Ardiente Paciencia
Enviado por Natyfloca • 27 de Junio de 2013 • Informe • 548 Palabras (3 Páginas) • 412 Visitas
ARDIENTE PACIENCIA
Mario Jiménez, era un joven que ayudaba a su padre en las labores de la pesca, pero a él no le agradaba, un día por dos razones dejo de hacerlo, por tener que levantarse tan temprano, justo cuando soñaba con alguna mujer, y por tener una bicicleta. Su papá le decía busca trabajo constantemente. Un día paseando por la costa, en su bicicleta leyó un cartel en el correo, donde solicitaban un cartero. Se presentó y la primera pregunta fue si tenía bicicleta, que el sueldo era poco y debía dejar correspondencia en Isla Negra, donde había un solo cliente que recibía cartas y era Pablo Neruda, ya que los demás eran analfabetos.
Así empezó su trabajo y este correo consiguió lo que no hizo el mar, como fue levantarse temprano, a tal punto que el señor Cosme le entregó la llave del local, para que el abriera, cuando a él se le ocurriera levantarse tarde.
Con su primer sueldo se compró una botella de vino para su padre, una peineta, una entrada al cine y la edición Las odas elementales de Pablo Neruda, ya que se proponía en algún momento, cuando encontrara a su cliente de buen humor solicitarle un autógrafo para alardear con las mujeres, las cuales algún día conocería. Muchas veces lo intentó, pero lo cohibió la pereza con que el poeta lo recibía y lo despachaba rápidamente. Durante un par de meses trato de hacerlo y llevaba las odas elementales y de tanto hacerlo terminó por leerlo, con lo cual se sintió merecedor del autógrafo y una mañana entre las cartas, le pasó el libro y le solicitó a Neruda que se lo firmara, después analizó el autógrafo y un “cordialmente Pablo Neruda, no era gran cosa, para lo que el perseguía, que era alardear con las mujeres, por lo tanto se propuso entablar algún tipo de relación con el poeta, y así algún día le colocara “a mi extrañable amigo Mario Jiménez, Pablo Neruda. Se le ocurrió y le contó a Cosme de sus inquietudes y este le recordó que estaba prohibido molestar a los clientes, además que no se podía autografiar dos veces el mismo libro. Por lo tanto con su segundo sueldo compró Nuevas odas elementales y el librero aprovechó de decirle que le guardaría el tercero para la semana siguiente., pero ninguno de ambos libros fue autografiado.
Pero un día nunca pensó que la correspondencia, que venia para Neruda, sería el enganche perfecto paras tener una conversación con él, ya que vio que Neruda la abrió delante de él, como si fuera algo muy importante. Aprovecho de preguntarle de qué se trataba y por qué la abría. El dijo que era de suecia y podía tratarse del premio Nobel. Si a él se lo solicitaran lo aceptaría, ya que tenía un muy buen premio en dinero, pero que era difícil ya que había muchos competidores con grandes obras.
Mario le dijo que cuando leería las otras cartas, que a lo mejor eran de amor, como se te puede ocurrir le dijo no ves
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