Anécdota Personal

Anécdota Personal

Apellidos y Nombres: Díaz Sánchez, Rodrigo Joaquín

Docente: Benites Gonzáles, Gladys.

Buenas tardes miss Gladys, soy Rodrigo Joaquín Díaz Sánchez, tengo 19 años, soy de la escuela profesional de Ingeniería Civil y estoy cursando el sexto ciclo, soy de la ciudad de Chiclayo.

Mi anécdota comienza cuando estaba en tercero de primaria, cuando cumplí los 9 años, yo era un niño que le encantaba participar de cualquier actividad del colegio, siempre participaba en todo, o bueno al menos lo intentaba; yo participaba ya sea en los concursos de baile, cuando había exposiciones o cuando teníamos que recitar un poema, ya sea para el día de la madre, el día del padre o el día del amigo, etc.

Todas esas actividades las realizaban los alumnos y los profesores (tutores) siempre escogían los representantes de cada aula; en eso la miss Carola, mi tutora me llega a escoger a mí, porque sabía que a mí me gustaba participar y no me iba “avergonzar”. La participación consistía en recitar un poema por el día de la amistad y el poema escogido se llamaba “Amigos siempre seremos Amigos”. Llegué a casa y lo primero que hice era contarles todo a mis padres lo que había ocurrido en el colegio, mis padres me ayudaron con el poema, en aprendérmelo y como desplazarme en el escenario; les recité el poema creo que, a toda mi familia, ya que yo les había contado lo que iba hacer en el colegio; ellos muy amablemente me escucharon y siempre me daban algunos consejos o detalles que me podrían ayudar a la hora de recitar mi poema. Llegó el día en el que me tocaba recitar el poema; lo habían organizado en el auditorio, era enorme y tenía un escenario gigante, para que todos te puedan ver y escuchar a la vez. Yo estaba listo, me sabía el poema y todo lo que iba hacer en el escenario, pero eso no quiere decir que no estuviera nervioso; cuando vi a todas esas personas sentadas frente al escenario  me puse aún más nervioso, mis padres también estaban sentados junto con el público y yo estaba en el aula esperando mi turno; en ese momento necesitaba que alguien me tranquilizara y me diera esa confianza que me dieron mis padres, sentía que si me equivocaba en algo o si se me olvidaba alguna parte del poema, todos mis compañeros se iban a reír de mí.

En eso llega mi turno y mi tutora me pregunta si estaba listo; yo la miré y no le pude contestar, en eso yo ni cuenta me había dado y ya estamos dirigiéndonos al escenario para poder recitar mi poema. Llegué, subí las escaleras del escenario y vi a todo el colegio, a todos los padres de familia que habían asistido ese día; creo que estaban todas las personas que había por existir, pero no encontraba donde estaban ubicados mis padres. Mi mente se puso en blanco, no sabia que era lo que me pasaba, estaba super nervioso; todas las personas esperándome a que yo digiera algo; estaba a punto de salir corriendo e irme a mi casa, nunca me había pasado algo así. Llegó el momento en que veo a dos personas levantando las manos y eran mis padres dándome su apoyo y confianza; recordé el consejo que me habían dado mis padres y era que me tranquilizara, que no me preocupe de nada y me centrara solo en mí, recordé todo lo que había practicado para ese día; pude salir adelante y pude recitar mi poema sin ningún problema, todos me aplaudieron y mis padres estaban orgullosos de mí, porque pude salir adelante  a pesar de las circunstancias.

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