Anastasia

Anastasia

Una tarde de verano se encontraba Anastasia junto a su madre cabalgando a orillas del rio, cuando de repente Anastasia cae bruscamente del caballo. En ese preciso instante aparece Lucas, un joven poco agraciado, pobre, hijo de la empleada del castillo donde vivía Cenicienta, la hermanastra de Anastasia con su esposo, el príncipe, quien al ver caer a Anastasia va en su ayuda quedando locamente enamorado de la joven. Su madre, muy indiferente, se retira del lugar junto a Anastasia.

Más tarde, Anastasia, sin tener a nadie a quien contarle sus sentimientos, se dirige donde su hermanastra, Cenicienta. Pese a que Anastasia había sido muy cruel con ella, Cenicienta la escucharía ya que no era una mujer rencorosa, y sabia perdonar fácilmente.

Cenicienta extrañada, pero contenta de la visita de su hermanastra, la recibe amorosamente en su hogar y conversan de lo sucedido a Anastasia esa mañana. Anastasia le cuenta que quedo anonadad con el joven que la ayudo esa mañana, pero que no sabía quién era, ni como se llamaba. Terminando de decir todo tocan a la puerta (Tock, Tock, Tock). Para sorpresa de Anastasia era Lucas, el mismo joven del que cual había estado ablando, que también trabajaba en el castillo para Cenicienta, al igual que su madre, este venia a informarle a Cenicienta que todos los labores del castillo estaban realizados.

Al retirarse Lucas, Anastasia abruptamente le cuenta a Cenicienta que ese era el joven, el joven del cual ella tanto hablaba.

Pasan los días y la madre de Anastasia se percata de lo que está sucediendo, y de los sentimientos de Anastasia hacia el joven Lucas, por lo que que obliga a su hija a obligarse de Lucas. A pesar de esto Anastasia ve a Lucas a escondidas y le explica lo que está sucediendo. Sin pensarlo, ambos se dirigen al castillo de Cenicienta y le piden ayuda para poder vivir su amor libremente sin los impedimentos de la madre de Anastasia.

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