Análisis de Ethan Frome y el papel del silencio dentro de la novela

Sarmiento

Camila Alejandra Sarmiento Espinel

Escritoras estadounidenses del siglo XX

Claudia Motilla Vargas

31 de agosto de 2020

El sonido del silencio

Ethan Frome es una novela aparentemente sencilla. Una primera leída no sacaría más que la historia de un granjero enamorado de la sobrina de su esposa, quien vive con ellos por su orfandad a corta edad. Una trama simple, con un desarrollo y un desenlace sin mayor drama. La magia de Ethan Frome se encuentra en los detalles. Su autora, Edith Wharton, habla entre líneas con su audiencia y cuenta los más rigurosos detalles detrás de aquella apariencia simple que tiene su obra. Es aquí donde detalles como el clima, los escenarios, los personajes secundarios y hasta el silencio cobran vida, y le muestran al público lector que debe leer con más cuidado. A continuación, se hará un análisis sobre el papel del silencio dentro de la novela.

Es innegable que la novela se caracteriza por un ambiente lúgubre creado dentro de un invierno intenso y constante. Tanto los personajes como su entorno se caracterizan del mismo modo, pues el pueblo estaba lleno de personas con dolencias (Wharton 75). No obstante, la historia comienza con el protagonista, quien se muestra como un hombre ya bastante viejo y silencioso. El aspecto educado del hombre, la edad que no corresponde a su físico, los misteriosos silencios y prevenciones que despierta su presencia en los demás, su vida casi aislada en una destartalada granja con dos mujeres, llevan a preguntarse al ingeniero por qué sigue viviendo en un sitio de donde, como dicen los lugareños, «casi todos los listos se marchan» (Wharton 24). Con sólo un vistazo a Ethan, el narrador ya puede notar una característica esencial: su silencio. Su primer contacto no pasa de unas cuantas palabras y su vida permanece en anonimato.

Aun así, el siguiente capítulo salta 20 años en el pasado y nos muestra a Ethan Frome bastante diferente. Desde joven, Ethan muestra una aversión al silencio, pues “a veces, cuando su hijo [Ethan] preguntaba desesperado por qué no decía algo…”, se puede notar cómo el repentino silencio de su madre envuelto en el invierno de Starkville era agobiante para Ethan. De hecho, una de las razones por las que Ethan Frome se casó con su esposa fue porque “la locuacidad de Zeena era música para los oídos de Ethan después del mortal silencio del largo encierro”.

Sin embargo, el tiempo robó las palabras de esta mujer y devolvió el silencio a la casa de los Frome, cosa que Ethan no podía soportar. Sin Zeena para devolver el sonido, Ethan recurrió a Mattie. Tal como lo describe, Zeena devolvió el ambiente hogareño con su voz dentro de la casa, pues sabía cómo encargarse de las tareas del hogar. Sin embargo, cuando ella empezó a enfermar y abandonó sus tareas, fue cuando Mattie tomó el control de la casa y devolvió la calidez del hogar.

Es así como el silencio gobernó la vida de Ethan desde sus primeros momentos. Con el accidente de su padre, Ethan empezó a huir del silencio, buscando refugio en las mujeres de su vida: primero buscó a su madre, luego a su esposa y finalmente a Mattie. El silencio representaba un encuentro de Ethan consigo mismo, implica reconocerse y analizarse (cuando la señora Hale le muestra que ha sufrido y él no lo sabía) como un individuo integral, cosa que Ethan no se podía permitir. El silencio se convirtió en su peor enemigo y le hizo perder todo aquello con lo que alguna vez soñó. El silencio lo encadenó a los inviernos de Starkfield por 20 años.

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