprender, asi como el organo a ello destinado, y que, del mismo modo que el ojo no es capaz de volverse de lo tenebroso a lo luminoso si no moviendo todo el cuerpo, asi también aquel órgano deve volverse, y con él el alma toda, apartandose de lo que deviene, hasta llegar a ser capaz de sostener la contemplación del ser y de lo que en el ser hay de mas luminoso, lo cual es, segundo lo declaramos, el bien.

En el mito de la caverna, Platón relata que existen unos hombres que desde que nacieron se encuentran atados del cuello y de las piernas, dentro de una cueva oscura. No sólo son prisioneros debajo de la tierra y su propia sombra, sino que además tienen un campo de visión limitado, ya que debido a sus ataduras deben mirar siempre hacia adelante. Hay una luz que ilumina su antro, emanando un fuego encendido por detrás de ellos, a una distancia considerable y elevada. Platón nos pide que imaginemos un camino elevado entre los prisionero y el fuego, camino en el que hay un muro. En la otra parte del camino, el elevado, pasan unos hombres que llevan toda clase de figuras y objetos, más grandes que ellos, algunos de ellos con forma animal y otros con forma humana. Estos hombres a veces hablan y otras no. Por su parte, los prisioneros no han podido ver más que esas sombras proyectadas por el fuego elevado en la caverna – como si se tratase de una pantalla de cine en la que transitan sombras – y faltos de una distinta educación, creen que esas sombras que ven son objetos reales, pertenecientes a su propia realidad. Glaucón, el interlocutor de Sócrates, asegura con total convencimiento que los encadenados consideran a las sombras de los objetos como reales ya que no tienen otra opción. Cada una de las cosas falsas que son proyectadas en la pared para ellos son verdaderas debido a su ofuscación mental y por la obnubilación de los sentidos. Tras eso, Sócrates se cuestiona qué sucedería si uno de los prisioneros fuese liberado y saliese al mundo exterior. En esa situación, tendría enormes problemas para acostumbrarse a la brillante luz del sol; por lo que para no quedar cegado debería buscar sombras y cosas reflejadas en el agua; y gradualmente se iría acostumbrando a mirar los objetos, para terminar de descubrir toda la belleza del planeta y el universo. Atónito por tanta información, sería capaz se contemplar las cosas con mayor nitidez, en el esplendor máximo de sus figuras y con la riqueza policroma al completo.

...

Descargar como (para miembros actualizados) txt (7 Kb) pdf (48 Kb) docx (460 Kb)
Leer 5 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com