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Análisis De "El Evangelio Según Marcos", De Jorge Luis Borges


Enviado por   •  25 de Noviembre de 2012  •  5.153 Palabras (21 Páginas)  •  10.694 Visitas

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EL EVANGELIO SEGÚN MARCOS

1. Análisis del título. (Reflexionar acerca de la ausencia del “san”).

Para comprender la razón de la ausencia del “san” en el título, hay que tener en cuenta quién es el escritor del evangelio original, considerado por los críticos como el más antiguo, el segundo en la lista del Nuevo Testamento. Este autor, un cristiano lla-mado Marcos, discípulo e intérprete de Pedro, no tenía el rango de apóstol y tras la muerte de Pablo y Pedro recogió por escrito lo que había sido predicado por este últi-mo. Marcos sería, por tanto, el creador del género literario llamado evangelio, puesto que fue el primero que presentó la persona y obra de Jesús como el Evangelio o Buena Noticia de Dios a la humanidad, aunque se tratara de un personaje oscuro que no fue su discípulo directo.

Además, da la impresión de que el autor no se dirigía a los judeocristianos, sino que sus principales destinatarios serían pagano-cristianos que no estaban familiarizados con algunos de sus términos y costumbres. De esta forma, nos encontramos frente al relato de un intérprete que no predicó personalmente con “el Hijo de Dios”, y que tam-poco se dirigía directamente a sus fieles.

Escrito en un estilo vivo y popular, espontaneo, aunque su lenguaje es pobre y rudimentario, el Evangelio de Marcos contiene pocos discursos, y se interesa más por las acciones que por las palabras de Jesús. En cambio, los relatos se desarrollan con abundancia de detalles, y en ellos Jesús aparece con las reacciones propias de un ser humano. Marcos destaca especialmente la humanidad de Jesús y, a partir de ella, nos lleva progresivamente a descubrir en él al Hijo de Dios. Porque detrás de su Persona se esconde un gran "secreto", el secreto "mesiánico", que sólo se revela en su Muerte y su Resurrección.

Es decir, que el Mesías del Cristianismo en la actualidad es considerado “el Hijo de Dios” en función de lo que narran los Santos Evangelios acerca de su historia.

Estableciendo el paralelismo con el relato de Borges, se puede determinar una inversión de los roles, donde se cuenta la historia de un hombre que es confundido con (o al que se le atribuye la categoría de) un Dios a partir de la interpretación de los Santos Evangelios. Nos encontraríamos, de esta manera, frente a un reflejo que pre-senta una reversibilidad de contenidos, ya que aquí el protagonista es presentado como un hombre común al que poco a poco se lo va elevando al nivel de deidad. Pero esta reversibilidad de contenidos a la que hago referencia tiene que ver con que a lo largo del relato se exalta el carácter humano del protagonista porque este es evidentemente humano, y la interpretación de los personajes respecto de la condición del protagonista se relaciona con su carácter fanático y supersticioso, sumado a una cruda ignorancia: “Carecían de fe, pero en su sangre perduraban, como rastros oscuros, el duro fanatismo del calvinista y las supersticiones del pampa .”

Borges sostiene que los hombres nunca entrarán en los designios de la divinidad, y que toda organización humana o intento de orden será artificial. De esto se desprende que Baltasar Espinosa no puede ser considerado nunca un Dios por cualquiera que lea este “Evangelio según Marcos”, ya que el autor se encarga de aclarar mediante señas y detalles que se trata de un error de percepción de los intérpretes, y no de un verdadero caso de justicia divina, contrario al propósito del San Marcos, que iba revelando poco a poco las señas particulares que exponían a quienes muchos consideraban solo un hombre como el Hijo de Dios.

Ahora bien, de todo lo expuesto, se postulan las siguientes causas de la ausencia del “san” en el título:

En primer lugar, puede tratarse de exaltar las características humanas del relato, completamente alejadas de todo lo que tiene que ver con Dios y con el Espíritu Santo. Al no existir un verdadero Dios, no podría existir bajo ninguna circunstancia un apóstol Marcos que escribiera su evangelio, por lo tanto se explicaría la ausencia del “san”, siendo el autor del evangelio una persona como cualquier otra. Esta posibilidad se vería reforzada por la explicación de Borges que prima sobre las demás, respecto de la creación del universo, en la que postula que Dios murió en la mitad de la creación y dejó al mundo a medio hacer. De esta manera, el universo se torna incomprensible para la humanidad, que pierde su proyecto mental e ignora cuáles son sus fines; ahonda el desamparo y absurdo en las vidas de las personas, ya que se encuentran en un universo carente de dios y sin sentido.

La no existencia de Dios negaría la existencia de los santos.

Por otro lado, podría tratarse de una ironía. Basado en las creencias expuestas, todo el relato podría estar destinado a demostrar de qué manera el Cristianismo es una farsa, desde la elección de este evangelio en particular, el de Marcos, el más con-troversial de los cuatro por estar escrito por alguien que no marchó entre las flas de Jesús, por el lenguaje que utiliza y los destinatarios a los que se dirige. Marcos es considerado el creador del género literario conocido como Evangelio. Si tenemos en cuenta que el género literario es un tipo de género discursivo que se corresponde a la actividad creativa llamada literatura, y agrupa y define las producciones propias de ese campo, los evangelios no serían otra cosa que ficciones, por lo que los “Santos” que los escribieron no solo no serían tal cosa sino que, por el contrario, serían farsantes. Probablemente, Jesús realmente existiera como ser terrenal, pero tras su muerte se lo martirizara para dar fuerza a esta teología denominada Cristianismo.

También podría tomarse una consideración opuesta a las anteriores, en la que se afirmaría la existencia de El Padre, El Hijo y El Espíritu Santo, mediante la proposición de que un hombre es todos los hombres, ya que sufren un mismo destino, que en este caso estaría dado por la oposición, por el contrario, ese desdoblamiento de conceptos al que antes hice referencia. Jesús fue condenado por quién era y la capacidad divina que tenía para efectuar milagros y convertir a la gente a su fe; de la misma manera, al predicar su palabra, al entenderla y traducirla, Baltasar sería Marcos predicándoles a los paganos la palabra de Jesús, pero a su vez, sería Jesús hablando a través de las parábolas literales que aparecen en el evangelio. La oposición entre Jesús y Baltasar estaría dada en el fin de cada uno: el primero buscaba extender el Cristianismo y la palabra de Dios por todo el mundo; el segundo, mucho menos noble, pasar el rato y matar el aburrimiento. A partir de esto, podemos tomar que el “Evangelio según Mar-cos” fue escrito o bien por uno de

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