Afiche de crónica de un niño solo

Durante los primeros días pasados la peste escarlata, el gobierno no sabía cómo responder ante la situación que se generó, además, gran parte del gobierno no había sobrevivido a la peste y por lo tanto no contaban con gran cantidad de gente para tomar las decisiones. Este mismo se diluyó al cabo de unos días, es decir, que no volvió a aparecer.

        Ante esta crisis que se generó en todo el mundo las empresas dejaron de fabricar sus productos, debido a esto, los sobrevivientes saquearon los locales de todo tipo, electrónicos, textiles, supermercados, en consecuencia de esto el dinero en todo el mundo dejó de circular y por lo tanto no tenía ningún valor monetario más que el simbólico que llevaban en sus memorias.

        Debido a los saqueos había una gran desconfianza entre los supervivientes de la peste ya que muchos se habían convertido en bandidos, olvidando así los principios que les inculcaron desde niños en la sociedad en la cual vivían y su cultura, dándole un giro rotundo a sus vidas.

        No solo se saqueaban los comercios, sino que también las viviendas dejándolas vacías. También se cometían actos de vandalismo como por ejemplo grafitear las casas o romper su estructura solo para marcar territorio, pero no todas las personas hacían esto, sino que había gente que daba indicaciones a los sobrevivientes mediante el grafiti en las paredes de las casas así podían llegar a lugares seguros.

        Comenzamos a vestirnos con lo que encontrábamos, ya que hacía mucho frio, y una tendencia como la moda nos dejó de importar ya que la necesidad de abrigo era mayor que el lujo que podíamos darnos.

        El transporte público, obviamente, dejó de circular ya que no existía una contraprestación para este servicio al perder el valor de la moneda. La gente debía transportarse de un lugar a otro mediante autos que encontraba si tenían nafta o gasoil, ya que generalmente las estaciones de servicio ya se encontraban sin nafta y gas. O sino debían caminar.

        Los objetos tienen un gran valor en este tiempo ya que, aunque no era muy complicado conseguirlos, no duraban para siempre, y al no tener las técnicas para crearlos nosotros mismos debíamos usarlos sabiamente para no malgastarlos.

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