Desarrollo del concepto de responsabilidad social empresarial

Desarrollo del concepto de responsabilidad social  empresarial

La responsabilidad social corporativa  es un concepto que tiene muchas interpretaciones y típicamente tiene dimensiones  económicas, sociales y ambientales. El concepto está ganando cada vez más interés en las empresas y Gobiernos y otros sectores de la sociedad y ha provocado una discusión  sobre su sentido entre varios escritores. El aumento del interés es principalmente un resultado de esfuerzos hechos por organizaciones internacionales, gracias a estos esfuerzos se han estandarizados las condiciones de trabajo, partiendo de esto se realiza la siguiente pregunta ¿cómo ha evolucionado el concepto de la responsabilidad social corporativa a través de los años?

Varias corporaciones transnacionales se han implicado en iniciativas de RSE promoviendo  prácticas empresariales sostenibles  globales y mejorando las condiciones de trabajo en Asia y en el Océano Pacífico. Sin embargo, ya que el concepto de RSE se ha desarrollado principalmente en Países occidentales, el más notable en los Estados Unidos de América, el desarrollo histórico de RSE ha recibido poca atención de políticos y practicantes comerciales en la región americana (bowen, 1996).

Las raíces del concepto de RSE como se conoce hoy tienen una historia larga que indica que los  empresarios han prestado  atención a la creciente  preocupaciones de la sociedad. Tal vez el entendimiento de la transformación del concepto no sólo contribuye a un mejor entendimiento del sentido de RSE y la relación entre negocios, sino también a una mejor idea de lo que debería ser el papel del negocio en el desarrollo y sus contribuciones a sociedad (Carroll, 2004).

El concepto de RSE surgió en los años 1950 Bowen lo definió  como las obligaciones de businessmen  para  tomar  decisiones o seguir  líneas de acción que son deseables en términos de objetivos y los valores de la sociedad.  Argumentando esto hombres de negocios son responsables de las consecuencias de sus acciones en una esfera algo más amplia que un corporativo rendimiento financiero, indicando la existencia e importancia de rendimiento social corporativo. Davis  expuso su definición de RSE ya que se refiere a decisiones de los hombres de negocios y acciones tomadas por motivos al menos parcialmente más allá del interés económico. Se tuvo que hablar de en un contexto directivo, que en  adelante sugirió que algunas decisiones comerciales socialmente responsables se podían justificar por las ganancias económicas que tenían las compañías. Frederick vio la RSE como una contribución privada a los recursos humanos y económicos de la sociedad y a la buena voluntad por parte de las organizaciones para utilizar para amplios recursos con fines sociales. También resumió el desarrollo de la RSE en los años 1950 en tres ideas principales: (1) gerentes corporativos como  gubernamentales a través del sistema de la acción; (2) las reclamaciones equilibradas de los accionistas a recursos corporativos; y (3) la aceptación de filantropía comercial.

Sethi expresa que la responsabilidad social puede ser definida como: “llevar el comportamiento empresarial hacia un nivel donde sea congruente con las prevalecientes normas, valores y expectativas”(boatrigh, 2000). La responsabilidad social compagina esas expectativas que la sociedad tiene de las organizaciones (económica, legal, ética y discrecional) en un punto dado en el tiempo. La sociedad espera que las empresas obtengan ganancias y obedezcan las leyes, y en adición, que se comporten de cierta manera y sean conformes a las normas éticas de la sociedad. Estos comportamientos y practicas van más allá de los requisitos de las leyes, y se están expandiendo constantemente (Carroll, 2004).

El enfoque de la visión socioeconómica está en cómo la sociedad cree que las empresas deben comportarse, por esta razón, es una visión normativa. La sociedad identifica que empresas son esperadas que hagan más allá de obtener ganancias, y esto varia en el tiempo y se está volviendo más exigente. George alerta sobre el nivel de responsabilidad social que la empresa debe tener: “Si como sociedad decidimos que las empresas deben ser obligadas a reconstruir la ciudad, no debería permitirse que se cierren a las plantas que no generan rentabilidad, o deberían ser hechas para entrenar a los desempleados, estas demandas deben ser reflexionadas y discutidas en el foro político, y luego claramente legisladas. Estas son demandas socialmente controversiales y no deberían ser confundidas con lo que es moralmente requerido. La razón por la que la sociedad puede hacer demandas a las empresas es debido a que las empresas funcionan con el consentimiento público y su propósito es servir a la sociedad. Podemos esperar que las empresas sean socialmente responsables porque es parte del contrato con el cual ellas son creadas, con el permiso que la sociedad otorga con la condición de que la sociedad existe primero” (Campell, 1996). Debido a que la sociedad espera que las empresas demuestren una verdadera responsabilidad social, y las expectativas de los consumidores reciben mucha atención pública, existen razones prudentes para que las empresas tomen seriamente su responsabilidad social.

Desde los años 60 se ha proclamado que la responsabilidad social y las ganancias a largo plazo no son incompatibles, sin embargo, Drucker en 1984 exclamo que él estaba proponiendo “una nueva idea”, que ser socialmente responsable puede ser convertido en oportunidades de negocios (Carroll, 2004). Sin embargo, los estudios sobre la relación entre responsabilidad social y desempeño financiero son ambiguos (robinns, 2000). En ejemplos donde hay buen desempeño financiero y social, no está claro si el buen desempeño social conduce a un incremento en el desempeño financiero o si desempeño financiero provee  los recursos para financiar el buen desempeño social. Sin embargo  hay evidencia de que hay un vínculo entre irresponsabilidad social y un negativo retorno en el mercado de la bolsa (Nelson, 1999). De acuerdo con un punto de vista alternativo, para calificar como una acción empresarial socialmente responsable, la actividad debe ser una por la cual el retorno marginal a la empresa sea menor que el retorno disponible de algún gasto alternativo, debe ser solamente voluntario, y debe ser un gasto empresarial más que un conducto para la generosidad de un empresario. Esto es respaldado con las afirmaciones de Boatright de que la empresa debe estar preparada para sacrificar algunas ganancias con la finalidad de promover metas no económicas (bowen, 1996). Desde luego, este punto de vista no reglamenta la posibilidad de un buen desempeño financiero, más bien este afirma que los retornos económicos máximos no han sido alcanzados debido al enfoque en el desempeño social.

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