América Latina: democracia, consolidación e instituciones - Mazzina

América Latina: democracia consolidación e instituciones – Mazzina

Introducción:

Desde 1989 a 2005 son 13 los mandatarios constitucionales que han tenido que renunciar en forma anticipada.

Desmoronamiento de gobiernos democráticamente electos en argentina, Bolivia, Perú, Paraguay y Ecuador.

Interrupción de mandatos constitucionales se torna en característica muy común de la región.

Tendencias plebiscitarias en toda América latina con nombres como cesarismo, bonapartismo, caudillismo, populismo, neopopulismo y otros. Creciente autonomía de presidentes con respecto al congreso, mayor concentración de poder para los primeros y un poder judicial cada vez menos autónomo. Parece ser que los mandatarios latinoamericanos tienen una obsesión: perpetuarse en la presidencia. Reina, no mandar, es su mandato.

Descredito de instituciones democráticas aumenta en la región, sombra del caudillo crece y extiende, se desconocen los límites y restricciones al poder escritas en las constituciones latinoamericanas.

La vigencia de la democracia en la región es acompañada por una fuerte debilidad institucional. Son democracias sub institucionalizadas, de baja institucionalización.

Instituciones y consolidación:

Luego del optimismo cuando se generó la tercera ola de democratización en los años 80, se dio paso al desencanto que generan las dificultades de la consolidación. Para la transición se utilizó la apertura de la escena política a partidos constituidos de manera libre y la celebración de elecciones libres y limpias. Sin embargo para consolidar la democracia esto no es suficiente.

Linz-Stephan “La democracia es aquella forma de gobierno en la que el derecho a tomar las decisiones colectivas es el producto de elecciones justas, libres y competitivas, donde las autoridad de los lideres democráticamente electos para tomar dichas decisiones no se encuentra sujeta a reservas de poder de otros grupos o instituciones no responsables democráticamente  y donde las autoridades electas gobiernan democráticamente.”

El primer elemento de esta definición exige las siguientes instituciones básicas: la libertad legal para formular y proponer alternativas políticas con derechos concomitantes de libertad de asociación, libertad de expresión y otras libertades básicas: competencia libre y no violenta entre líderes con revalidación periódica de su derecho a gobernar; inclusión de todos los cargos políticos en el proceso democrático y medidas para la participación de todos los miembros de la comunidad política.

También se deben incluir dos condiciones adicionales: (I) la ausencia de reservas de poder en manos de grupos o instituciones no responsables democráticamente y (II) el requerimiento de que las autoridades electas se gobiernes democráticamente.

La consolidación de una democracia tiene lugar cuando:

• Desde lo constitucional, todos los actores políticos están sujetos a la resolución de conflictos a través de las leyes, procedimientos e instituciones especificas creadas por el sistema democrático.
• Desde los comportamientos sociales, ningún actor social compromete recursos sustanciales para conseguir sus objetivos a través de la creación de un régimen no democrático o a través de la violencia o la intervención extranjera orientada a alterar los límites del estado.
• Desde las actitudes psicológicas, una fuerte mayoría de la opinión pública mantiene   la creencia de que las instituciones y procedimientos democráticos son la forma más apropiada de gobernar la vida colectiva en la sociedad.

O’Donell → la política de y en las nuevas poliarquías sufre enfermedades: transgresiones institucionales y corrupción. La segunda facilitada por la primera. La trasgresión del estado de derecho parece ser una nota particular en todos los regímenes políticos de la región. La falta de aplicación homogénea de la legalidad conlleva una distribución desigual de las cargas y beneficios que otorga el sistema jurídico formal y fomenta la aparición de una especie de régimen alternativo basado en la corrupción. “el poder es impunidad”.

La mayoría de los países latinoamericanos obtienen calificaciones muy por debajo de la media de los países desarrollados en todos los rubros de análisis (grado de accountability, de independencia judicial, de corrupción, etc).

Strasser → formar de gobierno que convive y se funde de algún modo a la democracia: La oligarquía, La burocracia de weber, La tecnocracia, La partidocracia y el neocorporativismo. La clase política sigue empleando viejos esquemas corporativistas y clientelares de la mano de sindicatos, asociaciones de empresarios y organizaciones campesinas afines. Por otro lado, los escándalos de corrupción y los altos niveles de impunidad suponen un duro golpe para la vida democrática de una sociedad política latinoamericana.

 Insuficiencia de las instituciones públicas implica que el estado y el proceso de adopción de decisiones y asignación de recursos públicos sigue cautivo de grupos o coaliciones que lo utilizan en su propio beneficio.

Borner, Brunetti y Weder → calificaron la debilidad o incertidumbre institucional como la “enfermedad de América latina”. Esta incertidumbre domina casi todas las decisiones económicas en América latina. Las recetas y explicaciones económicas tradicionales han subestimado este aspecto, recomendando disciplina fiscal,  reformas fiscales y devaluaciones del tipo de cambio para corregir los desequilibrios. No han tenido éxito porque no tuvieron en cuenta que la inseguridad institucional o jurídica se manifiesta en impredictividad de intervención de los gobiernos y en la indefinición y falta de garantía de cumplimiento de los contratos privados.

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