Contexto Histórico Social-Cultural del Desarrollo Endógeno Sustentable
Enviado por juancarlos2011 • 8 de Septiembre de 2011 • Monografía • 2.377 Palabras (10 Páginas) • 2.159 Visitas
Contexto Histórico Social-Cultural del Desarrollo Endógeno Sustentable
CONTEXTO HISTÓRICO SOCIAL-CULTURAL DEL DESARROLLO ENDÓGENO SUSTENTABLE: MARCO DE LOS MODELOS DE DESARROLLO (ARTICULAR CON LAS DISCUSIONES DE LAS UNIDADES CURRICULARES “DERECHOS HUMANOS Y MODELOS DE DESARROLLO Y PROTECCIÓN JURÍDICA DEL MEDIO AMBIENTE).
INTRODUCCIÓN
La economía y el concepto mismo de desarrollo incluyendo al desarrollo sustentable, han venido afirmando el sentido del mundo y de la vida en la producción. Con ello, la naturaleza ha sido cosificada, desnaturalizada de su complejidad ecológica y convertida en materia prima de un proceso económico; los recursos naturales se han vuelto simples objetos para la explotación del capital. En la era de la economía la naturaleza ha dejado de ser un objeto del proceso de trabajo para ser codificada en términos del capital, transformándose y ampliando las formas de valorización económica de la naturaleza.
También podemos decir que el desarrollo endógeno sustentable parte de la identificación, y comprensión del significado de desarrollo es la acción y el efecto de mejorar en algún ámbito por ejemplo: cultural, intelectual, económico, moral, etc. una persona, una comunidad podemos decir que en eso se basa el desarrollo endógeno.
Contexto Histórico Social-Cultural del Desarrollo Endógeno Sustentable
La noción de desarrollo endógeno sustentable parte de la identificación, apropiación y comprensión de un punto de pronunciación histórica del concepto de desarrollo. Punto que denota el cambio paradigmático y la superación de la dimensión positivista del desarrollo, la cual puede resumirse en las siguientes características:
1. El desarrollo es un proceso lineal y predecible.
2. Está condicionado por la imposición de valores asociados a un agente que desarrolla y otro que se asume como el objeto del desarrollo.
3. Los resultados del desarrollo están condicionados y limitados a la relación causa-efecto.
El poder superar esta forma de entender el proceso de desarrollo nos obliga a concebir un proceso de aprendizaje y participación del ciudadano que contrasta con las formas usualmente asociadas a las técnicas de planificación y desarrollo propias de los procesos centrados en el mejoramiento del desempeño económico medido a través de los agregados macroeconómicos.
De este modo, se trata de la búsqueda de mecanismos que permitan descentralizar el desarrollo con respecto a lo económico y formularlo en torno al hombre. Se postula entonces, una concepción antropocéntrica del desarrollo, y en consecuencia, se requiere atender el modo como se constituye histórica y culturalmente el sujeto del desarrollo, en nuestro caso, el venezolano de comienzos del siglo XXI.
Una relación libre con la economía implica la tarea de entender lo económico como un resultado de complejas relaciones que se dan en la sociedad y no entenderla como una manifestación independiente y dominante del devenir de la sociedad. La necesidad de establecer esta relación libre es incluso más urgente en sociedades como la venezolana, en la que, sus patrones sociales, económicos y culturales son dependientes de otras sociedades, culturas y economías.
De este modo, el problema del desarrollo definido y asimilado culturalmente como el conjunto de pasos para alcanzar los criterios de actuación económica, no constituye la premisa fundamental sobre la cual se debe concebir la aproximación al desarrollo y su planificación. Es precisamente lo contrario, se trata de concebir al desarrollo como una pregunta que interroga a la sociedad desde los aspectos más elementales de su funcionamiento hasta su núcleo de identidad colectiva.
Esta problematización debe tener su origen desde el interior de la misma sociedad e involucrar a todos los actores, interesados y afectados, sobre una determinada forma de definir y alcanzar lo que se considera bueno para esa sociedad. La condición interna hace referencia a la necesidad de poder descubrir y comprender aquello que hace posible o imposible, la definición de lo que es común para todos a partir del despliegue histórico de cómo se ha llegado a ser y cuáles son las posibilidades que se revelan y aquellas que se ocultan. Estas condiciones constituyen un cierto modo de ser cultural, el cual permitirá a la sociedad poder proyectar los espacios de intervención para realizar lo que se propone como expectativas comunes y en base a lo que puede llegar a ser, sin tener que apelar a la imitación de las formas culturales dominantes en otras sociedades y que se imponen como buenas para todos.
Esta construcción colectiva es lo que denominaremos quehacer social. Con mayor precisión, entendemos por quehacer social la actividad sistemática a través de la cual el hombre construye significados y hace mundo en reunión con otros. En este sentido, el quehacer social está fundado en la búsqueda de la vida digna y la realización del bienestar público.
La búsqueda de la vida digna supone que existe un conjunto de necesidades básicas que necesitan estar atendidas en el proceso de inclusión de todos en ese quehacer social y la construcción de una identidad colectiva que asegure una ética que se funde sobre los valores identificados por la propia sociedad como buenos.
En este contexto, un proceso de desarrollo orientado al despliegue de las potencialidades del hombre en su entorno, es decir, del quehacer social exige:
1. La decisión local sobre las opciones de desarrollo: Parte del despliegue de las potencialidades del hombre, tiene que ver con aquello que se busca desplegar. Es condición del bienestar humano la posibilidad de construir el mundo en el cual habita. Esta construcción implica decidir el qué hacer y cómo hacerlo. Para ello es necesario que el hombre en comunidad pueda:
• Reconocerse como sujeto y objeto del desarrollo. Colectivamente se presentan, discuten y deciden sobre las actividades orientadas a alcanzar las opciones de desarrollo y la incidencia de esas opciones de desarrollo, positiva o negativa, en la comunidad y sus miembros.
• Acceso a la información sobre las potencialidades económicas de la comunidad.
• Identificación de las bondades y peligros para el quehacer social de la comunidad de estas potencialidades.
• Formulación de escenarios posibles para la comunidad según las opciones de desarrollo potenciales.
• Identificarlos recursos necesarios para la realización de esas opciones.
• Vinculación y articulación entre las prácticas económicas y sociales.
• Identificar el impacto y relevancia
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