¿Cuál sería, según el autor, el inconveniente central que estaría perjudicando el “amor” en nuestra era? Fundamenta.

17.- ¿Cuál sería, según el autor, el inconveniente central que estaría perjudicando el “amor” en nuestra era? Fundamenta.

                Principalmente el hecho de que nuestra sociedad transforma en una suerte de producto al amor. Se toma a la sexualidad como “rendimiento”, como una moneda, en vez de tomarlo como un medio placentero para interactuar con otro. El texto lo dice explícito: “El cuerpo, con su valor de exposición, equivale  a una mercancía, el otro es sexualizado como objeto excitante, al ser un objeto sexual no es posible una relación con el otro” (Han, B. C. (2014). La agonía del Eros. Herder.)

                Entran en juego los conceptos  de tensión y positividad. La positividad es palpable en cuanto a las redes sociales, tecnología y porno. Se cree, falsamente, que todos estos artilugios nos acercan más a las personas, el darle “Lake” o “me gusta” a una publicación en Facebook hace la ilusión de estar presente en una interacción con otros, mas, la verdad es que nunca hubo interacción con la otra parte, más que con nosotros mismos. El porno también nos llena de positividad; se forma una relación sexual unilateral donde, gracias a la tecnología, ya no necesitamos de otro para obtener una excitación vacía, buscada solo por el goce del momento y para nuestro placer.  

                Se está tan sumergido en esta depresión o melancolía (como en años anteriores se llamaba a la tristeza constante) que se busca salir de ella mediante un disfrute de aire, algo que nos genere sensaciones placenteras sin mayor consecuencia. Ya se ve en el día a día, en ese amigo soltero que vive de cama en cama en un frenesí sexual, asustado de que el amor lo roce, y con ello, la incertidumbre  de si viene con heridas. Los esposos que dedican su matrimonio al trabajo y vida social. La muchacha que joven que cambia de pareja cada tanto porque nadie la satisface, no dándose cuenta que la insatisfacción proviene de ella misma, proyectado hacia los demás.

                La gente está asustada de amar, está temerosa de sentir porque sólo quiere un goce sin consecuencias. El amor en sí mismo es un cuchillo de doble filo, nos eleva más allá de las nubes y es placentero, pero hay de veces que nos deja caer directo hacia suelo. Nos hiere y nos alegra, nos enseña y nos martiriza, pero es el hilo conductor por excelencia. La vía de conexión que funge de puente entre nosotros y la sociedad. Y es ese el gran problema; no se quiere sufrir. Sin embargo, no hay amor sin sufrimiento y la paradoja sigue mientras la sociedad actual busca desaparecer al otro y que desaparezca con ello todo sentimiento que nos duela. Y volvemos al círculo de lo absurdo, donde sentimos que nos falta algo y lo reemplazamos con un objeto sexualizado, consumimos y consumimos para tapar las falencias afectivas.

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