Diseño Para Un Mundo Sustentable

Diseño para un mundo sustentable.

La pregunta de por qué el diseño ha sido incapaz de evolucionar hacia otros niveles más allá del modelo primario de diseño de productos para una cultura basada en el consumo en masa, ha sido cuestionada por muy pocos dentro de un sistema casi automatizado de aprendizaje y desarrollo del diseño, en el que la falta de creatividad y visión para ampliar los horizontes y posibilidades en los que el diseñador puede intervenir, así como la falta de voluntad y pautas concretas para crear una conciencia y la práctica en torno al diseño dentro de una cultura de sustentabilidad, ya sea apoyado de otras disciplinas, o por iniciativa propia, fuera del ámbito netamente comercial.

El diseñador y arquitecto Victor Papanek (Margolin Victor :2005) fue uno de los principales detractores de este sistema unidireccional de diseño que se niega a evolucionar; señala al diseñador como “una raza peligrosa” ya que es eslabón de una larga cadena industrializada en pos del desarrollo comercial, basada únicamente en la producción y consumo en masa, sin mirar y tomar conciencia del impacto negativo, ambiental o humano que se está generando.

Hubo otros “rebeldes” del diseño como el ingeniero R. Buckminster Fuller (Margolin Victor :2005) que abogaba por la practicidad y la simplificación mediante la introducción de nuevos productos, transformando radicalmente los modelos establecidos y que él consideraba anticuados en las ramas de producción y construcción. También está Kenji Ekuan,( Margolin Victor :2005; pp.137-138) “Diseñador, ex monje budista y activista en el ICSID, que en un artículo publicado en el ICSID News en 1977 señala que el diseño se encuentra en un estado de estancamiento de ideología y actividades, tomando una posición pasiva ante los problemas crecientes en el mundo concernientes al medio ambiente, bienestar social, desastres naturales, etc. En los que el diseñador podría tomar parte activa para la solución de dichos problemas, apoyándose en la colaboración interdisciplinaria e internacional de todas las áreas del diseño”.

Por otro lado, el diseñador de productos Alexander Manu (Margolin Victor :2005;pp.138), considera que “el diseño responsable debe estar sostenido por un ideal, bajo el concepto de su “Aldea humana” con la que pretendía instalar cierta pasión moral y la importancia de enfocarse en un objetivo, a favor del beneficio humano”.

En pocas palabras se debe evolucionar del idealismo a la práctica inmediata de tal forma que con una nueva conciencia, propuestas y visiones de los diseños, se pueda llegar a la meta del diseño en un mundo sustentable, con usuarios y diseñadores totalmente autónomos de pensamiento.

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