Análisis literario: “Robinson Crusoe” de Daniel Defoe

Análisis literario: “Robinson Crusoe” de Daniel Defoe

Para comenzar, en el siguiente texto se realizará un análisis textual de la novela “Robinson Crusoe” de Daniel Defoe, a partir de la construcción de la perspectiva narrativa y de enunciación en la obra, teniendo en cuenta la focalización del relato. Se enmarcarán estos elementos en un tiempo y un espacio. Estos ejes serán abarcados a partir de los textos de: Faúndes Morán, La Focalización de Robinson Crusoe (1719) de Daniel Defoe; Bajtín, “Las formas del tiempo y el cronotopo en la novela”; y Lowe, Historia de la percepción burguesa.

Daniel Defoe fue un periodista, panfletista y, por consiguiente, escritor inglés, considerado uno de los padres de la novela inglesa. Nacido en 1660 e hijo de comerciantes, fue también precursor del activismo político utilizando los panfletos como medio de difusión, que luego le costarían la reclusión y días de castigo en la picota. Durante sus años de comerciante realizó viajes por Europa, que luego le ayudarían en la escritura de sus novelas. En 1719 publica “Robinson Crusoe”, inspirado en las aventuras del marinero Alexander Selkirk, permitiéndole lanzarse a una carrera literaria de éxitos. Pese a su ambición siempre se vio amenazado por las deudas. Fue en sus últimos años cuando Defoe escribió las novelas por las que hoy es famoso, teniendo un gran éxito también en su época. Aun así nunca logró solvencia económica estable. Finalmente muere en 1731.

La más famosa novela de Defoe, “Robinson Crusoe”, trata de un joven navegante de York, hijo de burgueses comerciantes. Es una novela autobiográfica, en donde se relata 35 años de soledad vividos en una isla. Aunque es un relato ficticio, este está inspirado en las aventuras de un marinero real que había sido abandonado en una isla del Pacífico Sur, queriendo dotar de verosimilitud la narración y reproduciendo el discurso de la sociedad del momento. La novela mantiene conexión con la realidad a través del contexto de la época, ya sea del contexto religioso, político, social, económico, filosófico y literario, logrando visualizarla desde el punto de vista narrado. Robinson Crusoe es un relato constituido a partir de la ideología británica del siglo XVIII, centrado en una nueva concepción del individuo, fruto de los cambios profundos que la realidad económica inglesa experimentaba.

La obra está enmarcada en Europa, más específicamente Inglaterra, dentro del siglo XVIII, en el llamado Siglo de las Luces, tomando como elemento a la luz y a la claridad del conocimiento y la razón, y como oscuro a la ignorancia de la época. Es allí en donde Defoe le da origen a la novela moderna siendo vanguardista de sus contemporáneos. En ese entonces era la burguesía quien tenía el poderío económico y, por lo tanto, quienes podían comprar los libros. El objetivo del burgués era acceder al conocimiento a través de la lectura para poder obtener de alguna manera el reconocimiento y ascenso social, y para ello todo lo que era conocimiento debía estar justificado con una experiencia. Por eso era imprescindible que los autores de la época supieran cuál era la percepción del mundo de los burgueses. Además, en esa época, Inglaterra priorizaba el comercio marítimo y el control de las grutas marítimas, es decir, el interés estaba puesto en comerciar y no en producir, por lo que el relato de los viajes de exploración de Robinson Crusoe se habían vuelto populares y era un componente que predominaba en la mente del hombre europeo.

En “Robinson Crusoe” se puede observar una polifonía narrativa, ya sea del contexto social como de la ideología del narrador y personaje del relato, con el objetivo de que el lector tenga capacidad de raciocinio para detectar las diferentes voces dentro del discurso. En ese entonces, se leían muchos diarios de viajes en donde el lector vivía una aventura a través de un libro. Lo que Defoe quería lograr era entretener al público y que este tenga la capacidad de reflexionar, generando polémicas para atraer al lector, sin irse del marco del realismo. A causa de esto, Daniel Defoe era desprestigiado entre sus colegas escritores, por tener la necesidad de estar pendiente del público y agradarles.

Con respecto a la focalización, concepto acuñado por Faúndez Morán , es la relación de los elementos presentados y cómo se presentan en la obra. Es la “visión a través de la cual se presentan los elementos y la identidad del cuerpo/grupo que verbaliza esa visión” , es decir, se refleja la ideología y la visión del narrador viendo las apreciaciones y comportamientos del mismo. El sujeto focalizador del relato se refiere al narrador y protagonista de la historia: Robinson Crusoe, obteniendo un focalizador interno. La obra se encuentra escrita en primera persona, por lo que es un hombre que cuenta su historia en forma retrospectiva (ya que habla de algo que sucedió en el pasado), siendo el eje central de la historia y sujeto de la enunciación del discurso.

En relación al género, Faúndez Morán, aclara que no podría llegar a ser una autobiografía ya que el narrador no es real, Daniel Defoe no es Robinson Crusoe, ni tampoco este es un alter ego del autor. Robinson Crusoe es una novela autobiográfica, ya que imita las formas de la autobiografía, presenta una datación de las jornadas y las actividades que realiza, pero aun así es un personaje ficticio, por lo que se emplean procedimientos para convencer al lector de la autenticidad de su narración, realizando un pacto con el lector. Es decir, Robinson Crusoe es el narrador del relato, mientras que Daniel Defoe es el autor, defendiendo la veracidad de su texto. Para ello tomó diversos temas propios de la época e hizo ficción con ayuda del modelo de interpretación más cercano al público (lo que el público leía), a través del diario de su vida, lo que era habitual en los hombres de ese momento. Faúndes Morán aclara entonces que se constituye un género discursivo que reelabora géneros primarios y forma desde ellos una nueva manera de comunicar en el marco de la sociedad inglesa del siglo XVIII, en donde se estaban produciendo cambios en los lectores y en la naturaleza del ejercicio narrativo.

El relato también se ve atravesado por una construcción del otro dentro de un marco social y cultural determinado. Este se ve encarnado por el personaje de Viernes y por la tribu de caníbales. Robinson crea un pensamiento gracias a la construcción social de la que él estaba anteriormente inmerso. Construye y reproduce una imagen de los caníbales nativos americanos como salvajes y atroces, mientras que la percepción que tiene hacia Viernes es en principio de una manera y luego, al conocerlo, de otra, derribando la construcción social que tenía de él en un principio. Por otro lado,

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