Cartas De Batalla, Una Crítica Del Constitucionalismo Colombiano
Enviado por fernandapavon18 • 18 de Noviembre de 2014 • 2.841 Palabras (12 Páginas) • 373 Visitas
Hernando Valencia Villa es un abogado colombiano, experto en Derecho
Internacional de los Derechos Humanos y los Conflictos Armados, Justicia Penal
Internacional y Justicia Transicional. Es Doctor en Ciencias Jurídicas, Master of
Laws y Doctor of the Science of Law, Universidad de Yale (1980-1986). Nos
propone en su tesis doctoral, Cartas de batalla una crítica al constitucionalismo
colombiano una serie de reflexiones en la descripción del proceso constitucional
en trascurso de la historia colombiana, pero de una forma crítica, lo que hace de
este ensayo diferente, porque ve parte desde un punto de una apreciación
objetiva de los hechos que circundan dicho proceso. El autor nos plantea lo que
para él es el problema que enmarca la constitución desde los inicios de un país
“independiente”, se ha caracterizado por la adopción de ideologías e instituciones
extranjeras, una apelación a la ley como solución perfecta de los problemas
sociales, políticos y económicos además como herramienta de legitimación de
poder a favor de unos pocos y reunión de múltiples interés que muchas veces se
encuentran en pugna, convirtiendo la constitución en una “carta de batalla” y el
derecho como “gramática de guerra”.1
Las cartas constitucionales que ha tenido Colombia no son solo un mero complejo
normativo regulador del proceso político y la sociedad civil, por eso este ensayo
confirma la inocencia de pensar que la sociedad y cada uno de sus miembros
firman el contrato social con garantías ideales y homogéneas como las que
propone en la teoría contractualista, pero en la realidad no funciona así, por eso es
menester reescribir dicho contrato teniendo en cuenta lo real y en tendiéndolo
como una batalla que diariamente tiene que enfrentar el individuo que busca un
reconocimiento y utilidad que corresponda a la satisfacción de los intereses
propios, que por lo general son egoístas rara vez altruistas, tal y como lo afirma
Adam Smith:
“no es de la benevolencia del carnicero, ni de la del vendedor de
cervezas o del panadero, de la que esperamos nuestra comida,
sino de su consideración del interés propio. No apelamos a su
filantropía sino a su egoísmo personal, y no les hablamos de
nuestras necesidades sino de sus ganancias”.2
1 Valencia Villa, Hernando- cartas de batalla una crítica al constitucionalismo colombiano, segunda
edición 1997
2 SMITH planteó la pregunta: ¿cómo es que el hombre, un ser que se guía por su propio interés,
llega a formar juicios morales en los que su egoísmo se mantiene al margen, o es transmutado a
una esfera superior? Su respuesta se enfocó en que el hombre puede ponerse en la posición de
una tercera persona, de un observador imparcial y juzgar las razones morales del caso. Véase:
HEILBRONER, ROBERT. Vida y doctrina de los grandes economistas. Ediciones Orbis, Barcelona,
1972.
Toda ésta dinámica sin lugar a dudas permea el derecho y en este caso el
entramado que nos presentan las cartas de batalla de carácter fundamental, que,
en muchas ocasiones pasa a un plano de caracterización nominal, es decir, no
responde a la realidad social por lo tanto pierden eficacia, no hay una madurez,
quizá pueda corresponder ideológicamente, pero carece de aplicación práctica 3
por razones que mencionaré más adelante.
El autor plantea que en el constitucionalismo excesiva producción con el fin de
normalizar y neutralizar las fuerzas contrarias a los gobernantes tradicionales que
ha tenido y tiene el país; además es utilizada como herramienta de auto
legitimación de poder, bajo la idea de un aparente consenso o pacto civil, de ahí
que, la carta se transforme en un campo de batalla, porque despliega a través de
su motivación y articulado muchas veces construido a partir de artificios retóricos
para impedir la participación de las fuerzas ajenas, es decir, de la sociedad,
negando cualquier cambio que desestabilice ese elogio al orden que tanto han
protegido las fuerzas tradicionales desde tiempo inmemorables. Entonces la tesis
que defiende en el desarrollo del ensayo, es que si bien el aparato normativo
pretende regular la realidad social debe funcionar teniendo en cuenta ese
enfrentamiento constante entre los individuo, clases, relaciones entre gobernantes
y gobernados, todo lo que implique la relaciones de poder y sociales de las cuales
se construye las estructuras e instituciones de un Estado, en otras palabras, el
derecho y el proceso constitucional nos presenta una mesa opulenta de
enfrentamientos entre jerarquías y clases que se traducen en estrategias para
dominar elevadas hasta la norma fundamental, lo que confirma la idea de que la
constitución y su derecho es una gramática de la guerra; guerra que se vive
desde la mal denominada independencia de la corona española.
El querer de muchos sectores de preservar el orden y dar cumplimiento a sus
intereses e impregnar a la carta con lo subjetivo de sus ideales, dejando de lado
la realidad política, económica y social del país; los partidos políticos con más
tradición en Colombia no han defendido los intereses sociales sino que han
representado ideologías según el momento histórico con el fin de manejar el
poder a conveniencia como lo afirma Alejo Vargas Velásquez4; este panorama
excluye a las sociedad de la participación en el debate político y en la
constitución misma, lo que configurado el proceso constitucional en Colombia , no
3 Introducción al derecho constitucional - José Luis García Ruiz
4 Ensayo El sistema político colombiano
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