Dante A. El Intelectual Del Apogeo De La Edad Media

Dante intelectual del apogeo de La Edad Media.

Dante es el intelectual del apogeo de la Edad Media, puesto que él logró en el borde de esta época tan calumniada y compleja, como dice Borges; lo que se buscaría lograr en el Renacimiento, muchos consideran a Dante como la puerta al Renacimiento, con sus ideas iluminadas; no niego la posibilidad de que Dante haya sido la puerta al Renacimiento, sin embargo, considero que fué el intelectual del apogeo de La Edad Media. Podemos notar si observamos con atención que es un hombre de Edad Media y no del Renacimiento, en la estructura moralista que maneja en su obra.

Además de poeta, Dante Alighieri (Florencia, 1265 – Ravenna, 1321) encarna la figura intelectual en el apogeo de la Edad Media. Precisamente en el borde de esta época —tan calumniada y compleja, como apunta Borges— él logró lo que más tarde otros en el Renacimiento. No es por ello azaroso que se le considere la “puerta al Renacimiento”. Sin embargo, por la complejidad temática y estructural de su obra es más factible circunscribir su labor intelectual al apogeo de la Edad Media, sobre todo en los siglos XI y XII.

Dante llamó a su obra sencillamente "Commedia" puesto que no cumplía con los parámetros de la tragedia, por tener un final feliz. En cuanto a su estructura esta dividida en tres partes que cada una a su vez, se encuentra dividida en cantos, ellos se dividen en tercetos. Dante, el intelectual del apogeo de La Edad Media, realizó su obra de tal manera que puede ser leída de cuatro maneras, la literal, la alegórica, moral y anagógico. En este poema Dante hace gala de un gran poder de síntesis que es característico de los grandes poetas. Su poder de síntesis lo podemos apreciar en la manera que nos presenta las imágenes a través de los versos.

Borges nos menciona que Dante tiene ternura y rigor en su "Divina Comedia", que podemos apreciar la ternura en la ternura humana de Dante y el rigor en el orden de la estructura de los mundos que nos muestra; Borges nos lo muestra recapitulando el canto quinto del Infierno, de Dante; mencionándolo él mucho mejor que yo, ejemplifica claramente lo que mencionó Borges antes, que he mencionado ya, él narra el encuentro con las almas de Paolo y Francesca, cuando Dante todavía es guiado por su maestro Virgilio; por quien siente un gran afecto y admiración.

En su obra podemos apreciar un sin fin de alegorías y significados místicos en cada pasaje, en cada canto, hay un trasfondo, un significante especial que dice más de lo que se lee, dejándonos así a nosotros, los lectores, la elección de leerlo con los sentidos abiertos y ver más allá, hasta donde él quisiese que viéramos, o simplemente abstenernos y tomarlo literalmente como una historia más. Dentro de las distintas interpretaciones que se le ha dado a su obra, una que ha destacado es la de Miguel Palacios, que destaca la importancia de la escatología musulmana en la estructura del infierno dantesco. También podemos notar que aunque colocó a sus personajes en el lugar que les correspondía según sus acciones, en algunos no estaba de acuerdo, pero aun así respeto el canon en el que él tenía fe. En la obra podemos notar el inconformismo de Dante ante la situación de los escritores clásicos, que se encuentran en el infierno, por el hecho de no haber recibido el bautismo.

Dentro de todas las alegorías y metáforas que encontramos en la Divina Comedia, es necesario resaltar una muy importante, Dante como la especie humana, Virgilio como la razón y Beatriz como la fe; Dante representa a la humanidad que atraviesa el viaje y se encuentra entre la razón y la fe; aquí claramente se ha unido la razón a la fe, un motivo más para comprobar que definitivamente Dante es un hombre medieval, puesto que la escolástica, sistema filosófico de la Edad Media, se basa en la unión de la razón con la fe.

Por otra parte también hizo uso de juegos de palabras dándole más significación al poema, por ejemplo cuando dice que para ir al infierno desciende

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