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Cronica De Una Muerte Anunciada-anacronías


Enviado por   •  5 de Noviembre de 2013  •  1.426 Palabras (6 Páginas)  •  1.758 Visitas

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• Actividad 1:prospecciones y retrospecciones.

Crónica de una muerte anunciada.

El día en que lo iban a matar, Santiago Nasar se levantó a las 5.30 de la mañana para

esperar el buque en que llegaba el obispo. Había soñado que atravesaba un bosque de

higuerones donde caía una llovizna tierna, y por un instante fue feliz en el sueño, pero al

despertar se sintió por completo salpicado de cagada de pájaros. «Siempre soñaba con

árboles», me dijo Plácida Linero, su madre, evocando 27 años después los pormenores

de aquel lunes ingrato. «La semana anterior había soñado que iba solo en un avión de

papel de estaño que volaba sin tropezar por entre los almendros», me dijo. Tenía una reputación muy bien ganada de interprete certera de los sueños ajenos, siempre que se

los contaran en ayunas, pero no había advertido ningún augurio aciago en esos dos

sueños de su hijo, ni en los otros sueños con árboles que él le había contado en las

mañanas que precedieron a su muerte.

Cien años de soledad.

(Retrospección)Muchos años después, frente al pelotón de fusilamiento, el coronel Aureliano Buendía había de

recordar aquella tarde remota en que su padre lo llevó a conocer el hielo. Macondo era entonces

una aldea de veinte casas de barro y cañabrava construidas a la orilla de un río de aguas diáfanas

que se precipitaban por un lecho de piedras pulidas, blancas y enormes como huevos

prehistóricos. El mundo era tan reciente, que muchas cosas carecían de nombre, y para

mencionarlas había que señalarías con el dedo. Todos los años, por el mes de marzo, una familia

de gitanos desarrapados plantaba su carpa cerca de la aldea, y con un grande alboroto de pitos y

timbales daban a conocer los nuevos inventos. Primero llevaron el imán. Un gitano corpulento, de

barba montaraz y manos de gorrión, que se presentó con el nombre de Melquiades, hizo una

truculenta demostración pública de lo que él mismo llamaba la octava maravilla de los sabios

alquimistas de Macedonia. (…)

En marzo volvieron los gitanos. Esta vez llevaban un catalejo y una lupa del tamaño de un

tambor, que exhibieron como el último descubrimiento de los judíos de Amsterdam. Sentaron una

gitana en un extremo de la aldea e instalaron el catalejo a la entrada de la carpa. Mediante el

pago de cinco reales, la gente se asomaba al catalejo y veía a la gitana al alcance de su mano.

«La ciencia ha eliminado las distancias», pregonaba Melquíades. (Prospección) «Dentro de poco, el hombre podrá ver lo que ocurre en cualquier lugar de la tierra, sin moverse de su casa.»

Actividad 2

a- ELIPSIS.

La Orestíada-Agamenón. (Esquilo)

(…)Este es el año decimonono después que los poderosos enemigos de Príamo, el rey Menelao y

Agamenón, eximio par de Atridas, favorecidos por Zeus con trono y cetro dobles, arrastraron lejos de esta tierra las mil naves de la flota argiva, fuerza bélica, y proyectaron desde la profundidad de sus pechos inmenso ardor guerrero (…)

b- PAUSA DESCRIPTIVA.

• La Ilíada. Canto II : Catálogo de naves.

• La Odisea. Canto XII.

“(…) Ni un hombre joven, que disparara el arco desde la cóncava nave podría llegar con sus tiros a la profunda cueva. Allí more Escila, que aúlla terriblemente, con voz semejante a la de una perra recién nacida, y es un monstruo perverso a quien nadie se alegrara de ver, aunque fuese un dios el que con ella se encontrase. Tiene doce pies, todos deformes, y seis cuellos larguísimos, cada cual con una horrible cabeza en cuya boca hay tres hileras de abundantes y apretados dientes, llenos de negra muerte. Está sumida hasta la mitad del cuerpo en la honda gruta, saca las cabezas fuera de aquel horrendo báratro y, registrando alrededor del escollo, pesca delfines, perros de mar, y también, si se puede cogerlo, alguno de los monstruos mayores que cría en cantidad inmensa la ruidosa Anfitrite. (…)”

c- ESCENA DIALOGADA.

• El alguacil, el diablo y la viuda (trabajo práctico anterior)

En aquella esquina seguía el alguacil, cuando empezó a distinguir una extraña forma que se acercaba poco a poco, se agachó junto a él, y le susurró:

DIABLO –estoy buscando a alguien que me ayude a llevar a cabo un gran proyecto, y tú pareces ser el hombre perfecto para lo que necesito.

ALGUACIL-¿Qué

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