Análisis descriptivo sobre la lluvia en Muerte por agua de Julieta Campos

Análisis descriptivo sobre la lluvia en Muerte por agua de Julieta Campos

La Generación de medio siglo en México se ha categorizado por su amplia y novedosa creación artística, sobre todo en el ámbito de la pintura, el cine y la literatura. Es sobre la literatura tal vez donde la mayor parte de los artistas de esta generación estuvieron inmersos, entre los más renombrados tenemos a Juan García Ponce, José Emilio Pacheco, Sergio Pitol, Inés Arredondo, Juan Vicente Melo y Julieta Campos. La experimentación en el discurso narrativo fue una de las principales características de esta generación literaria, innovaciones que podríamos decir vienen desde la narrativa de Arreola y Rulfo.

El presente trabajo se enfocará en la narrativa de Julieta Campos, precisamente en su novela Muerte por agua (1965) de la cual, se tratará de dar un panorama descriptivo sobre dicha obra a fin de resaltar una interpretación sobre la estructura de la novela.

La obra narrativa de Julieta Campos ha sido sin duda una  de las más novedosas en cuanto a su época. Recordemos que la escritora llega a México después de una formación literaria en Francia y por consecuencia, está contagiada de las tendencias francesas de la época, en este caso la Nouveau roman. Podemos observar fácilmente, y desde un punto de vista objetivo, que la narrativa de la escritora ha buscado siempre obtener modelos narrativos novedosos que principalmente se caracterizan por la forma en que se presenta al texto, de ahí que la narrativa de Julieta Campos pueda ser pertinente en la explicación de los modelos estructuralistas.

En Muerte por agua podemos encontrar un gran número de posibilidades de análisis, es una novela bastante compleja por la manera en que la autora estructura su relato.

Muerte por agua tiene sus bases en el transcurrir de la lluvia, en ese proceso cíclico que mantiene cierta relación con las personas y con los lugares. En su historia la novela relata una convivencia íntima entre tres personas (familiares) que podríamos definir como silenciosas por la escasez de diálogos que se presentan entre ellos, pero una de las ideas que se pretende resaltar es que si bien los personajes no se dicen mucho entre sí, sus pensamientos hacen que pueda ser relatada un historia, nos encontramos entonces ante una novela de carácter íntimo que se logra a partir de breves y largos soliloquios que muestran al lector todo el mayor interés de la obra.

Pero es la lluvia el fenómeno que permite que la historia sea contada, primeramente porque debido a ésta los personajes quedan unidos dentro de la misma casa a resguardarse. Sin embargo, no es sino la melancolía que desprende el clima la que permite que esas tres personas formen una línea de pensamientos que no están en desacuerdo o difieran entre ellos, sino más bien son similares y van de acuerdo a un mismo sentido, pues, la relación que podemos inferir sobre ellos es precisamente la conciencia del tiempo que transcurre, de las rutinas familiares y sobre todo, el acecho del fin de una vida para sólo mantener recuerdos. Es preciso comentar un dato que la autora ha mencionado sobre esta obra, ella menciona que la novela la escribió mientras su madre agonizaba, y si tomamos este dato como un contexto a la novela podríamos darle un mayor sentido al relato y así decir que el transcurso de la historia es una espera por parte de dos de los personajes que ven cómo la mayor de ellos se está muriendo. Pero esto es sólo una de varias ideas que pueden surgir para darle una interpretación justificada al título de la obra.

Como ya se ha mencionado, la lluvia es el elemento que encierra a los personajes, y por tanto a la historia. La manera en que la autora nos presenta a este fenómeno resulta interesante pues la tipografía cambia cuando la narración muestra al clima, en estos casos el texto se presenta en cursivas y se toma a la lluvia casi como un ente personificado. A continuación, considero pertinente presentar los distintos estadios de la lluvia para explicar de manera completa su presencia en la novela.

Llovía. Las gotas caían espaciadas y duras. Había otras en sordina, como un acompañamiento tímido, bastante lejano. Sin transición, el tic-tic de las gotas se hacía más rápido y empezaba a escucharse un ruido áspero, de agua que caía en pequeños y luego en grandes torrentes. Era el aguacero. Detrás de las ventanas, de las paredes, de las puertas cerradas, de las persianas ligeramente entreabiertas había un repliegue, un intervalo. No pararía de llover (Campos 28).

Como podemos notar, en esta primera fase de la lluvia se describe cómo es el sonido, el ritmo, la clasificación de ese tipo de lluvia. También podemos observar que en la cita se hace mención de objetos correspondientes a una casa como el único sitio al que no accede la lluvia pero que afecta de cierta forma. La última de las sentencias de este párrafo citado “no pararía de llover”, otorga la noción de que las personas que están dentro de sus hogares no tendrán más remedio que estar dentro de sus casas, y es justamente lo que harán, quedare a esperar y ver por la ventana cómo pasa la lluvia.

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