Cuentos De Mi Libro, La Luz De Las Sombras
Enviado por elizabethbastet • 13 de Septiembre de 2011 • 1.370 Palabras (6 Páginas) • 981 Visitas
Aquí estoy, soy aquella que alguna vez creíste muerta, y que te habías librado de ella, soy aquella niña que una vez abandonaste bajo la lluvia, sin compasión alguna me dejaste sola.
No te acuerdas de mí? Era de esperarse pues nunca me quisiste, recuerdo que al sentirte por primera vez cerca yo comencé a quererte, aunque tu me odiaras, creíste que tu vida seria horrible después de mi, y decidiste abandonarme en aquella gran calle, donde solo veía pasar tanta gente, todos gritaban e iban de un lado a otro, recuerdo que había mucha comida, y parecía que se la regalaban a la gente, tal vez por eso había tanto alboroto.
Recuerdo perfectamente tus palabras, las últimas palabras que fueron para mí.
Me diste una fruta acida y me dijiste.- “Espera aquí ahorita vuelvo”, pero no volviste.
Quisiera que supieras que pasó después, de aquello tan horrible que hiciste, pues para ti ese fue el final de la historia, y además creo que es lo justo tanto para ti como para mi, ya que el destino a decidido juntar de nuevo, nuestras vidas.
Pues bien después de que te fuiste, camine y camine buscándote, pero había tanta gente que no te veía por ningún lado.
La noche callo y yo seguía estando sola, no sabia que hacer, así que solo me senté a llorar, sabia que eso no serviría de nada pero por lo menos, desahogaría mi pequeño corazón.
La gente ya se había ido, ahora miraba el lugar solo, a lo lejos vi a un hombre, estaba mugroso, y olía muy mal, pero de igual forma me acerque a el, estaba leyendo un libro, al parecer con mucha pasión pues ni siquiera noto mi presencia, trate de hablar con el pero el, solo me gritaba.- “Este es mi lugar consíguete el tuyo”, así que salí de ahí.
Camine por aquellas calles obscuras y solitarias, tan solo pensando en ti, en aquellos 5 años que viví contigo, como me hubiera gustado que fingieras aunque sea un poco que me amabas, yo pude haber sido la mejor de mi clase, pero tú no quisiste que eso pasara.
Llegue a una calle inclinada, y me senté a ver el amanecer, ver el sol salir me tranquilizo un poco, sentí que todo estaría bien, pensé que de verdad me buscarías, que todo solo fue un error, y que tu te sentías tan sola como yo.
Así que me levante gritando tu nombre, pero la gente me miraba, algunos con lastima otros como si yo estuviera loca, sentía mi pequeño cuerpo, desnudo ante aquellas miradas, y el dolor volvió a mi corazón me sentí de nuevo sola, pero eso no fue suficiente para matar mi esperanza, y seguí mi camino.
Mi pasos pararon en un pueblo grande cerca de un rio, en aquel lugar transcurrieron mis años, comía las frutas que tiraban a la basura y si, llegue a robar, caí en la cárcel 3 veces por ello, pero creo que me sentía mejor ahí, donde se que no había gente común y corriente, que eran asesinos, ladrones, incluso marionetas del alcohol, pero se que me querían, me consideraban parte de una familia, familia, que rara palabra no lo crees.
Me hice amante de la luna cree una adicción hacia ella, caí en la concupiscencia, comencé a obrar el mal, hasta que llego el día en que me sentí inverosímil ante los demás.
El tiempo paso y cada vez sentía menos tu ausencia, solo sabia que mi vida estaba destinada a vagar por el mundo.
Un día mientras comía un trozo de pan que un hombre amablemente me había regalado, mire a una niña llorando, me acerque despacio a ella, para que no me tuviera miedo, quería saber porque lloraba, que era aquello que oprimía su pecho, busque su mirada, ella giro su cabeza hacia mi, y nuestros ojos se cruzaron, le tome una mano y le pregunte.- “Que tienes pequeña”, ella con los ojos llenos de lagrimas y con una voz quebrada por el llanto me dijo.- “Estoy perdida”, en ese momento sentí como un electroshock corría por mis venas,
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