Análisis de Teoría King Kong
Enviado por Miss Rosario • 24 de Junio de 2022 • Monografía • 1.295 Palabras (6 Páginas) • 174 Visitas
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Teoría King Kong es un ensayo sobre la teoría de género. Virginie Despentes nos presenta, mediante sus experiencias y estudios, el peso de los cimientos patriarcales que afectan nuestra vida actual; y lo abarca desde temas como la violación, la prostitución, la represión del deseo, la maternidad y el porno.
El texto está enmarcado dentro del género discursivo de ensayo. El mismo tiene bastantes libertades, pero en general es un texto breve, conciso, que cuenta con una estructura predeterminada de introducción, desarrollo, conclusión y bibliografía. En el caso de Teoría King Kong, comienza con una introducción llamada “TENIENTAS CORRUPTAS” que busca atraer al lector, atraparlo y presentarle el motivo por el cual este ensayo se está desarrollando. Luego el desarrollo se divide en argumentos en los que la autora se apoyará para realizar su crítica al patriarcado, estos argumentos se encuentran enmarcados con títulos como si fueran capítulos y cada uno comienza con un breve prefacio donde la autora se apoya en citas de diferentes autores feministas con definiciones de los temas a tratar y que dan pie a su crítica. Se suele capitulizar los ensayos cuando son muy extensos. Finalmente cierra con una conclusión titulada “BUENA SUERTE, CHICAS” y a continuación se expone la bibliografía.
Los ensayos suelen abarcar un tema, reflexionan sobre un aspecto de la existencia y reflexionan sobre él. En este caso la temática tratada es una crítica al patriarcado, un análisis sobre la teoría de género. La autora busca no sólo apelar a que las mujeres comiencen una revolución feminista, sino también a que los hombres y toda aquella persona que se sienta excluida quiera dinamitar este sistema. Es un texto donde predomina la secuencia argumentativa ya que el fin de los ensayos es exponer la posición propia del autor respecto a alguna temática y tratar de convencer al lector de que sus opiniones y valoraciones son legítimas. En este caso apela a la acción de cambiar el sistema, de luchar por la igualdad de género: “¿Para cuándo la emancipación masculina? A ellos, a vosotros, os toca ahora independizaros” El uso de la pregunta retórica para luego introducir la respuesta a esa pregunta: una frase imperativa, a ustedes les toca ahora independizarse, ¡háganlo!
Otra secuencia que predomina a lo largo del ensayo es la secuencia narrativa. Este ensayo se basa mucho en la experiencia propia de la autora y por ende hay muchos fragmentos donde Despentes narra situaciones personales para dar cuenta de como esta temática la atraviesa en lo personal, para realizar analogías de los argumentos expuestos, y al mismo tiempo marcar la modalización como alguien que habla porque lo vivió, no se lo contaron, tiene la certeza de haber visto de primera mano las consecuencias del sistema patriarcal, fue violada, trabajó como prostituta, y sufrió las consecuencias del ideal de la mujer blanca. Durante las narraciones utiliza el recurso de la primera persona, los ensayos se caracterizan por exponer la mirada personal y subjetiva: “Nací en 1969. Fui a un colegio mixto. Supe desde los primeros cursos que la inteligencia escolar de los niños era la misma que la de las niñas…”. También notaremos el recurso de la tercera persona del plural para introducirse dentro de ese receptor que ella continuamente caracteriza, se une a ellas modalizando cercanía, complicidad, empatía con estas “tenientas corruptas”: “Pero siempre hemos existido. Aunque nunca se habla de nosotras en las novelas de hombres, que sólo imaginan mujeres con las que querrían acostarse. Siempre hemos existido, pero nunca hemos hablado” (el subrayado es mío).
Teniendo en cuenta la función dialógica de Bajtín, donde el otro determina mi discurso y el mismo forma parte de mi enunciado es que podemos decir que este ensayo evoca en su introducción directamente a sus receptores: “Escribo desde la fealdad, y para las feas, las viejas, las camioneras, las frígidas, las mal folladas, las infollables, las histéricas, las taradas, todas las excluidas del gran mercado de la buena chica". Como podemos ver dirige su crítica a todas las mujeres que se han sentido rechazadas por el sistema patriarcal por no ser hegemónicas, pero también se dirige a los hombres, a los que también se ven oprimidos por este sistema patriarcal: “pero también escribo para los hombres que no tienen ganas de proteger, para los que querrían hacerlo pero no saben cómo, los que no saben pelearse, los que lloran con facilidad, los que no son ambiciosos, ni competitivos, los que no la tienen grande, ni son agresivos, los que tienen miedo, los que son tímidos, vulnerables, los que prefieren ocuparse de la casa que ir a trabajar, (…) los que tienen miedo por la noche cuando están solos.” Virginie Despentes deja muy en claro a quién va dirigido su ensayo, y que su texto va a estar moldeado en base a ese otro al que se dirige. No le interesa dirigirse a la heteronorma, a aquellos hegemónicos que dirigen, habla desde la fealdad y para las feas, y esto es lo que marcará el registro tan particular de su ensayo.
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