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Adaptacion De La Divina Comedia Para Obra Teatral


Enviado por   •  15 de Junio de 2015  •  5.402 Palabras (22 Páginas)  •  7.642 Visitas

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Narrador: En las puertas de infierno, se encontraba Dante. Lugar en donde se encuentra los que vivieron sin gloria ni infamia. El cielo los rechaza por no haber hecho nada bueno, y el infierno los rechaza porque no hicieron nada malo. Su tormento es el olvido, desdeñados tanto de la justicia como el de la compasión, viviendo entre lamentos de dolor y de ira.

(Dante se encuentra perdido, angustiado. Camina por todo el escenario buscando una forma de escapar de aquel lugar, de aquella playa solitaria, aparece una pantera a un lado del escenario, Dante se aleja hasta llegar al otro lado asustado, pero de una forma lenta para pasar desapercibido, al otro lado del escenario se encuentra un león que lo veía con hambre rabiosa pero seguían sin moverse. Dante retrocede de espaldas con miedo hasta el centro del escenario, donde se encuentra un anciano)

*Este personaje entra en silencio cuando Dante se encuentra con el León*

Dante: Piedad de mí (grita) quien quiera que seas, sombra u hombre verdadero.

Virgilio: No soy ya más hombre pero lo he sido, mis padres fueron lombardos. Nací “sub Julio”, aunque algo tarde y vi a Roma bajo el mando del buen Augusto en tiempo de los dioses falsos y engañosos. Poeta fui, y cante a aquel justo hijo de Anquises, que volvió de Troya después del incendio de la soberbia Ilión (Hace una pausa) Pero, ¿por qué te entregas de nuevo a tu aflición? ¿Por qué no asciendes al delicioso monte, que es causa y principio de todo goce? (Dice mientras extiende un brazo haciendo énfasis en el lugar)

Dante: ¡Oh! (exclama sorprendido) ¿Eres tú aquel Virgilio, aquella fuente que derrama tan ancho raudal de elocuencia?

(Virgilio asiente sin mostrar expresión alguna)

Dante: ¡Honor y antorcha a los demás poetas! Válgame para contigo el prolongado estudio y el grande amor con que he leído meditado tu obra. Tú eres mi maestro y mi autor predilecto. Mira esa fiera debido a la cual retrocedía. Líbrame de ella, famoso sabio, porque a su aspecto se estremecen en mis venas y late con precipitación mi pulso. (Dice desesperado al borde del llanto)

Virgilio: Te conviene seguir otra ruta, si quieres huir de este sitio salvaje, (dirige su mirada a donde se encuentra aquellos animales) porque esa fiera que te hace prorrumpir en tales lamentaciones no deja pasar a nadie por su camino, sino que se opone, matando a los que se atreven. Es tan cruel y salvaje, sus necesidades nunca se ven satisfechas, al contrario, después de comer tiene más hambre que antes. Ahora, por tu bien, pienso y veo claramente que debes seguirme

(Al ver que Dante no dijo ni una palabra prosiguió después de una corta pausa)

Yo seré tu guía, y te sacaré de aquí para llevarte a un lugar eterno, donde oirás aullidos desesperados; verás los espíritus dolientes de los antiguos condenados, que llaman a gritos a la segunda muerte, veras también a los contentos entre las llamas, esperando a cuando la ocasión de conseguir un puesto entre lo bienaventurados. Es tu decisión el seguirme o no.

Dante: Poeta, te requiero por ese Dios a quien no has conocido, que me hagas huir de este mal y de otro peor; condúceme adonde has dicho, para que yo vea la puerta de San Pedro y a los que, según dices, están tan desolados.

(Virgilio emprende la marcha saliendo del escenario, mientras que Dante lo sigue)

*Se cierra el telón* * En la parte lateral del escenario debería haber un arbusto de cartón, en donde se va a esconder Beatriz y que también sirva para esconder a Dante y Virgilio*

*Se vuelve a abrir el telón* (Dante y Virgilio entran en escena, Dante pensativo y Virgilio con la misma expresión de siempre)

Dante: Poeta que me guías, mira si mi virtud es bastante fuerte antes de aventurarme en tan profundo viaje, quiero saber ¿Por qué he de ir? ¿Quién me lo permite? Yo no soy Eneas ni San Pablo; ante nadie, ni ante mí mismo, me creo digno de tal honor. Porque si me lanzo a tal empresa, temo por mi loco empeño. Puesto que eres sabio, comprenderás las razones que me callo.

Virgilio: Comprendo muy bien tus palabras, tu alma está traspasada de espanto, tanto que le retrae de una empresa honrosa como una vana sombra hace a veces retroceder a una fiera, cuando se introduce en la oscuridad. Para librarte de ese temor, te diré por qué he venido, y lo que vi en el primer momento en que me moviste a compasión. Yo estaba entre de los que se hallan en suspenso…

(Va contando Virgilio mientras se esconde con Dante detrás del arbusto, Beatriz sale de su escondite pero por el otro lado contrario en donde entraron)

(Beatriz camina con prisa pero con elegancia, de un lado a otro mostrando lo nerviosa que estaba, un momento más tarde, Virgilio sale por el mismo lado que Beatriz)

Beatriz: ¡Oh alma cortés mantuana, cuya fama dura aun en el mundo y durará mientras su movimiento se prolongue! Mi amigo, se ve tan embarazado en la playa desierta, que temo que se haya extraviado ya, y que yo haya acudido tarde a su socorro. Ve pues, y con tus elocuentes palabras, auxíliale tan bien, que yo quede consolada. Yo soy Beatriz, vengo de un sitio adonde deseo volver. Cuando vuelva a estar delante de mi Señor, le hablaré bien de ti y con frecuencia.

Virgilio: ¡Oh mujer de virtud única, por quien la especie humana excede en dignidad a todos los seres contenidos bajo aquel cielo que tiene los círculos más pequeños! Tanto me place tu orden, que si ya te hubiera obedecido, creería haber tardado.

(Beatriz se regresa a donde está Virgilio con los ojos anegados de lágrimas, susurrando palabras de agradecimiento, los dos vuelvan a esconderse en el arbusto, entrando por el mismo lado de por dónde salieron, Virgilio sale junto a Dante por el lado contrario)

Dante: (Exclama con gratitud)¡Oh! ¡Cuán piadosa es la que me ha socorrido! ¡Y tú, alma bienhechora que has obedecido con tal prontitud las palabras de verdad que ella te ha dicho! Ve, pues; que una sola voluntad que nos dirija, tú eres mi guía, mi señor y mi maestro. (Inclina la cabeza con respeto y sumisión)

(Salen de escena y se cierra el telón)

*En la próxima escena debería una especie de piedra con una inscripción en letras grandes que reza lo siguiente: “POR MI SE VA LA CIUDAD DEL LLANTO; POR MI SE VA AL ETERNO DOLOR; POR MI SE VA HACIA LA RAZA CONDENADA.ANTES QUE YO NO HUBO NADA CREADO, A EXCEPCION, DE LO ETERNO Y YO DURO ETERNAMENTE ¡OH VOSOSTROS LO QUE ENTRAIS, ABANDONAD TODA ESPERANZA!”*

(Dante entra de nuevo con Virgilio, Dante lee en voz alta y con temor la inscripción, después de leerla se dirige a su guía)

Dante: Maestro, el sentido de estas palabras me causa pena

Virgilio: Conviene abandonar aquí todo temor. Hemos llegado al lugar donde te he dicho que verías a la adolorida

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