Análisis de la transformación del personaje principal, a través de sus sentidos, en Cuatro años a bordo de mí mismo (1932), de Eduardo Zalamea Borda
Enviado por Harold López • 4 de Septiembre de 2019 • Informe • 1.482 Palabras (6 Páginas) • 317 Visitas
Análisis de la transformación del personaje principal, a través de sus sentidos, en Cuatro años a bordo de mí mismo (1932), de Eduardo Zalamea Borda
A lo largo de la lectura, descubrimos cómo el personaje narrador se iba transformando desde su salida de Bogotá, hasta su llegada a la Guajira. En este viaje por Colombia, el personaje va apreciando el paisaje que lo rodea y lo compara con su ciudad natal; esta yuxtaposición, revela un fuerte prejuicio con lo nuevo que está viendo. Cuando nuestro personaje llega al desierto, se ve abrumado por el silencio que lo rodea, y siente miedo de lo que podría ocurrirle en ese inhóspito lugar, pues al estar rodeado de personas ajenas a su realidad cotidiana, se siente desconfiado de muchas de ellas.
Cuando llegó a esta nueva tierra, dijo: “aquí se siente llegar ya un aliento de la Guajira. Huele a lo que deben oler las indias. Un olor compuesto por muchos perfumes y aromas” ( Zalamea, 69). Se refiere al olor del aceite del coco, muy particular en las indias de esta región, cosa que lo cautiva y le hace perder el miedo ante las mujeres. Por otro lado, los hombres con los que él se relaciona son claves para ver su transformación; la figura del capitán, como ese anciano que guía en la oscura noche de tormenta, refleja ese rol de padre para nuestro personaje. Es la primera persona por la cual él siente una conexión única, y no quisiera alejarse de él, pero debe continuar su recorrido por la zona. Dejar atrás a esta figura tan cercana le causa miedo a nuestro personaje, ya que lo veía como un protector, y ahora le tocará enfrentarse a un nuevo lugar solo.
A pesar de todo, en este recorrido, él va despertando empatía por algunos de sus compañeros, y por este nuevo lugar que lo acoge en su aventura. Sentir la sal del mar en su boca hará parte de esta particular transformación, recordemos que nuestro protagonista viene de una ciudad caótica, llega de vehículos y olores muy alejados de esta realidad nueva que esta experimentando, por eso, todo se le hace extraño, hasta la forma de hablar de los guajiros; ya después de un tiempo de convivir y comer con ellos, él dice entender la lengua de los indios. Esto muestra cómo este personaje va dejando poco a poco el prejuicio hacia estas personas que lo rodean, y en dos momentos de la narración vemos cómo él afirma entender el idioma de estos nativos de la región: “el cabo le responde en guajiro, lengua que comprendo algunas palabras” (152).
El personaje se va adaptando a este lugar y a su lengua; el permanecer lejos de su tierra de origen, y estar en las circunstancias de esta nueva cotidianidad, lo hacen transformar su forma de ver el mundo. Aunque el protagonista de nuestra historia evolucione a lo largo de su narración, podríamos decir que dicho cambio es positivo, y digo positivo porque en él despierta un sentimiento de arraigo a esta nueva tierra. Ese sentimiento, que en algunos momentos es inconstante, da como la sensación de que todavía no está dispuesto a dejar los prejuicios que habitan en su interior, pero sabemos que esta lucha también se verá reflejada en su viaje por el mar, donde las olas parecen reflejar sus sentimientos, ese vaivén de emociones que le causa este lugar tan alejado de Colombia.
Lo único que lo hará cambiar son sus sentidos, esos que lo hacen envolver como parte de este viaje, como dormir en chinchorros y saber que no podrá conseguir comida las veces que quiera, o enfrentarse al trueque con los indígenas, cosas que lo hacen repensarse; pasa de las comodidades con las que contaba cuando vivía en la capital, a una situación alejada de su realidad conocida cuando llega a Manaure, pues, para él, es como el fin de la civilización que conoce; este lugar, al cual llega a trabajar, es donde conocerá a las personas que más marcarán su viaje. Al pasar la hambruna con estos personajes, despierta un sentimiento de amistad o hermandad en él con algunos de ellos, dejando atrás, nuevamente, su prejuicio ante ellos.
Cuando se ve al borde de la muerte por la falta de alimento, vemos cómo él llega al límite de volverse un salvaje y arrebatarle la comida a su compañero, y cuando éste le dice que lo que esta comiendo es una gaviota, se muestra desinteresado, a él no le importa lo que está comiendo. Vemos, en este momento, cómo nuestro personaje, poco a poco, se va convirtiendo en un salvaje, dejando de lado sus comportamientos cultos, heredados de la metrópoli de la cual proviene, pues esto ahora no importa, y dejando salir a flote los instintos de supervivencia del hombre. Bruscamente, a nuestro personaje le ha tocado padecer para llegar a ser quien es ahora, dejó de ser ese joven muchacho capitalino miedoso, prejuicioso, que llegó a la Guajira a buscar trabajo y a vivir una experiencia de viaje, así como lo hicieron muchos de nuestros personajes grandes de la literatura.
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