De Lo Espiritual En El Arte

SOBRE LO ESPIRITUAL EN EL ARTE

El libro “Sobre lo espiritual en el arte”, de Vassily Kandinsky, es un intento muy bien logrado por comprender los aspectos más profundos que esconden las obras de arte, y explicar la importancia de apreciar su valor interno. El arte contribuye al desarrollo y la sensibilización del alma y es el código que se comunica con ésta, dice el autor.

Debemos aprender a ver más allá de las formas superficiales. En general, el ser humano no se ve atraído por las grandes profundidades y prefiere permanecer en la superficie porque implica un esfuerzo menor. Pero los elementos constitutivos de la obra no residen en lo externo sino en la necesidad interior.(Kandinsky) Debido a que el materialismo reina en nuestra vida cotidiana,(es una época de decadencia espiritual, como él la llama, en la que los hombres sólo celebran los avances tecnológicos e ignoran las fuerzas espirituales) estamos acostumbrados a buscar la lógica exterior de los diversos elementos de un cuadro y no la vida interior de éstos y la repercusión sobre su sensibilidad. Nos deslumbran los elementos externos y por eso nuestra visión espiritual no indaga en el contenido expresado a través de ellos.

Es importante que exista un diálogo entre el espectador y la obra de arte, si no es así éste se irá tan pobre como llegó y el sentido de haber contemplado la obra será casi nulo, pues se habrá perdido en el olvido la intención de ser moldeado y cautivado por el punto de vista del artista.

Cada pintura encierra toda una vida llena de sufrimientos, incertezas, momentos de fervor y de luz. Una obra de arte tiene vida propia, respira en forma autónoma y posee una existencia material real. Influye en la constitución de la atmósfera espiritual. Lo que la hace buena y valiosa es tener una vida interior completa. (Kandinsky).

El autor comienza hablando acerca del arte que tiene potencial para evolucionar, y el arte castrado, que es aquel que no tiene futuro. Explica de qué manera todo arte es gestado por su tiempo. Los artistas tienden a expresar lo que es específico de su época. Sin embargo, Kandinsky afirma que éstos deben estar ciegos ante las formas aceptadas y rechazadas, sordos ante las lecciones y fines de su tiempo. Schonber dice que a cada periodo le corresponde una cuota de libertad artística, que debe alcanzarse a pesar de todas las trabas que se impongan.

En el texto se ejemplifica a la vida espiritual como si fuera un triángulo agudo dividido en tres partes desiguales. En la cima del vértice hay, muchas veces, sólo un hombre, acusado de loco o impostor. En cualquier parte del triangulo hay artistas. Todo aquel que puede ver más allá de los límites de su sección es un profeta para los que lo rodean y contribuye en el lento movimiento del triángulo. Este movimiento es ascendente cuando la mentalidad de la sociedad beneficia al arte y descendente cuando la ideología es

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