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Análisis libro Del Amor y Otros Demonios.


Enviado por   •  1 de Mayo de 2016  •  Resumen  •  3.033 Palabras (13 Páginas)  •  496 Visitas

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Resumen.

Del Amor y Otros Demonios

Capítulo I

En el mercado, entró un perro el cual mordía a todo aquel que pasaba por el lugar, una de sus víctimas fue Sierva María de Todos los Ángeles, quien era hija del marques Casalduero y de Bernarda Cabrera; Bernarda sufría de tuberculosis tenía que tomar antibióticos. Una vez que retornaron a su casa Sierva maría y su esclava no le dijeron nada a Bernarda sobre la mordida de perro que sufrió, pero en cambio sí le contó que había vendido a una esclava y que el valor era tal que había recibido su peso en oro. Horas después se escuchó mucho bullicio y fuegos pirotécnicos, Bernarda salió al patio a ver lo que sucedía, y al igual salió el marqués, los esclavos estaban afuera ya que eran ellos los que celebraban la fiesta, el marqués pregunto a los esclavos de que era la fiesta, y uno de ellos le respondió: hoy 7 de diciembre es el cumpleaños de Sierva María, día de San Ambrosio. La hija del marqués Sierva María siempre festejaba su cumpleaños en el patio con los esclavos ya que los consideraba como su familia. Tiempo después la esclava le avisó a Bernarda que un perro había mordido a Sierva María, pero ella se olvidó enseguida de lo que le había contado. Cierto día una anciana india llamada Sagunta tocó a la puerta del marqués y le conto que el perro había mordido primero a su hija y luego a unas cuantas personas más y que este estaba contagiado de rabia entonces el marqués se dirigió hacia donde Sierva y le pregunto que si era verdad que el perro había la había mordido y ella lo negó rotundamente, pero por la noche Bernarda le contó al marqués que Sierva había sido mordida por el perro. Enseguida el marqués se dirigió  hacia donde Abrenuncio, quien era su médico de confianza, los cuales se pusieron de acuerdo para revisar a Sierva, luego de visitarla el médico dijo que no estaba seguro de que si Sierva hubiese contraído rabia. Mientras tanto su madre conoció a un esclavo en el mercado y lo compró, le acomodo una habitación alado de la suya, un día Dominga la esclava los encontró acostados revolcándose en el suelo de su habitación, al ver esto, por la noche Bernarda amenazo a la esclava Dominga, pero el marqués ya se había enterado, al siguiente día Dominga amaneció muerta, entonces el marqués ordeno a una criada que vaya a acompañar a Sierva  al mercado para que la cuidara como lo hacía Dominga.

Capitulo II

El marqués Casalduero tenía un hermano Ignacio, los cuales eran hijos del primer marqués. Ignacio deseaba casarse con Dulce Oliva quien estaba un poco loca, pero su padre el primer marqués se lo prohibió ya que si lo hacia lo desterraba de toda herencia entonces como el renuncio a su verdadero amor, su padre le decía que debía casarse con una heredera del trono de España. Al cabo de un tiempo  Ignacio termino por casarse con doña Olalla de Mendoza quien al año murió debido a que un rayo le cayó mientras estaban tocando debajo de un árbol de naranjo, mientras Ignacio regresaba del cementerio una nevada de palomitas echas en papel tenía una frase escrita en ellas que decía ‘ese rayo era mío, Dulce Oliva.’ Siempre que podía se escapaba del manicomio para limpiar la casa del marqués por las noches. Luego de un año se casó con Bernarda con la cual tuvo su hija llamada Sierva María, Bernarda se la dio a Dominga para que la criara ya que desde que la vieron no la querían, y así sucedió la niña se crio con los esclavos, los consideraba como su única familia con lo cual aprendió muchas cosas de ellos, cuando Dominga murió Bernarda le dio su habitación a Sierva. Mataron a Judas ya que se enteraron de que había sido un ladrón. Abrenuncio visitaba regularmente a Sierva para saber cómo se encontraba. El marqués se propuso enamorar a Sierva María y al cabo de un tiempo lo logro, el marqués la llevo a muchos médicos y curanderos y lo único que consiguieron fue que la situación empeorara ya que tenía el tobillo hinchado debido a tanto estropeo producido por cada médico y curandero. Al ver esto el marqués convenció al obispo del pueblo para que internaran a Sierva en un convento, asique el obispo hiso público de  que Sierva estaba trastornada y fantaseando. El domingo de ramos la llevo pronto a la misa y después fueron hacia el convento dejando como un único y ultimo recuerdo de como ella se iba alejando cojeando por el corredor del jardín sin voltear a ver atrás.

