Discurso de metodo. Carta a un niño que nunca nació

                                     Discurso

                       Laura Johanna Liévano Murcia

                       Carta a un niño que nunca nació.

                                                                                 Decimo

                    2017

Trataba de una mujer que quedó embarazada, ella decía que no se lo esperaba pero tomo la decisión de tenerlo, lo decidió tras verlo fotografiado, no era el retrato de él, se trataba de un video de un embrión como de tres semanas, mientras lo miraba se le quito el miedo, dijo que traerlo al mundo no le divertía, no se veía con el vientre hinchado, no se imaginaba amándolo, bañándolo y enseñándolo a hablar, era una mujer que trabajaba, tenía compromisos y curiosidades, se sentía confundida, desorientada, era una mujer que eligió vivir sola; se fue al médico más que una confirmación quería un consejo, el doctor le dijo que no le podía asegurar nada que volviera dentro de quince días y que se hiciera la idea de que era producto de su propia fantasía. Quería que fuera una mujer que experimentara lo mismo que ella, pero si nacía varón se iba a sentir igualmente contenta porque se sentiría libre de muchas humillaciones de servidumbres, de muchos abusos, si nacía hombre no iba a tener miedo de que lo violaran en una calle oscura.

Hablo con el padre, él le dijo por teléfono que cuánto dinero le faltaba para deshacerse del bebe, después de unos días el padre llamo por segunda vez quería saber si ya tenía confirmación, pregunto que cuando iba a arreglar el asunto, pero ella no lo acepto; quería seguir su vida con él bebe. La amiga decía que ella había abortado cuatro veces en tres años, ya tenía dos hijos, y un tercero sería muy duro. El marido ganaba poco, ella tenía un empleo que le interesaba y del cual no podía prescindir; la amiga decía que las gallinas tampoco traían al mundo todos los huevos el mundo sería un gallinero.

Una noche la amiga la invito a cenar, su marido no estaba, y parecía que era una buena ocasión para hablarle del bebe, el doctor H.B.Munson, estaba de acuerdo con las opiniones de la amiga, el doctor Munson rechazaba esa tesis argumentaba que el espermatozoide y el huevo no fecundado contienen ADN, por otra parte, algunos médicos consideran el feto como ser humano solo que a partir de la semana vigésimo octava, los antropólogos decían que ni siquiera el recién nacido es un ser humano, casi tiene una pelea, su amiga apoyaba la opinión de los antropólogos, y ella había la de los biólogos, pero ella no podía aceptar los principios del doctor Muson. Se resistía a comprender a las mujeres que se dejan introducir una sonda; decía que tenía que ser fuerte, tenía que tener fe en ella y en él bebe, que tenía que llevarlo hasta el final para cuando sea mayor no se pareciera al cual que la gritaba en los sueños, ni su amiga, ni al doctor Munson, ni de los policías que ataban los brazos de la abuela; desde hace una semana el trabajo le fatigaba, se le había hinchado la pierna, dijo que era terrible renunciar al viaje que ya había proyectado.

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