Análisis Del Alma De La Toga

Plenamente consciente de que el autor del libro trata es de realzar los valores de un abogado y para que los futuros profesionales de esta profesión puedan observar que con estos valores se puede llegar a hacer un gran abogado y respetable.

Además trata de destacar que en tiempos atrás cualquier persona que no sabía que profesión dedicarse, quería ser licenciado en derecho. Destacando que una persona que se dedica a la abogacía es alguien que día a día da consejos jurídicos y que siempre trata aclamar la justicia ante cualquier caso incorrecto. Teniendo presente el autor muestra que ser abogado es mucho más que aprenderse las leyes o los principios de esta profesión, es ir más allá de un simple término, de una sencilla clase, hay que encontrar la pasión del Derecho y saborear el sentido de libertad

Afirmando que es esencial para la abogacía la fuerza interior y la confianza en sí mismo, ya que habrá momentos y cosas que nos hará dudar de las cosas que vayamos a hacer, pero si mantienes tu mente centrada y nos ayudaría a enfrentar las injusticias. Además recordando que la justicia no es un estudio, sino una sensación.

Contempla que la moral es una parte importante en esta profesión, ya que un abogado que se respeta y considera que algo no está bien no llegaría a aceptar un caso que va en contra de sus principios y su honor. La moral puede estar relacionada algo con respecto a un tema que trata el autor y es sobre la chicana, porque un abogado que tenga moral no aceptaría ni sería participe para que un proceso legal se prolongue o esta maniobrando para llegar a un interés personal que lleva a cabo a lo que es injusto e inmoral.

A pesar de la fuerza interna que trata de manejar, de la voluntad para no desviarse, también quiere recalcar la sensibilidad, esta debe ser equilibrada, en ningún momento el abogado debe dejarse llevar por la emociones que el caso le genere ya que no podrá ver las cosas con frialdad y resolverlas como se debe, pero tampoco debe ser tan duro al límite de sentirlo como ajeno el caso y con desinterés. Convencido que esta característica es un aspecto que se va desarrollando, pero que al paso del tiempo puede lograr que no logre desarmar al abogado.

Enfatizando que el autor recalca que el abogado debe ser multifacético, es decir, debe ser historiador, novelista, psicólogo, lograr a tener énfasis y un buen uso de la palabra incita a que nos muestre atención el juez y los demás miembros de la sala.

Observando con aprecio que el autor trata de que un futuro profesional en derecho pueda a llegar a ser exitoso con estos aspectos o valores, que en el transcurso de esta profesión se puede ir perdiendo poco a poco.

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