Capítulo III

En un pabellón del convento encontraron a Sierva María enseguida una monja la llevo hacia el jardín mientras que dos más intentaron quitarle los anillos y collares, mientras la una le quitaba el collar, la otra le intentaba sacar el anillo pero Sierva le mordió la mano mientras lo hacía. Mientras Sierva terminaba de comer una de las esclavas reconoció uno de sus collares y enseguida se la llevaron a la cocina y empezaron a hablar le preguntaban de que como se había hecho aquella herida en el tobillo y ella con desprecio contesto que con un cuchillo se lo había hecho su madre. Al final le preguntaron cómo se llamaba y Sierva les dijo su nombre de negra María Mandinga. La superior del monasterio Josefa Manadi no sabía que Sierva estaba con las esclavas, su reacción fue predecible cuando le avisaron que iría la hija del marqués, la superior de monasterio es decir la abadesa quería ver a Sierva pero era muy difícil encontrarla, Sierva estaba cantando y era la única voz que se escuchaba en el corredor,  llamó la atención de la abadecia quien en esos momentos hacia la siesta, asique se dirigió rápidamente hacia una monja a quien pregunto qué de quien era la voz y le respondió que era de la niña que había traído un día antes el marqués. La superior salió corriendo hacia el corredor siguiendo la voz y cuando Sierva María la vio se calló repentinamente, la superior le dijo cosas muy graves pero Sierva ni siquiera dijo tan solo una palabra, se la llevaron a la fuerza hasta una celda en el último pabellón y la dejaron allí atada con una guardia. Una criada intento robarle los collares, la forzó a soltarlos apretándole la muñeca, al día siguiente que la criada volvió la encontró durmiendo encima de su colchón destrozado por los dientes y uñas y con unas ramas de paja a su alrededor, varias superiores intentaron robarle sus cosas pero las guardias se las sacaron ya de allí. Todos en el convento quería visitar la celda de Sierva, la primer visión que tuvo el obispo de la niña no fue buena y le dio el caso a Delaura pero luego la actitud de Sierva cambió

 

Capítulo IV

El obispo creía que la Sierva estaba poseída pero Delaura le dijo que no, aquella noche el padre de Delaura fue invitado por el obispo para presenciar el eclipse, el medico había puesto un parche en el ojo a Sierva mientras Delaura volvía al convento sin haber convencido al obispo de que Sierva no estaba poseída. La madre Josefa Miranda solicito a los clérigos que librara a las clarisas de la custodia de Sierva María. El nuevo virrey don Rodrigo de Buen Lozano llego al final del mes, todo el convento fue registrado por la virreina, visito hasta las celdas de las poseídas, el interés de la virreina era Sierva es decir su situación, Sierva que estaba en el convento se enteró parcialmente y fue a preguntar de improviso al marqués, pero le respondió que ya eran días que ya no estaba con ellos. El obispo ordeno a Delaura que fuese a visitar al marqués, una vez conversando con él, él dijo que quería muchísimo a Sierva que hasta incluso daría su alma por ella, en la habitación había una maleta la cual tenía en su interior una tiorba la cual el marqués explico que era un instrumento italiano que le gustaba tocar a su hija, Delaura se fue con la maleta. El marques al estar preocupado por su hija envió a Delaura con el doctor Abrenuncio, el médico le aseguraba que la hija no estaba endemoniada para que podría morir por la brutalidad de los exorcismos. Delaura fue a visitar a Sierva diciéndole que su padre quería verla pero ella dijo rotundamente que no, y enseguida reconoció su maleta. Delaura tuvo que enseñarle su crucifijo para que se calmara ya que Sierva se encrespo como serpiente, es el demonio le dijo Delaura al obispo, el más horrible de todos al ver a Delaura con un rastro de sangre y lágrimas después de la golpiza.

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