Análisis Anacleto Morones

En este análisis literario abordaremos el cuento "Anacleto Morones" del autor Juan Rulfo, quien nació en Sayula, Jalisco el 16 de mayo de 1917 y falleció en la Ciudad de México, México el 7 de enero de 1986). Inició sus estudios en un internado de Guadalajara, en dónde entró en contacto con la biblioteca de un cura (básicamente literaria), depositada en la casa familiar, y recordará siempre estas lecturas, esenciales en su formación literaria. El cuento de Anacleto Morones se encuentra dentro de la obra literaria "El llano en Llamas" publicado en el año de 1953.

Este libro habla de una visita épica a Lucas Lucatero, por parte de diez señoras viejas. Donde éste se las ingenia para evadir las intenciones las señoras.

Estructura externa

El cuento se desarrolla en la época de la guerra fría, evento que se hace notar dentro del cuento al ofrecer Lucas agua de Arrayan, fruto que llegó a México gracias a la industrialización que se presentaba en ese momento. La mujer ejerce por primera vez su derecho al voto dentro de México, cosa que relacionamos con el creciente odio hacia las mujeres por parte de Lucas.

Inicia el cuento posmoderno, y se ve representado en el estilo de lenguaje que maneja el narrador.

Clasificación

El cuento es del género dramático porque se desarrolla de modo exclusivo mediante la acción y el lenguaje directo de los personajes, por lo común dialogado.

Tipo de cuento

Clasificamos este cuento como un cuento posmoderno, debido a las características del lenguaje que se utiliza (coloquial). Es objetivo durante la narración y hay ausencia de tropos.

Tipo de problemática que se aborda

En este cuento se aborda la problemática del asesinato inminente de Anacleto Morones al igual que la pureza falsa de el mismo personaje.

Personajes

El personaje principal es Anacleto Morones, es un curandero, brujo y chamán, ya que todo el tiempo se habla de él o de cosas o personas con las que estaba involucrado. El antagonista es Lucas Lucatero, compadre y nuero de Anacleto. Representa la oposición y le odio a Anacleto Morones.

Los personajes secundarios son las diez mujeres comandadas por Pancha Fregoso una mujer gorda y bigotuda. Los personajes incidentales son Rogaciano, el presidente municipal de Amula; Edelmiro, el boticario; y Lirio López, el juez, ya que aparecen dentro de la historia pero no se involucran tanto como en el caso de los personajes principales.

Trama

El cuento comienza con un monólogo interior de Lucas Lucatero, el cual puede ver a la distancia unas mujeres, ya mayores, a las cuales describe como ‘malditas viejas’. Inevitablemente, Lucas es despojado del escondite en el cual esperaba evitar a las mujeres que portaban vestidos negros en su totalidad. Las mujeres le dicen que solo lo iban a ver, pero Lucas sabía la intención de éstas; querían que testificara a favor de Anacleto Morales (Del cual Lucas era yerno). Lucas hace todo lo posible para evitar ir a hablar en nombre de su suegro, pues no quería hacerlo pues aseguraba que ninguna de las diez mujeres que habían ido a casa de Lucas Lucatero lo habían conocido lo suficiente para asegurar que era santo. Es entonces cuando Lucas empieza a correrlas, una a una, encontrando formas de escurrirse de ese momento que tanto le molestaba. Por ejemplo: a la primera, una de sus exnovias, la corre haciéndola llorar inventándole que no se acordaba de ella aunque la hubiera dejado vestida y alborotada. Después corre a otras diciéndoles que era necesario rezar (y después se va a comer tacos de frijoles (aquí se ve la astucia del mexicano)). Es así como las corre a todas; excepto a una; una que lo convence a ir a enterrar al Niño Anacleto. Consecuentemente, terminan el trabajo, y la viejita, Pancha, concluye con una frase “El sí que sabía hacer el amor”

Espacio

Amula, en la casa de Lucas Lucatero.

Tiempo

La obra tiene una duración aproximada de un sólo día.

Tipo de narrador

El cuento inicia narrando la historia como un monologo interior, ya que empieza contando sus sentimientos relacionados con diez señoras que se acercaban a su casa, como lo podemos observar a continuación: (…)¡Viejas, hijas

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